.
Sin fuerzas para hacer de escoliasta de algunos doctos comentarios sobre Unamuno y Nietzsche. La tarde se cerró y ya es noche gris y enemiga. Dormir hasta las 4 de la mañana, y con el nuevo día invertir mi atención en la santa burocracia. Ahora, al camastro a leer el Éxodo. Imposible no comparar la ingenuidad de aquellas gentes y su Dios con mi turbia alma y sus imposibles vuelos. La tierra prometida.
.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario