miércoles, 10 de junio de 2009
Libros
Aun me queda un rato de trabajo (sic). Esto es tan estúpido como interminable. Mejor no pensar qué y para qué de tanto papel y sutileza bondadoso-pedagógica-progre. Mejor sólo rellenar y rellenar papeles, y creer que así me gano el sueldo. De aquí a un ratito con Cervantes... me gusta la idea de leerlo en clave autobiográfica. La autobiografía de un pequeño hidalgo devorado por la maquinaria imperial que no obstante permanece fiel durante decenios de miseria a su patritismo e hidalguía... ¡hasta que llega la vejez y toda la vida, también Lepanto y Argel, aparecen como los sueños (in)necesarios de un loco!
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