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No he podido dormir la siesta, las preocupaciones me tienen aprehensivo y melancólico, también rabioso. Limpio un poquito la casa, lo justito. Leo los diálogos de Sábato y Borges. Algunos versos de Pavese; vuelvo a releer 'El vino triste'. Saco notas, lentamente y sin ninguna vocación, sobre Ortega y Gasset. Ojeo legislación (¡alabado sea Zeus!). Busco papeles que sé perdidos. Me recomo de tristeza y rabia.
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Planifico la tarde... cómo haré para que pase rápido y yo con ella. No me queda tabaco, me apetece un café pero no tengo ninguna gana de ver y hablar con mi camarero amigo. Bebo refresco... ¿y si bajara a por dos o tres litronas?
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jueves, 27 de mayo de 2010
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6 comentarios:
¿Por qué tanta tristeza...?
Hay días...
Maldito amor...
Gracias.
¿Por qué gracias?
Por intentar entender.
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