viernes, 29 de junio de 2007

Paradoja

Somos, innegablemente un puñadito de átomos, y nada más que eso. Pienso que esta afirmación es válida aun reconociendo que la palabra y teoría del 'átomo' es relativa al cerebro humano y a una época humana. Llamémoslo como queramos pero somos lo que somos. Todo lo demás (lo espiritual, en sentido amplio) es algo que se deriva de esa realidad material que nos constituye.
Pues bien, tan verdadero como esto es también -y lo paradójico es que ambas afirmaciones son contradictorias- que no podemos experimentarnos más que como individuos concretísimos e irrepetibles. Esta paradójica escena del ser y parecer no es nueva, no, pero, ¿no nos habían enseñado que era una cuestión superada desde Kant y desde Nietzsche? La metafísica y la antroplogía continúan prisioneras de este maravilloso 'juego del lenguaje'. Posiblemente no sea definible y defendible de otro modo la libertad.

jueves, 28 de junio de 2007

Respuesta a Autoficción

"Sujetos islas, abandonados en y por el lenguaje". Somos un destilado inapresable del lenguaje y de otras muchas realidades; somos, evidentemente, seres arrojados y hechos en el azar de la Historia. Podemos pensar, sin embargo, que la verdad oculta de dicho punto de convergencia es una capacidad de conciencia y un ímpetu. Voluntad, Vida, Inconsciente... Tal sustrato no explica nada ni de ninguna manera es explicable, pero es innegablemente real por muy 'otro' de nosotros mismos que sea. Sobre el Sujeto Vital. No es un sujeto, sino pura 'autenticidad' (¿lucidez valiente?)Cuando un poeta busca la poesía (la actutud y el escenario poético) al margen de los libros de poesía, o cuando el filósofo pretende "enfrentarse cara a cara con el logos escondido en el universo", está admitiendo la existencia de dicho humus ciego prehistórico.Sobre los sentimientos y el deseo del Sujeto Prehumano. Son tan derivados como la pura conciencia, la lógica o la física de partículas. Enmarañados y extáticos constituyen la verdad inapresable de la Historia de la Especie y de las historias particulares."[La cuestión de los límites y los márgenes] una peculiaridad del lenguaje o del pensamiento. No demasiado afortunada, si bien voluntariosa". "¿Cómo aclararme a mí mismo -¡a quién si no!- la dificultad del pensamiento? Habitantes de una gran ciudad, merced a la virtualidad de los media, el número inmenso nos separa de la ley y la razón común: mutuamente desconocidos, milagroso sería que pudiéramos proponer algo comprensible, que nos pudiera ser propuesto". "El amor es la sustancia del mundo, su falta el sinsentido: la verdad está en las mismas cosas". Creo que se refiere al ímpetu y al cansancio de la vida lúcida; no es una verdad primaria sino muy derivada (y necesaria). Tan derivada y necesaria (¡qué triste reconocerlo!) como la opción del Odio. Por qué prefiero la opción Amor (Compasión) es una cuestión sin importancia; y por supuesto jamás sería un argumento.