miércoles, 2 de diciembre de 2009

Miércoles 2

.
El ánimo en leve subida. Quedan claras las coordenadas... tras el descubrimiento del desasosiego evitable... el otro es menos dañino, aunque más fatal y radical. Un microcosmos para la paz y la alegría: familia, libros, amigos, biblioteca, Cuenca. En orden directo a su importancia. ¿Son pocos motivos para la ilusión? En absoluto. Son estímulos más que suficientes. Me da alegría saber de tantas fuentes de posible felicidad... Ganas, nerviosismo, de que los días se vayan cumpliendo para ir experimentando los efectos de mi decisión. Paciencia, me digo. Vendrán el calor y la alegría. llevaré con elegancia y amor mi esencial pesimismo. Sobrellevar británicamente, con pudor y honestamente, mi ácida metafísica. Un estoico rebosante de cinismo y epicureismo. Una inteligencia estoica, un corazón epicureo y una cínica voluntad. ¡Vaya artefacto de fórmula!! ¡Menos mal que no soy filósofo para pensarla! ¡Que piensen ellos, los filósofos!, ¿no dijo eso don Miguel?
.
Guardando las distancias, y excusando mi inmodestia. Casi a mis años, Unamuno hubo de replantearse muchas cosas y evitar el naufragio cuando la muerte de Raimundo. Justamente porque yo sí tengo en quién apoyarme, y porque como don Miguel huyo de mi cansino ahogamiento caníbal, me replanteo mis circunstancias y proyecto mi 'salvación' en ellas.
.

No hay comentarios: