sábado, 31 de enero de 2009

Monterroso

'Obras completas (y otros cuentos)' de Monterroso. Su primer libro, de cuando tenía 36 años. Lo recordaba muy agradable, pero ha resultado excelente. 'Míster Taylor'; magnificamente escrito contra el imperialismo y el capitalismo salvaje, con un final visionario sobre la segura autodestrucción y la imposibilidad indefinida del progreso material basado en la ruindad de los ricos, la imbecilidad de los consumidores y el agotamiento del pobre.
'Leopoldo y sus trabajos'; una parodia contra el realismo literario, y un reconocimiento de la imposibilidad de reducir la vida a literatura (aunque en ese descubrimiento literario y vital el escritor invierta toda su existencia).
'El concierto', sobre las inevitables dudas de todo autor, sea mediocre o genial. Es trágico, es cierto. La calidad y el éxito literarios ha de encontarlos el escritor en sí mismo. Al margen de su época y el público, siempre extraños al arte. En el Jardín, diríamos, las ediciones son muy limitadas (y manuscritas) y de uso interno.
'Obras completas'; la grandeza (pretenden tu paz y tranquilidad, incluso un grado de la felicidad) o mezquindad (envidia) de los amigos literarios.

Dos comentarios más. Es un autor ágil e irónico, con pizcas de humor, pero en absoluto cómico. Tal vez exagerando un poquito puede decirse que es tragicómico. Por último, 'El dinosaurio' es lo que es, y no entiendo -pido disculpas- su excelencia.

viernes, 30 de enero de 2009

Viernes 30

He conseguido, tras árduo y titánico esfuerzo, mantener puro mi pequeño búnquer internaútico, especie de antro siniestro donde se cuecen las intenciones más torcidas y dulces. Esto ha sido una victoria del Bien (contra el Mal, evidentemente). De la realidad, que diría Cernuda, contra el deseo.

Más importante (o no tan importante): pienso que es innecesario insistir a la juventud en aquello de que la vida es bella; ellos, salvaje y groseramente, ya lo saben. No mimemos a la Bestia.

¿Podría algún alma caritativa (fe, esperanza y caridad) explicarme las leyes sagradas de lo infinitesimal?

*****
Viaje a A. Paseos y charla con un buen amigo. La charla, variada y un poco caótica por momentos, ha estado bien, ilusionante, 'filosófica', bibliográfica, personal... Pero lo mejor su compañía, que hacía meses no lo veía y lo echaba de menos.
En los supermercados Picasso: algo de L.M. Panero, uno de Vila Matas y un manual recomendado sobre temas filosóficos ('Invitación a la filosofía' de André Conte).
Pd quejica: hoy llevo al coleto 4 ibuprofenos y 2 paracetamol. ¡Casi ná!

jueves, 29 de enero de 2009

A tu salud

Monterroso. He bajado el nivel, he levantado el pie... para mostrar la debilidad hay que estar fuerte... Sils María. No sabría decir qué me interesa realmente. Creo que nada. Pero me apetece la vida (toda vacía y en inercia, como en dos dimensiones), y me ocupo con cierto agrado nada sublime de cuestiones de todo tipo. Humano, demasiado humano... hoy soy el distraído viajero, mañana tal vez su sombra.
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martes, 27 de enero de 2009

Martes 27

He estado unos días fuera de combate. Por motivos físicos, por estúpidos e innobles motivos que no vale la pena relatar. Puede que aún lo esté y esto sea un breve espejismo. Nada, nada he podido leer (un pelín del pesado y mixtificador progresatisfecho del Conte) ni tampoco escribir (apenas tres servilletillas que no quiero abrir y que posiblemente tire).

En otro ámbito, arrastrándome, liado con Nietzsche... ¡esta va a ser buena! No tengo ni idea de cómo lo voy a comentar. Tiraré, supongo, por la vía fácil de manual. Mis jóvenes acompañantes no sufrirán más que de costumbre, aunque yo, sólo para mí, pasaré una inmensa vergüenza por mi ineptitud.

Pd no esperada: ¡no toméis bupropión!: aunque no lo diga el prospecto provoca insoportables espasmos y contracciones abdominales. Ahora me tira más lo de la apicultura, acupuntura (con hierbas y yin y yan) quise decir.

sábado, 24 de enero de 2009

Bupropión

El bupropión,
exáctamente el hidrocloruro de bupropión
en combinación con la cisteína
y el estearato de magnesio,
ayuda a dejar el tabaco y los 2.750
componentes sadomasoquistas que esconde.
2.750, que sepamos.

Dejar de fumar está bien,
ya sabes,
es bueno para la salud,
la salud para la vida,
la vida para...
...digamos que es bueno dejar
de fumar pero que no es nada fácil.
El bupropión -72 pastillas dosificadas-
y mucha voluntad son la mejor estrategia.

Me interesan y leo sus efectos secundarios:
aceleración de los latidos del corazón,
aumento de la tensión sanguínea (a veces),
disminución de la tensión sanguínea (otras veces),
dificultades para dormir (insomnio, ¡lo que me faltaba!),
temblor, alteración de la concentración, cefalea, mareo,
depresión, agitación, ansiedad (todos ellos frecuentes
según el prospecto),
incluso, aunque rara vez, una de 10.000 posibilidades
asegura el fabricante, hostilidad, irritabilidad,
alucinaciones, perdida de la identidad personal,
alteración de la visión, distonía, ataxia y tristeza.
Aquí quería yo llegar, a lo de la tristeza.

Demoledor. Ya sabía yo de la necesidad
del correcto funcionamiento de las glándulas
suprarrenales y pancreáticas para la alegría;
tampoco desconocía la existencia -mayor o menor
según el carácter- de ciertas sustancias melosas
en el interior del cerebro -lo de las fenetilaminas
y el sistema límbico- pero lo del bupropión
excede lo pensable.

Accidental pero consciente y decididamente
he puesto manos a la obra, vía química,
para alcanzar una nueva cota de infelicidad.

Es triste, realmente triste, no me digan,
convertir esa romántica ficción, la de la tristeza,
un un nuevo subproducto artificial y maleable.
¿Dónde situaré yo mi último reducto?
¿Qué intimidad podré ahora tener con mis melancolías?
¿Qué sentiré cuando sienta tristeza?

Hóndamente triste, muy triste,
que la tristeza deje de serlo...
y la de tiempo que lo lamentaré
si el bupropión cumple lo prometido,
dejo de fumar y alcanzo una artificial
pero muy saneada y bien aireada vejez.

Amaneciendo

Piensas que a ciertas horas
innecesarias estás más vivo,
como si te recrearas deglutiendo
lentamente la hueca inercia
a la que estás acostumbrado.

El romper del sol sentenciará
el final del nuevo día por nacer
y tu soledad no sabrá evitarlo.

Sabes que es la misma alma
y el mismo mundo, que sólo juegas
a engañarte aprovechando el silencio
y el duermevela de tu cerebro.

Lo sabes, poco te importa,
y sigues aferrado a ese pequeño
oasis de apenas dos horas,
que inviertes en café y tabaco,
en proponerte lo que debes
pero que olvidarás durante el día
(ruidoso y en blanco y negro)
y para garabatear sobre la barra
alguna letrilla simple,
demasiado simple ante la inapelable
simplicidad del Universo.

viernes, 23 de enero de 2009

Amica véritas, sed amico Martinus
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jueves, 22 de enero de 2009

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Vísceras e Ich Denke

Sobre la racionalidad y el individualismo. El sujeto y el objeto del pensamiento (y de los sentimientos y deseos) es inevitablemente el propio yo. De trascendental, nada de nada. Lo del geneoma, otra bobada 'inteligente'. Excusas. Una cita de Cioran sobre ello:


"La preocupación por el sistema y por la unidad no ha sido, ni lo será nunca, una característica de quienes escriben en los momentos de inspiración, en los cuales el pensamiento es una expresión visceral que obedece a los caprichos de los nervios. Una perfecta unidad, la búsqueda de un sistema coherente son la prueba de una vida personal pobre, esquemática e insulsa, carente de contradicciones, de gratuidad, de paradojas. Sólo las contradicciones esenciales y las antinomias interiores prueban una vida espiritual fecunda, pues sólo ellas proporcionan al flujo y a la abundancia internas una posibilidad de realización. Quienes varían poco de estado de ánimo e ignoran la experiencia de los extremos no pueden contradecirse, puesto que sus tensiones insuficientes no podrían oponerse. Quienes, por el contrario, sienten intensamente el odio, la desesperación, el caos, la nada o el amor, aquellos a los que cada experiencia consume y precipita hacia la muerte, que no pueden respirar fuera de las cimas y que están siempre solos (y con mayor motivo cuando están acompañados), ¿cómo podrían seguir una evolución rectilínea o cristalizarse en un sistema?. Todo lo que es forma, sistema, categoría, plan o esquema procede de un déficit de los contenidos, de una esterilidad de la vida espiritual. (...) Todo aquel que repruebe los estados caóticos no es un creador, quien desprecie los estados enfermizos no tiene derecho a hablar del espíritu. Sólo posee valor lo que surge de la inspiración, del fondo irracional de nuestro ser, lo que brota del punto central de nuestra subjetividad."


La razón al servicio, como mediocre portavoz, de las vísceras... no se trata de claudicar ante la bárbarie irracional sino de honestidad intelectual, inevitablemente personal. Mirarnos al espejo sin avergonzarnos y sin engañarnos (en lo posible).


Salud, kantianos.

miércoles, 21 de enero de 2009

Un libro de láminas de Munch. 'Hans Jaeger', 'Noche en Saint-Cloud', 'Tarde en la calle KarlJohan', 'Pubertad', 'Ansiedad', 'Metabolismo', algunos autorretratos, 'El grito', y sobre todo 'La Madonna'.

Los rostros de Munch, los cuerpos de Schielle y los fondos y paisajes de Nolde.

Frases (trampas del lenguaje)

El hombre es tan imbécil que ha hecho de sí mismo algo residual e innecesario, no a los ojos del Universo o de Dios, sino para sí mismo. No hay vuelta atrás, pero sí es posible asumir conscientes y templados nuestro bien ganado epitafio.

Posiblemente no es el miedo, la pereza o el amor la causa de la imbecilidad humana, sino su inocente maldad. Posdata: a veces la maldad es alevosa y retorcida.

Amor: pulsión de no ser. Maldad: olvido del amor.

Felicidad (sic): imbecilidad satisfecha. Infelicidad: tristeza lúcida (y por lo tanto sin objeto o motivo).

No hay otras alternativas ni consuelo, aunque solemos vivir en esos no existentes pero consoladores espirituales parajes.

¿Poema?

Echo de menos
tu cuerpo heleno
de caderas ajustadas
y pequeños senos
de mármol del sur,
pero más las vidas
que fui, como sin serlo,
y las que no habitaré
ni viviendo una eternidad.

Añoro tus ojos rendidos,
tus lentas rendiciones
y mi impaciencia
cuando te desnudo
y acaricio tu piel fresca
que se abre y empieza a sudar.

Añoro mucho más,
ya lo sabes, como una dulce
liberación de la vejez
y el cansancio,
mi primer amor.

(Un amor a distancia, perfecto,
sólo en mí. Más platónico
que aristotélico, como después
supe.)

Echo de menos tus labios
carnosos y callados, hechos
para besar, y tus sábanas
que huelen a interminable
batalla y a piel mezclada,
pero echo más de menos,
muchísimo más, debes saberlo,
los poemas que olvido
y los amigos que murieron
demasiado pronto.

martes, 20 de enero de 2009

Esto es serio

Esto es serio. "Durante una décima de segundo me he descuidado y me ha entrado el aguijón de las ambiciones y los fracasos. Nada, apenas unos minutos ha durado la cosa, la herida y su vergüenza. Sé, lo escribo ahora, recuperado, que buena parte de la felicidad está en la renuncia del comentador del genio ajeno", ha dicho Auto/ficción.

No pienso como él, pero puede que si sienta algo muy parecido. ¡Vaya paradoja! Las pasiones, las vísceras -de las que el cerebro es sólo un mediocre portavoz- gustan de recrearse en sí mismas, de escuchar como un eco su propio decir onomatopéyico. Deseo el silencio, deseo escucharlo, escucharme.

Ciertamente que es beatífico el contacto con la inteligencia ajena, con los genios, los inmortales, los clásicos... claro que sí. Pero ¿qué significa entonces la ansiedad del lector, del sujeto lúcido? ¿no es acaso el signo de su necesidad de expresión? Expresionismo, expresionismo, más expresionismo... hasta quedar rendido... para volver a empezar. Entre medias, siempre inevitable, la sombra de la melancolía, y el silencio y paz imposibles.

Pd: magnífico.
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Martes de enero

Pues sí, necesito unas dosis de aristotelismo para poder ir tirando. Tiempo y capacidad para cosas pequeñas pero que evitarlas terminan lastrando el alma entera. No vale la pena -me da vergüenza- decir de qué asuntillos se trata. Inesenciales y poco íntimos, eso puedo decir, pero inevitables para no naufragar en una charca vulgar e innoble... y poder hacerlo en el bravío océano.

Leo ahora muy lento -pero no mejor- y sigo con el Pessoa, el Colli, el Marco Aurelio, el Conte (que resulta la lectura más superficial y fácil y que por eso es la que más avanza) y el Grossman. No necesito más lecturas, sino un poquito de tranquilidad y paciencia... Nada me obsesiona ahora salvo mi extraño verlo todo (¡absolutamente todo, lo racional y lo emotivo!) como desde detrás de un grueso cristal.

El Conte: ¡cuánto progre de renombre se nutrió feliz y consciente en las filas del SEU y sus publicaciones! Me digo: si aún existiera el SEU, áun estarían en él -a estas alturas, en primera fila.

Pd: normalmente (sé que no siempre) prefiero la tristeza a la imbecilidad satisfecha (y da igual el nombre que le pongamos), pero la tristeza es triste (sé que no siempre), realmente triste (como de más allá del dolor hasta una especie de náusea o nada, en absoluto amnésicas o liberadoras). Como si ella lo fuese todo, como si nos llegara desde afuera, y tú, absolutamente impotente, su obligado expectador.

Pd (2): en ocasiones nos ponemos a nosotros mismos tan difíciles las cosas que terminamos por no distinguir lo honesto de lo ruín. Hablo de libros, razones y sentimientos, también de personas y acciones; habla, en definitiva, sin saber qué dice, el cerebro consigo mismo.

lunes, 19 de enero de 2009

Por decir algo

Descartes es un antiguo, un bajo medieval insatisfecho y desorientado, o también, filosóficamente, un moderno sin manual, un soberbio conquistador. Otra opción es considerarlo como un profeta de nuestra paradójica y fría , muy fría, contemporaneidad y actualidad (¿Heidegger dixit?). Mathesis universal, res cogitans (y sólo cogitans) y res extensa ((muerta, inercial e indefinidamente maleable), son conceptos que explican la muerte del espíritu y la compasión en el siglo de los ordenadores y los totalitarismos supremos. Un alma y una sociedad administradas, infértiles, muertas de supervivencia réptil.

Continúo. Su temor es el 'existencial' Genio Maligno, o su ilusión es la de la Nueva Ciencia. La aplicación no poética (no pasional) del saber posible para transformar el mundo es otro de sus sueños posibles. La sola razón, en germen, y no sé si Descartes lo intuyó, contiene el Universo ciego, sordo y estúpido en que vivimos y que nos conforma. El 'Fragmento de Sistema' romántico idealista es el único antídoto a la frialdad cartesiana. Pero sabemos que hasta el sentimiento y voluntad más humanizadora se cosifica y aplasta cuando se toma demasiado en serio. ¿Y Kant? ¿Nos valdría su separación entre ciencia y literatura, entre fenómeno y noumeno? También me temo que no, pues siempre prevalecerá lo público y útil... lo positivista; o bien lo romántico Literario 'vacío' e ineficaz.

domingo, 18 de enero de 2009

Platón y Aristóteles (como heterónimos)

Pues eso, amigo, platónicamente antiplatónico -pero sin mucho empeño, la edad, ya sabes- y aristotéico y moderado para ciertos asuntillos inevitables del siglo. De acuerdo, pero sin excesos... ¡fuera temas políticos y sociopedagógicos! Casi, casi un epicúreo heterodoxo.

Pd: si es cierto eso que dicen las malas lenguas, los kantianos son los Protestantes de la filosofía, y claro, ahí si que cabe todo... ¡pero la tristeza se atraganta!

Otro poema truncado

Hay fórmulas realmente imposibles,
digan lo que digan.
La del amor, el deseo y la felicidad.
La del yo y el nosotros
(la del ellos es siempre más fácil).
La del tabaco y los pulmones, etc.
Ecuaciones y fórmulas realmente
de otro mundo que este
y de otros hombres que nosotros.
La de los números primos, por ejemplo,
parmenídeos pero escondidos y asustados
entre la multitud repetida de los números
impuros. ¡Qué desvergüenza!
O la fórmula del 2 y el 3,
tan cercanos y tan abismalmente alejados.
La de la inteligencia y la inocencia,
la de la libertad y la hipoteca...
Un sin fin de diabólicas leyes
inexcusables e inafalibles, cartesianamente
deducidas del contradictorio axioma
de la vida y la muerte.

Poema truncado

Son las seis de la mañana y es domingo,
en casa duermen, me encuentro en la barra
del Alameda, cafe lento y rápidos cigarrillos.

Desconozco la hora que será en el Cielo
y en Infierno y si en esos renombrados
lugares se sirve tabaco y café.
No tiene importancia, digamos que en el Paraíso
no puede haberlos - a lo sumo light y descafeinado-
y que en el Infierno, su inversión metafísica y moral,
sí. No importa, de seguro que son países inexistentes
y demasiado pefectos para permitir ningún
vicio o perfección humanos.

Son las seis, y el Colli sobre Platón sobre el mármol
junto al café y el insalobre paquetillo de humo.
Solón y Esparta son los ideales de juventud
del joven y engreido Aristocles -hijo de Aristón.
En su cansada vejez mantuvo soberbio
su ímpetu adolescente y aristocrático
(lo dicen Zeller, Campbell y Willamovitz).
Es triste, o es sabio...
Cierro el libro por la página 53.

Observo rostros y conversaciones entrecortadas.
Me bastan las borrosas figuras y el rumor de fondo
que son el ámbiente que a estas horas busco
o al que me he acostumbrado. Yo también
participo de ese rumor y no soy menos borroso,
me digo. Ni tristeza ni alegría, es una neutra verdad.

(Hay quien piensa que las insignificantes vivencias
personales no han de tener valor literario, que son como
la obscena desnudez de un cuerpo viejo y feo, y es cierto,
pero son la única materia de mis sueños y melancolías)

En hora y media estaré pasando estas líneas
pero yo seré otro porque el celeste eléctrico
habrá invadido calles y almas, y el frío será mayor.
Mejor no pensarlo y miro la televisión sin voz
y hablo con Pepe de futbol y catarros.

Terminando el tercer café y el décimo cigarrillo
me hago el firme propósito de dejar de fumar.
No me sienta bien. Caigo entonces en la cuenta
de la futilidad de mis versos, como colillas aplastadas:
es una mezquindad escribir cuando Pessoa,
Pavese, Rilke y otros ya lo han hecho...
pero leerlos es mayor impudicia, mucho más
que desnudar un alma insignificante y castrada.

sábado, 17 de enero de 2009

Poemillas de Pessoa

Mi corazón estuvo siempre
solo. He muerto por eso.
¿Para qué es necesario un nombre?
Fui yo mi sepultura.


Mi corazón se rompió
como un pedazo de cristal.
Quiso vivir y se equivocó.


El abismo es el muro que tengo
ser yo no tiene un tamaño.


Hoy estoy triste, estoy triste,
estoy muy triste, y, en parte,
mi tristeza consiste
en ni saber si estoy triste.
Si toda tristeza tiene
una causa ¿cuál la de ésta?
¿Qué mal la causa o mantiene?
¿Quién sabe si es hasta un bien?
El alma humana es extranjera,
y tiene usos y costumbres
fuera de nuestra manera.
Estoy triste, quiera lo que quiera...


Aquel peso dentro de mí
mi corazón.

Poema feliz

Piensas, con una certeza de hambre,
que nada es real, que tus vísceras
se retuercen solas sin apoyo,
y que pocas cosas, muy pocas
y como de otro o de Dios,
valen la pena. Emites sonidos
con el hígado -hipertrofico y vacío-
y con los riñones y el páncreas
y el corazón deshechos. Pena
por nada, pena de la pena,
como un borracho arrepentido
e irrecuperable. El cerebro
sólo transmite tus íntimos chirríos
disfrazándolos de lenguaje y certeza,
poniéndole nombre, tu nombre,
a esta absurda comedia,
como para darle algún valor,
como para pedir clemencia
o dar lástima
a alguna Providencia.

viernes, 16 de enero de 2009

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Felicidad

En la vía de la infelicidad no se encuentra la felicidad... salvo que seas un farsante y no sea infelicidad lo que experimentas y sólo estés jugando, con más o menos oficio, con las palabras. Pero resulta que en la fórmula que nuestra cultura nos propone para la felicidad posible (llamémosla la fórmula de la sociabilidad, la bondad admitida y la suerte -siempre necesaria) tampoco se halla dicha quimérica felicidad. Además, intentar saltar de lo lúcido precario y sombrío a lo luminoso y feliz (lo verdadero, bello y bueno) resultaría, al menos para algunos, un acto de autotraición y vergüenza. En definitiva, que no es el deseo de felicidad lo que me va a apartar de mi melancólico estar sin estar.

Pd: intuyo que la felicidad ofertada social, política, metafísica o religiosamente es sólo un falaz mecanismo de acomodación social y de adormilamiento interior. Necesario, útil, acaso inevitable, pero vergonzante.

Pd (2): me han pasado de Rafael Conte 'El pasado imperfecto'. Me han dicho que sin ser una genialidad es muy disfrutable por las muchas referencias a autores y libros que hace.

Pd (3): gracias a Dios (cuya única excusa es que no existe, y nunca está de más recordarlo) sigo siendo bueno. Kantianamente bueno pero con un corazón e instintos esteparios.

jueves, 15 de enero de 2009

Cebes

No sólo Platón fue un mal discípulo de Sócrates. Y en esto no me extiendo; ni el espíritu ni la letra ni la intención socráticas están en Platón, acaso la apariencia y la voluntad racional, ésta entendida de modos muy distintos en uno y otro. Pero no es Platón lo que ahora me interesa sino Cebes, e indirectamente Antístenes.

En su 'Tabla' es Cebes el primer racionalizador de la bondad socrática, y a su modo es tan dogmático como lo serán Platón o Aristóteles. Cebes aconseja siempre la moderación y la discriminación racional (creo que a esto le llaman la sofrosine) y nos impele a una vida recta (la Verdadera Doctrina) que avanza en dirección contraria a la vida y sus pulsiones y dudas. Lo tienen por el primer estóico, e igual lo es. El estoicismo, me temo, no puede afectar a ciertos espíritus más honestos, enfermos o sensibles. Esto mismo puedo criticárselo a mi amigo Epicuro, pero Epicuro al menos luchó conscientemente contra el dualismo platónico, y Epicuro, al menos, nos propuso un 'lugar' donde, de alguna manera, vivir. El antiplatonismo y el Jardín son entelequias eurísticas... fases útiles en la inacabable y antinómica tarea de la deconstrucción existencial. Lo siento por Epicteto y Marco Aurelio, lo siento por mí, que los voy leyendo desencantada y aburridamente.

Me gusta más Antístenes. Su escepticismo y nominalismo no beligerantes, su utilitarismo desapegado e individualista, su metafísica y teología negativas...

miércoles, 14 de enero de 2009

Un poema (antiguo) de A.Host

Ningún oculto mecanismo gobierna nuestros días
ni los del más remoto e ínfimo átomo.
Ninguna fórmula de la química o del amor explica
el inabarcable azar de los días y las eternidades.
Lo que la química y el deseo no abarcan, no existe
o no tiene explicación; el Universo (no es necesario
inventariarlo ahora, pero es incontable y como el agua,
escurridizo) es ajeno y repudia de la moral.
No existen jueces ni responsables ni administradores
del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto.
¿Y sabes lo que es más triste?, que es mejor así,
porque si hubiéramos de inventar y poner fe
a algún designio oculto, éste sería el de la maldad más alevosa.

Un poema de Pessoa

Ah, ante esta única realidad que es el misterio,
ante esta única realidad terrible- la de que haya una realidad-,
ante este horrible ser que es que haya ser,
ante este abismo de que exista un abismo,
ese abismo de que la existencia de todo sea un abismo,
sea un abismo por simplemente ser,
por poder ser,
por haber ser
...ante todo esto, ¡cómo todo cuanto los hombres hacen,
todo cuanto los hombres dicen,
todo cuanto construyen, deshacen, y se construye o deshace a través de ellos,
se empequeñece!
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No, no se empequeñece..., se transforma en otra cosa
-en una sola cosa tremenda y negra e imposible,
una cosa que está más allá de los dioses, de dios, del destino
-aquello que hace que haya dioses y Dios y destino,
aquello que hace que haya ser para que pueda haber seres,
aquello que subsiste a través de todas las formas,
de todas las vidas, abstractas o concretas,
contingentes o eternas,
verdaderas o falsas.
Aquello que cuando todo se ha abarcado aún queda fuera,
Porque cuando se abarca todo no se abarca el explicar por qué es un todo,
¡porque hay algo, porque hay algo, por hay algo!
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Mi inteligencia se ha convertido en un corazón lleno de pavor,
Y es con mis ideas que tiemblo, y es con mi consciencia de mí,
Con la substancia esencial de mi ser abstracto,
Que me ahoga lo incompresible,
Que me aplasta lo ultratranscendente,
Y de este miedo, de esta angustia, de esta amenaza de ultraser,
¡ no se puede huir, no se puede huir, no se puede huir!
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Cárcel del ser, ¿no hay liberación de ti?
Cárcel del pensar, ¿no hay liberación de ti?

Pessoa (4)

La vida, dice Pessoa,
es evidente y unánime.
No ha lugar ni tiempo
para el tiempo y el espacio;
innata y dura, la existencia
nunca da opción, siempre gana,
sin trampas. Las ilusiones
que apostamos son la única trampa
y es innecesario buscar culpables y altares.
Confuso y lúcido, dice Pessoa,
el viajero, infinito en sus heterónimos,
sólo contempla y remueve,
adentro y afuera, cenizas y máscaras,
dice Pessoa.
Todo es misterio y todo es trivial,
pero no hay misterio y nada es
lo que nos parece sino lo que es,
desde siempre -aunque
suene muy moderno- dice Pessoa.

martes, 13 de enero de 2009

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Coincidencia

¡Increible! Hoy me han regalado dos 'Vida y destino' de bolsillo (de a 12'95 euros). He dado las gracias, claro, pero pensaba en qué podía significar tal coincidencia. Tenía pensado no leerlo hasta que pasara su actual fama... pero igual debo ponerme a ello. El libro huele bien y parece apetecible. Pessoa, sin embargo, yo mismo en cierto sentido lastimero, tiene toda la prioridad. Para las noches había empezado 'El viaje vertical' de Vila Matas, que es cortico y acabaré pronto, pero no sé como encajar el Grossman. En fin, a lo que iba, que parece increible... Se me olvidaba; también de cabecera nocturna llevo el Epicteto-Marco Aurelio-Cebes... ¡Vaya derroche de imbecilidad ha hecho el Universo en mí!

Pessoa (3)

En cierto sentido comprendo a Pessoa. A mi modo, en estos momentos no sólo espiritualmente 'enfermizo' sino además físicamente abatido, imagino a Pessoa, y me comparo en muchas cosas con él. Entiendo, a mi modo, mucho de lo que dice (imagino incluso cómo lo diría yo), pero, pero, envidio a don Fernando su 'fortaleza'. Su extraña vitalidad, su constancia, su salud física... que es imprescindible para ese permanecer adentro y afuera de sí y del mundo. Sus estancamientos le permiten mantenerse a flote (dentro de su naufragio), son cuando se vuelve realmente lúcido. Es como si para él la Nada fuese un recurrente punto de partida y no un punto final.

El Jardín tiene mucho de Sanatorio. Es el lugar donde plácidamente esperan alerta los pacientes incurables. Allí, donde la vida parece menos vida, es, sin embargo, donde ésta es contemplada y degustada (no puedo decir exprimida) en el más alto grado. Sólo me salva un cierto epicureismo, tal vez, no lo sé, sonrojante.

Para qué pensar, por qué sentir, para qué leer o escribir... es el modo -fatalmente literario o infantil- como me represento ahora el sinsentido de mi vida. Cualquier paso que dé habrá de parecerme, y resulta irónicamente demoledor, o bien una vergonzante derrota o bien una truculenta tragedia. Necesito ser otro, necesito no ser en absoluto... pero deseo diabólicamente seguir siendo y siendo yo. Igual no me engaño, y es simplemente que la misma lógica existencial me parece estúpida y me niego a seguir sus consecuencias hasta el final.

lunes, 12 de enero de 2009

Pessoa (2)

Para zanjar, por ahora, lo del platonismo de Pessoa. El platonismo imposible, el epicureísmo expresionista...

Bastante metafísica hay en no pensar nada.
¿Qué pienso yo del mundo?
¡Yo qué sé lo que pienso del mundo!
Me pondría a pensarlo si enfermara.
¿Qué idea tengo de las cosas?
¿Qué opinión es la mía sobre causas y efectos?
¿Qué he meditado sobre Dios y el alma y sobre la creación del mundo?
No sé. Pensarlo es para mi cerrar los ojos y no pensar.
Es correr las cortinas de mi ventana (que no tiene cortinas).
¿El misterio de las cosas? ¡Qué sé yo qué es misterio!
El único misterio es que haya quien piense en el misterio.
Quien está al sol y cierra los ojos
al principio no sabe qué es el sol
y piensa muchas cosas llenas de calor.
Mas abre los ojos y ve el sol
y no puede ya pensar en nada,
porque la luz del sol vale más que los pensamientos
de todos los filósofos y de todos los poetas.
Y la luz del sol no sabe lo que hace
y por eso no yerra y es común y es buena.
¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen esos árboles?
La de ser verdes, la de tener copa y ramas,
Y la de dar fruto a su hora, y eso no nos hace pensar
que no sabemos darnos cuenta de ellos.
¿Habrá mejor metafísica que la suya
de no saber qué viven
ni saber que no lo saben?
Constitución íntima de las cosas...
Sentido íntimo del universo...
Todo eso es falso, todo eso no quiere decir nada.
Increíble, que se puedan pensar cosas así.
Es como pensar en razones y fines
cuando empieza a rayar la mañana y allá por la arboleda
un vago oro lustroso va perdiendo oscuridad.

sábado, 10 de enero de 2009

Pessoa

A cuestas con Pessoa. El Horkheimer es ahora imposible. A ratos, entre manos y sólo hojeándolo, de Colli sobre el Platón pólítico... Pero en mente el sano pero asustadizo epicurísmo de Pessoa. Me tienta la idea... pero no, es absurdo; no fue una gran broma el señor Pessoa y su trágico huir de la tragedia. Un platonismo invertido, donde el adentro es el afuera y la luz oscuridad.

viernes, 9 de enero de 2009

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9 de enero

Paracetamol, ibuprofeno y distensán... y mucha paciencia. Al menos una semana. Eso ha dicho el señor técnico especialista en la maquinaria humana, el doctor relámpago, que en medio minuto me ha reconocido y diagnosticado. Esto no tendría mayor importancia si no fuese por el dolor de cabeza y el como en una búrbuja en que me hallo desde hace más de dos semanas. Mis pensamientos desde entonces, necesariamente más fugaces -muy respetuosos con mi delicado estado- se han tornado aún más pesimistas y vagos. Sigo leyendo y repensando lo de siempre. No veo salida. Tampoco luz alguna que me permita 'mejorar' mi espíritu. La idea misma de 'sanarme' me parece una humillante defección.

El Pessoa, fabuloso por supusto, permite ser leído de miles de formas. Literalmente lo hago yo en estos momentos. Esa necesidad innecesaria de la vida lúcida -el viaje no es necesario pero navegar sí lo es- que se traduce un una suma deconstructiva de días y posibilidades... una especie de medida higiénica para poder seguir haciendo lo de siempre. Le voy expurgando al 'Libro del desasosiego' algunas citas... pero no tengo fuerzas para pasarlas ni masticarlas bien.

Alternando con el 'Libro del desasosiego' voy leyendo las poesías completas de don Fernado... en edición bilingüe. Me gustan más, porque son menos poéticas, en español.

lunes, 5 de enero de 2009

Aira

'El cumpleaños' de César Aira. No es una novela, ni un ensayo, ni creo que se trate de un escrito de autobiografía intelectual. Son muy poquitas páginas, unas cien, y la idea principal es que don César no sabe qué es hacer Literatura (casi todo hacer literario termina siendo siempre secundario de un no sé qué inalcanzable) pero que le es imprescindible hacerla. Es su forma de vida; su empobrecedora forma de existencia, pues cuanto mayor es la pureza y esencialidad de lo expuesto, y la honestidad lleva a una cada vez mayor simplicidad, más empobrecido resulta el escrito y más vacío el escritor.

jueves, 1 de enero de 2009

1 de enero

Ya empezó el año, pero como si no hubiera acabado. Todo sigue igual, incluidos mis fastidiosos achaques, y sólo he leído unas páginas de Dostoievski. La custión de lo moral y lo político continua en su límbico lugar. Es un imposible, las cosas como están, y reflexionar honestamente -habrá quien diga racionalmente- los asuntos del mundo se me antoja un ejercicio de autoflagelación. Lo mejor, lo más luminoso personalmente, es, usando un lenguaje extraño para mí, realizar individualmente los principios ilustrados de la no mentira y la no barbarie.