Así está más claro. Así las cosas, pues que tienes razón. La honestidad frente a la ficticia y peligrosa verdad. El problema, que no lo es, aparece cuando se empeñan los sabios (los expertos en sabiduría) en fundamentar la certeza moral. Incurren en el flagrante delito (moral) de la religión, la metafísica, la ciencia o la sociología. La cuestión es más personal y a su vez moral; una continua y siempre inacabada y fragil autofundamentación. Llamémoslo, para no caer en el lenguaje y el oscurantismo de los sabios, vida no totalmente inconsciente de sí.
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Desvelado, cansado y los ojos como platos, pero sin ganas del papeleo profesional. Con el 'gen egoísta' y sus peligrosos amigos los memes. Mala suerte la mía, que para explicarme lo de la adaptación y evolución cultural, me han sacado como ejemplo aproximativo (sic) a José Ortega (otro sic).
lunes, 1 de junio de 2009
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