sábado, 31 de mayo de 2008

Sorge, Lord Ch., Sein zun...

Evidentemente; la 'cura' es incompatible con la íntima certeza de la Nada. ¿Por qué, entonces, seguimos aquí, y además dándole vueltas a tan estúpido asunto? Porque sí, porque mis amígdalas cerebrales festejan mis laberintos cortéxicos. Dioniso y Apolo. Una diabólica sed de existencia... fatalmente consciente. Fórmula del cinismo más verdadero: dopamina=honestidad.

El 'Discurso del método' es un libro de poesía, de aburrida poesía (al decir de los más honestos poetas y filósofos, que en este juicio coinciden). Todos somos Lord Chandos aun sin saberlo... todos, incluso Lord Chandos, ejercitan otras máscaras las más de las veces. Un Dios eterno e impotente; eso es Dios, si Dios existe, y eso es el hombre, cuando el hombre se toma un poco en serio lo de valorar la existencia y sus infinidad de posibilidades.

El DRAE no es necesario, es un mal poema y un peor consuelo. Risa y vómito (previo paso por el estado indefinible del vértigo) producen los lexicones. Verbi gracia el de un libro sobre la educación sentimental que acabo de estamparme a la altura del páncreas. 27, ¡27!, palabras para intentar una geográfica del corazón. ¡2.700! y seguiríamos igual. Algunas veces, para mi felicidad, me reconozco alexitímico podrido, lúcido quiero decir.

Pd: reconoce que el ABC cultural de hoy es una obscenidad. ¿Libros=Feria? Me ha llamado la atención una referencia a un tochillo de Sawa. A éste le tengo cariño; creo haberle leído todo. Escritor de segunda, pero bohemio mediocre y fracasado -como debe ser-.

Más perogrulladas de Camus

1. El espíritu humano busca/ficciona un Universo cálido, un hogar.
2. Hay certezas vitales que no lo son a nivel visceral; la propia muerte, por ejemplo. Ideas que si las sintiéramos de verdad, trastornarían nuestra existencia.
3. Sólo los racionalistas profesionales, y los funcionarios agradecidos de lo establecido, añado yo, siguen confiando en que es posible el 'verdadero conocimiento'.
4. El Universo, los otros y uno mismo es siempre un desconocido para el espíritu. "Nunca se colmará el foso entre la certeza que de mi existencia tengo y el contenido que intento dar a esa seguridad. Seré, por siempre, un extraño para mí mismo."
5. Sobre el razonamiento absurdo, o el absurdo de la razón. Sobre la relación entre Fe(Sentimiento) y Razón: siempre hemos de escoger entre las certezas, la ciencia por ejemplo, que nada me dicen, y las hipótesis que sí me enseñan pero que yo sé que no son ciertas. Simples ilusiones.
6. La renuncia, la indiferencia... o los 'ismos' de todo tipo acechan siempre al espíritu.

Citas de 'El mito de Sísifo':

"Mientras el espíritu calla en el mundo inmóvil de sus esperanzas, todo se refleja y ordena en la unidad de su nostalgia. Pero, al primer movimiento, ese mundo se resquebraja y se derrumba: una infinidad de fragmentos relucientes se ofrecen al conocimiento. Desesperemos de reconstruir alguna vez la superficie familiar y tranquila que apaciguaría nuestro corazón."

"Un hombre honrado se muere de risa con esa razón universal, práctica o moral, ese determinismo, esas categorías que lo explican todo. No tienen nada que ver con el espíritu. Niegan su verdad profunda, que es estar encadenado. En este universo indescifrable y limitado cobra en adelante su sentido el destino del hombre."

"Yo decía que el mundo es absurdo e iba demasiado deprisa. Este mundo en sí no es racional [ni bondadoso o justo], es cuanto se puede decir. Pero lo que es absurdo es la confrontación de esa [fría] irracionalidad con el deseo profundo de claridad cuya llamada resuena en lo más hondo del hombre. (...) A partir del momento en que es reconocido, lo absurdo es una pasión, la más desgarradora de todas. Todo estriba en saber si se puede vivir con pasiones, en saber si se puede aceptar su ley profunda, que es quemar el corazón que al mismo tiempo exaltan."

Pd: no olvidar la premisa principal de Camus: que la existencia no tenga ningún sentido no significa que no valga la pena de ser vivida.

viernes, 30 de mayo de 2008

A partir de kafka (sic)

La ósmosis inevitable entre las máscaras y la costumbre, por un lado, la cara lúdica e inconsciente de la nada, y, del otro lado, el sisífico esfuerzo para la pureza (¿la culpa?) y el desvelamiento. No ha lugar para la vida -sí para el llanto y la risa- ni para ningún futuro; Saturno devorando sus propios sueños. El hambre demoniaca del dios, hija o madre del miedo.

jueves, 29 de mayo de 2008

Kafka

Al albur de los Diarios de Kafka... el silencio insoportable del dormitorio vacío (imposible de ocupar) y el insoportable ruido de la costumbre y las buenas maneras literarias. Pero no es tan fácil, no, no le es ni puede serlo... ¡no entiendo, y esto es inevitable, el enigma Kafka!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Jardín

En el Jardín hay pasiones. No es un no-lugar para la ascésis filosófica. En el Jardín hay de todo, de todo cuanto deseemos y podamos alcanzar... lágrimas y risas, filosofía, amistad, sexo (¡pues claro que sí, ¿dónde mejor?), silencio, alcohol, ascetismo también... Lo que no hay en el Jardín: ruido, prisas y necedad rentable.

Perogrulladas...

...como el mismo Camus cínicamente advierte:

1. El absurdo, para ser tal, ha de ser un punto de partida y no una inocua conclusión.
2. La respuesta al sentido de la existencia, a si vale la pena ser vivida, ha de ser personal. La contabilidad de esperanza, lucidez y anhelo de nada es algo intransferiblemente individual.
3. El suicidio no es un asunto social, sino de cada individuo, de cada corazón que larvadamente termina, él, por decirse que 'ya no vale la pena'.
4. No es cierto que la falta de sentido de la vida conduzca por fuerza a declarar que la vida no vale la pena de ser vivida.

"Vivir, naturalmente, jamás es fácil. Seguimos los gestos que la existencia pide por muchas razones, la primera de las cuales es la costumbre. Morir voluntariamente supone que hemos reconocido, aunque sea instintivamente, el carácter ridículo de esta costumbre, la ausencia de toda razón profunda para vivir, el carácter insensato de esa agitación cotidiana y la inutilidad del sufrimiento." ('El mito de Sísifo')

martes, 27 de mayo de 2008

El Desesperado

Aquí, enredado con José María Caín Marchenoir, 'el desesperado'. Un artista, sí, pero al modo de Kierkegaard y no de Rimbaud. Una repugnacia por el siglo que roza con el arte más sublime o con el misticismo. Una voluntad de infinito en lucha con la propia constitución biológica más cercana, aunque siempre disconforme, a lo mundano.

El lenguaje del libro de Leon Bloy es, quitando algunos párrafos geniales, un poco recargado. Creo que el libro ganaría mucho leído sin tanto oropel y sin la referencia directa a ese Dios y Cristianismo Puros e Imposibles.

También podría leerse, simplemente, en clave del genio, por definición indigente y enemigo (derrotado) de la mediocridad, por definición, triunfante.

Encantadoramente inocente su apología de la Gran Cartuja... No estáría mal, no, pero ¡la Cartuja no es el Jardín!

lunes, 26 de mayo de 2008

Camus II

"Los dioses habían condenado a Sísifo a subir sin cesar una roca hasta la cima de una montaña desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. (...) Sísifo es el héroe absurdo. Lo es tanto por sus pasiones como por su tormento. Su desprecio a los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le valieron ese suplicio indecible en el que todo el ser se dedica a no acabar nada. (...) Si este mito es trágico lo es porque su protagonista tiene conciencia. ¿En qué consistiría, en efecto, su castigo si a cada paso le sostuviera la esperanza de conseguir su propósito?. (...) Toda la alegría silenciosa de Sísifo está ahí. Su destino le pertenece. Su roca es suya. Del mismo modo, el hombre absurdo, cuando contempla su tormento, hace callar a todos los ídolos. En el universo súbitamnet devuelto a su silencio, mil vocecitas maravilladas de la tierra se alzan. Llamamientos inconscientes y secretos, invitaciones de todos los rostros, que son el reverso necesario y el premio de la victoria." (de 'El mito de Sísifo')


El horizonte del texto es 'la muerte de Dios'. La falta de referentes absolutos, el descreimiento íntimo hacia lo culturalmente transmitido. La 'muerte de Dios' es también el descubrimiento aterrador de la soledad y vacuidad existencial. Las respuestas posibles ante este infinito escenario vacío en que el Universo y cada existencia se han convertido son variados. Algunas más ingenuos o artificiales que otras. Memorable el llanto del sepulturero de Schopenhauer, o el indecible e inhumano Superhombre, o las lamentos lúcidos de cierta poesía y narrativa del malditismo y el 'silencio'. También la vocación política, la confusión entre metafísica y política; verbi gracia, Sartre. En este maremagnun de inciertos tanteos insertamos el texto de Camus.


Para qué la libertad, para qué la existencia, para qué y cómo un Universo y vidas humanas radicalmente prescindibles. Por qué vivir. La 'muerte de Dios' como inédita y personal posibilidad del Silencio fértil; un Universo, una Historia, cada individualidad, cada alma, vueltas al silencio esencial. El ruido y los ecos son nuestros, y son ineficaces y son falsos y perjudiciales. Un alma que escucha por vez primera en un Universo realmente mudo su propio sonido, su propio susurro.


La silenciosa alegria y la silenciosa victoria del alma que puede, ahora sí, descubrirse a sí misma por vez primera. Una nueva alma en un nuevo Universo. La búsqueda y nueva experimentación de la propia subjetividad y de lo afuera-objetivo. El encuentro cómplice con otras almas afines. ¡Un lúcido y apasionado Jardín!

Camus

Mala noche, mal día... ¡casi da igual! Mi excusa para estar aquí es ser el lugar-donde-el tiempo-hace-estragos... Hoy no debería hablar del 'Mito de Sísifo', del trabajo absurdo y sin esperanza. ¿Qué lucecitas, que solidaridad, que callada victoria, son hoy posibles? No, no es el día; apartar a los dioses -¿qué culpa tendrán ellos?- me parece una pírrica derrota.

La decencia y la laboriosidad de Camus mantienen, en la distancia, una pequeña y cálida hoguera. Pero hoy, hoy, el frío...

Pd: dentro de 8 ó 10 horas escribiré Camus II, a ver cómo ha ido la cosa.

domingo, 25 de mayo de 2008

Amos Oz

Malinterpretando a Amos Oz. Hay dos tipos de relatos literarios; los que se refieren al 'inicio' y los que lo hacen al 'origen'. Todo relato, toda acción... tiene un inicio más o menos situable y explicable. En rigor, las condiciones del inicio dependen de otras condiciones y así hasta antes del big bang. La mejor literatura, y la mejor filosofía... es la que se encara con el problema insoluble del origen absoluto.

Quitando estos intentos 'metafísicos' sobre el origen de todo (y nada ha de importar la excusa objetiva sobre la que se narra o reflexiona), todos los demas relatos son igual de buenos o malos y sólo depende de su azaroso grado de aceptación el que se les considere como mejor o peor literatura.

En su libro 'La historia comienza' trata de esto Amos Oz. Analiza desde la perspectiva de su inicio y su relación con el origen unos cuantos relatos más o menos clásicos. Son comentarios breves y muy agradables de leer. Especialmente recomendables los de Gogol, Chéjov, Kafka (el comentario más conseguido) y Carver.

La culpabilidad del médico rural no es detectable desde la pura exposición de lo ocurrido, que exime al protagonista de toda responsabilidad moral y legal. La culpabilidad está en que cualquier inicio humano no es más que un fragmento inconsistente del origen inabarcable de todo. El cierto poder que el ser humano tiene sobre las situaciones dadas queda ahogado en el gran y opaco devenir cósmico. La radical ceguera e impotencia del más lúcido y enérgico de los hombres es lo que Kafka nos señala. Todos somos culpables de irresponsabilidad.

jueves, 22 de mayo de 2008

Reflexión

Los místicos del Infierno y del Paraíso no tienen que salir del propio alma... en verdad nunca lo hicieron. Lo abismal no consiente la alteridad... ni tampoco la mismidad. La nueva teología son los sociólogos y epistemólogos, que quedan a mil leguas de las cuestiones esenciales.

Todo acto de autenticidad y decencia intelectual es un acto de inmolación. No es el espejo el que cae en mil pezados... La vida, sin embargo, inercial, nos permite seguir en el juego. La culpa.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Lord Chandos

Para evitar una o varias denuncias por plagio de parte de MLL, he optado por plagiar a Hofmannsthal. a Lord Chandos. Cuatro o cinco veces habré leído este pequeño escrito, y es la primera en que lo veo muy simple y válido. Reprocharle, tal vez, su cortedad. El doble o triple de páginas no le hubiesen venido mal.

La ruptura de la relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad. Además, la suposición de la misteriosa e inefable riqueza que cualquier experiencia potencialmente esconde. Como efecto, o como causa, la pérdida del sujeto para sí mismo. No es meramente la pérdida de la identidad sino de la propia sujetividad como fuente de conocimiento y autoconocimiento. Esto último es lo más interesante. Qué es el alma en un mundo indecible. Quién soy yo más allá de las fórmulas, sólo fórmulas, aprendidas, incluso las menos racionalístas y más románticas y poéticas.

"...he perdido por completo la capacidad de pensar o hablar coherentemente sobre ninguna cosa."

"...me invadió una sensación de terrible soledad; me sentía como alguien que estuviese encerrado en un jardín lleno de estátuas sin ojos..."

Algo positivo, y realmente es una forma pésima de adjetivar, conlleva esta impotencia expresiva. Es la capacidad de experimentar más plenamente. Plenitud, eso sí, acompañada de vaguedad, oscuridad intelectual, de inutilidad espiritual, indecibilidad y radical incomprensión. Ni la ciencia ni la filosofía ni el arte pueden captar, reproducir o explicar tal forma 'extravagante' de estar conscientemente en el mundo. El humillante y salvífico silencio a que te arrastra tantas veces, pero nunca las suficientes, la honestidad.

domingo, 18 de mayo de 2008

Quién sabe

Pensar y vivir sin una cierta dosis de frustración no es, para algunos espíritus escrupulosos, pensar y vivir realmente sino algo así como un superficial y deprimente simulacro. Porque no es el pensar y el vivir mismos lo frustrante, sino el individuo que los padece y ejecuta.
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En uno de los pasquines de a euro de hoy regalan un libro sobre Kandinsky. En el quiosco he dejado el periódico y me he quedado y leído el librito. Escaso pero claro. Fotos aceptables. No obstante no hace justicia a 'Punto y línea...' aunque contextualiza muy bien al pintor ruso. Queda pendiente -cuando en breve lo acabe para mí- un breve comentario sobre el concepto de arte en Kandinsky.

Pd: 'Der blaue Reiter' es más que Kandinsky, por mucho que el historicismo y el progresionismo se empeñen... Lo más decente de las pinturas de K. se encuentra en su dimensión expresionista, y no en el construccionismo o cubismo o geometrismo o...

sábado, 17 de mayo de 2008

'El desesperado'

De Leon Bloy. Editorial Difusión (Argentina, 1968). Traducción al argentino de José Mazzanti. 300 páginas de letra pequeña. En buen estado. La valoración olfativa es muy subjetiva, pero éste huele bien. Bastante bien; una mezcla no agriada de papel barato y goma. El olor no es intenso. Está sin firmar, ni presenta signos de haber sido leído. Menos rollo y a lo que iba: no me gusta la portada; es demasiado explícita (parece un relieve románico). Por eso lo regalo a quien primero me lo pida... yo corro con los gastos de envío.

jueves, 15 de mayo de 2008

Nada

Tú lo has dicho perfectamente, 'Nada'. Te plagio tu entrada.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Kandinsky

Heródoto, Spengler, a ratos Kafka, y Vasili Kandinsky. Casi estudiándome su 'Punto y línea sobre el plano'. Cuatro verdades irrefutables (naturaleza viva, conmoción del artista...) disfrazadas de análisis del arte y geometrismo y cromatismo inteligibles. Los resultados, las obras de Kandinsky, bastante mediocres; a pesar de su crítica al 'figuratismo' expresionista (bienintencionado pero confuso y no radical, eso dice el amigo) las obras de kokoscka o Munch o Schiele son infinitamente más humanas e iluminadoras. La Piedad, la Madonna, el Grito... De todas formas, el libro se deja estudiar y resulta 'divertido' (ángulo agudo-amarillo-cálido-sonido estrepitoso, verbi gracia, o círculo-azul-frío-sonido, etc, hasta el infinto).

martes, 13 de mayo de 2008

Matemáticas de Spengler

Toda la tarde con Spengler. Saber, sabía, y labia no le faltaba. Demasiado vehemente... para lo que en definitiva cuenta; cuestiones eruditas alemanas de su época. Mucho Nietzsche disfrazado, mucho -demasiado- Goethe. Crisis de las ciencias y vitalismo. Y mucha, mucha erudicción. Interesante sólo para un Catedrático -y perdonen el exabrupto- o para un poeta desorientado.

Su teoría de las matemáticas es interesante. La matemática al inicio de la filosofía y el arte.

"El origen de los números se parece al origen se parece al origen del mito. El hombre primitivo considera las confusas impresiones de la naturaleza -lo 'extraño'- como deidades, númica, y las conjura limitándolas por medio de un nombre. De igual manera, los números sirven para circunscribir y, por lo tanto, conjurar las impresiones de la naturaleza. Por medio de de los nombres y de los números, la inteligencia humana adquiere poder sobre el mundo (...) En el número, como signo de la total limitación extensiva reside, pues, como lo comprendió Pitágoras, o quien fuera, con la íntima certidumbre de una sublime intuición religiosa, la esencia de todo lo real, esto es, de lo producido, de lo conocido y, al mismo tiempo, limitado."

Pero cada época entiende la realidad y la existencia de un modo distinto, y por eso son distintas las matemáticas. mejor dicho: son experimentadas por el ser humano de modo distinto. Las matemáticas griegas. Para el griego lo real es siempre algo, un objeto, una cosa, un cuerpo, y por eso el número es símbolo 'óptico' de tal coseidad real. El espacio vacio e indeterminado espanta a la mente del griego, y sus matemáticas son incapaces de lo ilimitado e irracional. La matemática moderna, que inaugura Descartes, sin embargo, expresan primordialmente la realidad del espacio ilimitado (los objetos en él es algo secundario); lo infinitesimal y la geometría analítica. Para los contemporáneos, incluso, las matemáticas son susceptibles de movimiento y casi vitalidad, que se expresan por medio de funciones.

No sé muy bien qué he leído. Pero es agradable imaginar el esquematismo matemático como una indómita fuerza en pugna con la experiencia. ¿Qué matemática sería la más afín al alma de Rimbaud, o de César Vallejo?

sábado, 10 de mayo de 2008

Razón y sentimiento

Razón y sentimiento aparecen siempre juntos. Siempre. La más clara y fría de las lógicas, el más lógico de los estados del mundo, es aceptado por una preferencia sentimental inconsciente en un acto no sentimental sino de pura eficacia y capacidad de manejo de información. 11 millones de datos por segundo maneja el cerebro en su conjunto; el neocortex sólo 50 unidades al segundo. Los criterios de selección de esas 50 unidades son casi en su totalidad inconscientes y sentimentales.

La voluntad y sentimiento de razón. Es interesante, pero no imprescindible, saber de las bases fisiológicas de dicha realidad.

Es interesante pero no imprecindible saber de la relación entre el sistema límbico y la corteza cerebral, así como de la relación entre estímulos y respuestas hormonales, que a su vez determinan las emociones y la lógica cerebral.

Todo recuerdo es una reconstrucción sináptica. Luego es distinto al original. Además de todos los factores aleatorios (cada cerebro es distinto y todo cerebro cambia) que determinan el modo de las sinapsis.

Cómo una neurona recuerda sus conexiones posibles. Cómo esos millones de conexiones se convierten en un mundo consciente.

Espiral II

Algo así. Un no progreso, más verdadero que todos los progresos. La verdad más oculta que en su pobreza es incapaz de ninguna trascendencia. También una cárcel, un laberinto. Imposible escapar; tú estás en él y él en ti; se descansa de la pesadilla a cambio de una cierta vergüenza o culpabilidad 'animal'.

Espiral

Ego dico:

Sé que el motor de la Historia es la felicidad, o la libertad, o la dignidad... pero sé que el mío es el miedo. No son la inteligencia, la felicidad o la libertad formas de combatir el miedo y el frío, sino sus modos esenciales. Terrorífico descubrimiento, posterior al del Eterno Retorno; he alcanzado un estado de vejez -palabra mucho más noble que la de madurez- al que Nietzsche no pudo llegar. Su último enemigo fue la compasión, el mío el espejo.

Más Punset

Todavía a cuestas con 'El viaje a la felicidad' de Don Punset... ¡espesico, espesico!. Menos mal que la gracia y agilidad de Heródoto me compensan. Del mismo Punset he empezado, y ya he llegado casi a la mitad, 'El alma está en el cerebro'. Muy discutible la 'visión del mundo' que supone y cree avalar Punset; sigue pareciéndome que usa 'falazmente', ambigüamente, los conceptos más esenciales. También sigo percibidiendo demasiado optimismo ilustrado. Pero, y hay que reconocerlo, este sí es un buen libro. Recomendable. Mejor redactado y con mucha e interesante información.

Válido: la concepción no lógica del cerebro, sino vital: el cerebro no busca la verdad, sino la supervivencia. El cerebro humano no nace en blanco, sino que es una compleja máquina que determina el qué y el modo de los futuros aprendizajes. Prejuicios biológicos, tanto emocionales como lógicos.

El nuestro es un cerebro (lógico y emocional) para 'ir tirando' y es incapaz de entender algunas de sus propias creaciones (la física cuántica, por ejemplo). Nuestro cerebro saca fotos fijas y parece conformarse con ello. El propio cerebro puede y debe deconstruirse conscientemente.

Muy interesante la discutible pero posible distinción entre educación y adoctrinamiento. También vale la pena el resumen que hace de los experimentos de Milgram.

jueves, 8 de mayo de 2008

De Punset

Ya voy por la mitad del libro y sigue sin convencerme. Lento y poco claro. Retórico en el mal sentido. Su uso confiado, y a demás a su modo, de los datos de la ciencia me lo asemejan a un teólogo. ¡Sólo es capaz de responder a aquello para lo que hay pregunta científica; pura teología y satisfacción! El Punset sobre la felicidad. Aún no sé a qué se refiere. Da a los conceptos significados ad hoc; ¡pura psico pedagogía! Algunas ideas poéticamente interesantes se le pueden entresacar.

"La progresiva consolidación de la Tecnosfera [el desarrollo tecnológico] ha permitido a los humanos transformar su modo de vida, pero no su sistema emocional... El cambio mental [racional tecnológico] atenta contra las convicciones emotivas asentadas a lo largo de miles y a veces millones de años."

Supongo... me suena al cazador frustrado del que nos hablaba D.Morris. ¡Estos cientificistas acabarán haciendo poesía! Más interesante es su teoría de que es más fácil el control de la amigdala sobre el neocortex que de éste sobre ella. Quiere decir, que las corazonadas y lo sentimental determinarán con más probabilidad nuestros pensamientos y acciones que la propia evaluación lógica de la situación. Ya lo sabía. Sin voluntad y sentimientos la razón es incapaz de decidirse y ni siquiera de tomarse a sí misma en serio. Pues claro. Se remite Punset a estudios neurofisilógicos y a Golemann.

Otra cosilla, para mi gusto más interesantes: la 'tristeza maligna' (el 'vacío existencial') como fruto de un cerebro constitutiva e inevitablemente insatisfecho. El cerebro conoce siempre indirectamente 'la realidad', pero lo grave es que la idea que sobre ella se hace es siempre más perfecta (abstracta) que la realidad misma: un cerebro siempre defraudado. Un alma que es incapaz de contentarse aunque nada desee. Esto me gusta más.

miércoles, 7 de mayo de 2008

'El viaje a la felicidad'

En mi pseudoestudio sobre la felicidad, después del Desmond Morris, he cogido el Punset. Así así. Pero todavía es pronto (sólo he leído la introducción y el capítulo I). La especie humana occidentalis ha conseguido en los últimos 200 años un incremento de la esperanza de vida de 50 años. La ciencia y la política han de permitirnos invertir ese excedente 'innecesario' para la reproducción en mantenimiento feliz. Así así, ya digo. Por ahora, demasiado ingenuo. Incluso falaz. Sólo voy por la página 35 y aún no sé a qué se refiere Punset con eso de la felicidad. Ya veremos.

En Debolsillo, muy barato.

'El niño con el pijama a rayas'

Una historia de inocencia pero no de bondad en un mundo sucio y retorcidamente simple. Bien. Corta y amena; demasiado corta y amena, tal vez. Todos los personajes, incluso el niño de 9 años, son creibles. John Boyne escribe a pinceladas y nos permite completar los detalles y la Historia en que la historia aparece. El padre, un enigma, un repugnante enigma. Final inevitable y previsible, el mejor posible.

lunes, 5 de mayo de 2008

'Parménides' de César Aira

Aparentemente sólo una jocosa crítica al logicismo y metafísica parmenídeos. En verdad una definición del escritor, o de la Literatura. El 'misterio' ed la existencia que no tiene nombre definido ni se corresponde con ningún objeto particular, ni siquiera Dios, que se refleja como puro e inspirado decir poético. Ese Ser, o esa Nada, es el tema real de todo escritor, independientemente de cómo se formalice en la obra. Rondar 'a ciegas' ese enigma metafísico es el sentido de la Literatura. El escritor debiera saberlo, y dejar para los críticos y la posteridad el análisis de la obra.

En Debolsillo. Es del año 2005. También he conseguido de C. Aira 'Ema, la cautiva' de 1981. Comprobaré la diferencia tras 25 años. Me han regalado 'El niño con el pijama a rayas', y he de leerlo inexcusablemente (hay regalos con trampa).

Sigo con el Carlyle, el Spengler, el Heródoto y Don Kafka. Un tal Goethe debió ser importante porque los románticos Carlyle y Spengler (sí, lo es, aunque le pese) no dejan de citarlo. El 'Meister' y 'Verdad y poesía'.

sábado, 3 de mayo de 2008

Caza y Filosofía

Un libro realmente mediocre, y hasta de edición injustificable, pues lo aprovechable aparece en las primera 35 ó 40 páginas. El resto, relleno. Es el de Desmond Morris 'La naturaleza de la felicidad'.

Idea valiosa. Recordar y satisfacer al cazador que fuimos durante cientos de miles de años es el modo de la felicidad. El cazador es curioso e inteligente, además de necesariamente cooperativo, y alcanza su felicidad y supervivencia con la consecución del objetivo; con el apresamiento del objeto, convertido ahora en trofeo. La filosofía como un sucedáneo de la vitalidad cinegética. Apresamos inteligentemente la realidad y celebramos banquetes por nuestra victoria.

Nuestro éxito biológico, sin embargo, puede traducirse en nuestro fracaso histórico y cultural. Nuestra actual forma de vida tecnificada atenta contra el espíritu emprendedor y activo del cazador primitivo. Algo así como la alienación.

Pregunto yo: ¿qué ocurre con el cazador aterrorizado por sus propios símbolos, con el cazador que ni sabe ni quiere serlo, con el cazador cuya mayor peligro se encuentra adentro de sí mismo

Spengler

Un romántico que huye de su propia nostalgia. Muy poco convincentemente. Contra el naturalismo mecanicista y contra las filosofías lineales de la historia. Contra el provincianismo occidental que se cree modelo de la (inexistente) Historia Universal. Goethe es su mentor; la Naturaleza viva que se manifiesta en su eterno juego del nacimiento, el esplendor, la agonía y la muerte. La causalidad, el sino, que es íntima al propio ser.

Las más de cien páginas de la introducción a 'La decadencia de Occidente' tienen párrafos realmente bellos. Trágicos aunque no tristes. Toda Cultura surge y es en la vitalidad creadora, pero termina inevitablemente convertida en Civilización hueca y vaciada de sus propias raíces. El nihilismo, la inercia sin trascendencia posible, sin posibilidad de nuevos rumbos. Buscar modelos en la Antigüedad es infantil y patético.

Lo valioso que haya producido Occidente lo heredarán las nuevas culturas -los nuevos bárbaros como cuando Roma- por surgir.

Posdata. Se empeña Spengler en que su referente es Goethe y no Nietzsche. No dudo que esa es su voluntad, pero el optimismo goethiano no se recupera con sólo citarlo, o con apelar ciega y contradictoriamente a la Ciencia frente a las tristes poesías y metafísicas del romanticismo tardío. A pesar de su critica el patetismo nietzscheano es innegable la sombra de Nietzsche en Spengler.