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El argumento de un relato posible. Dos individuos que experimentan la eternidad y así alcanzan a poseer (no sé si a entender) la perspectiva absoluta, el punto de vista de Dios. La travesía durante esa eternidad ha sido gratificante -al modo de Ítaca de Kavafis, por ejemplo- pero ya agotados todos los tiempos posibles aún les queda la duda, terrorífica, de convertirse cada uno en el otro. Lo terrorífico consiste en el temor a olvidar la epopeya vivida. Pero el verdadero miedo, que sólo lo anuncian con una mirada sobrehumana, está en que suponen que ni aún de ese modo lograrán olvidar cuanto vivieron.
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jueves, 20 de mayo de 2010
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