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¡Qué ponzoñosa mezcla la falta de ánimos y energías físicas con la asfixiante ausencia de paz y tranquilidad! El juego de las causas y los efectos me es indiferente. Tampoco consigo consuelo alguno soñando con un tiempo en que estaré tan agotado e indiferente que podré creerme en paz. No pienso en nada más que unos pocos segundos y alejo de mi cualquier intento de retomar mínimamente mi existencia. Etcétera, etcétera... ¡Envidiable el optimismo pesimista de Teognis!
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Aidonandestand: "El carácter obsesionante de este hombre anónimo no le deja ver esta alegría que yo me digo; esto es, que después de todo, este infinitésimo interpuesto, esta cantidad casi nula rellenando el vacío, mínimo puente sobre las tinieblas, tendría que ser cifra o razón suficiente de la alegría." (Autoficción said)
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martes, 9 de marzo de 2010
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3 comentarios:
Hablo de mí naturalmente, como siempre. Aunque podría hablar de todos. Además, de una tontería que (se) me ocurrió, o me imaginé que me ocurrió, esta mañana cuando iba a la capi. Obsesivo quería poner, pero me sonaba más mejor obsesionante.
O sea, que no somos na, y que encima no nos conformamos.
Pillín, pillín. Ilustrado irredento... pero lúcido (lo de la paradoja)
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