jueves, 27 de mayo de 2010

Jueves 27

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Una mañana demencial. Auditorio alocado, papeleos varios, reuniones sin valor... y conversación teológica; de si Dios es o no necesario. No recuerdo la conclusión ni los alegatos, pero sí que yo iba pensando en lo complicados que somos a veces los humanos. Nada hay más allá de lo que las personas nos decimos y hacemos. Desde la perspectiva (imposible) de Dios toda discusión humana es innecesaria e incluso estúpidamente masoquista. O algo así.
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