lunes, 30 de junio de 2008

Últimas adquisiciones

De A.Dyroff, 'El concepto de la existencia'. Infumable; empieza con Brentano y Hans Cornelius... Pero es una edición de 1902.
De E.Bark (?), 'El nihilismo y la política rusa'... de 1882 y en pasta dura.
El volumen 1º de las obras de Primo de Rivera, los discursos, en una edición de 1939.

Cosas más serias: 'La guerra del fin del mundo' de Vargas Llosa, y 'Extraña forma de vida' de Vila Matas.

Acabando el libro de Vaca de Osma sobre los reyes españoles de la Edad Media. No me quedo con casi nada pero una delicia de lectura. Bueno, sí, me quedo con que siempre eran los mismos celtíberos los que por egoísmo frustraban bellas posibilidades históricas. Además, Alfonso X 'el Sabio' fue bastante inepto en eso de gobernar.

Del relato de Turgéniev 'Clara Milich'; más sugerente y prometedor que conseguido. Buen estilo... o buena traducción.

martes, 24 de junio de 2008

Varia y mínima

A punto de volver a las andadas lingüísticas. Sí, Borges, el escéptico hacedor. También, me pregunto por qué, 'Los jefes' de Vargas Llosa.

Un libro bastante decente aunque un pelín desparejo: 'Los chic@s fe@s también bailan', relatos, de varios autores. Especialmente señalables los microcuentos de Germán Muñoz, y los relatos de Santiago Girón, muy bien escrito, y de Miguel Castro, el más abierto y sugerente.

sábado, 21 de junio de 2008

Literatura y muerte

A pesar de ello, o precisamento por eso. Engañar a la muerte (dominando/fijando la vida), o cumpliendo -que dirían los dioses- el destino de la muerte eterna en su eterno colorido.

viernes, 20 de junio de 2008

Cansancio

El límite del absurdo. Justificar lo injustificable; a más razones, más miseria. El mundo al revés -una forma de hablar- la imperittia superba al timón del barco fantasma.

El mejor argumento en favor de los excesos platónicos es la propia realidad del hombre, su Historia y sociedad. La (auto)psicología, a Dios gracias, refrena dichos viajes alucinantes.

Creo que ya queda poco...

Un par de cosillas de Benedetti y Julio Llamazares; legibles, pero sólo eso.

Pd (agobiante): 9, 10, 11, 17, 25, 27, 29, 45, 46, 49, 52, 53, 55

lunes, 16 de junio de 2008

Colapso

Totalmente desbordado por los trámites y exigencias prácticos. Sin tiempo para nada... ¡qué bella frase! Sólo leyendo a Tucídides. Disfrutando de ese manual de retórica y miseria humanas perennes. Qué sucio el ideal ateniense frente al espartano. Somos nietos, para nuestro orgullo y desgracia, de Atenas.

Colapso mental y lingüístico el que padezco. Próxima feria del libro... sin ilusión.

Pd: me dan ganas de releer mi antología de JRJ. Para ponerlo en su sitio.

jueves, 12 de junio de 2008

Un libro

Derek Heater, 'Ciudadanía, una breve historia'. En bolsillo de Alianza (2007 el original). Tras una breve hojeada, el libro promete, aunque requiere un poco de atención (o igual no, y es que yo estoy últimamente demasiado descentrado...). Con interés los tres primeros capítulos, sobre la ciudadanía en Grecia, Roma y el Medievo.

Poesía y lenguaje

Soy bastante escéptico al respecto, pero sí, sí es en el poema donde el lenguaje de desesperaza un poquito. Aun sin saberlo el poeta las más de las veces. No es la lucha contra la petrificación lingüística lo que mueve al poeta, sino el objeto/vivencia particularísimo (o extraordinariamente radical e ingobernable) lo que obliga a un lenguaje más particular, radical y anárquico. Cuando el poeta reflexiona sobre todo esto, qué tragicomedia, el poeta pierde esa capacidad vivificadora de las palabras. Sea pues el contenido sagrado (sagrado y vacío, claro) y no el continente (mastodóntico y ciego, aunque a veces genial) lo que guía al poeta.

Más poesía, aunque las más de ls veces resulte decepcionante, y menos tratados y aforismos estéticos, por placentero que sea idearlos y leerlos.

El contexto es el pecado. En muchos sentidos. El pecado de una o varias vidas: diminutas, tiernas, de olor fugaz a paraíso y culpa.


Mi brillo no está en ningunos ojos
y los míos están apagados.
No puede darme el mundo,
y tú tampoco, lo que no está
en mis manos porque no hay gargantas
ni manos, ni ojos,
lo que está allende la reseca frontera
que el tiempo y las palabras
descubren y marcan.
No hay tiempo, ni palabras, nada hay.

miércoles, 11 de junio de 2008

Poetas

Hay tantos poetas como poemas. Quiero decir que hacer taxonomías es erróneo, pero útil hasta un punto. Sin desmerecer al último Juan Ramón Jiménez (con este apellido no podía ser malo), no tiene punto de comparación con otros muchos, españoles y de afuera, de entonces, antes y después. Sobre la hybris (contenida) y la paz (ficcionada); léanse las tres o cuatro declaraciones de guerra y no rendición en la derrota de Rimbaud.
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Acabando el libro de Camus. Su teoría del arte (me prometo unas líneas para hoy) y su excepcional 'Mito de Sísifo'. Todo el libro es una explicación de esas pocas páginas últimas.
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Para descansar de mi ajetreado leer y no pensar ni escribir (lo de la vida y las circunstancias... y lo del cansancio...) he cogido el librito más pequeño que tengo de Unamuno. 'Tres novelas...' De vez en cuando el hipotálamo deshilachado me pide volver a mis clásicos peninsulares, Unamuno y Azorín.

domingo, 8 de junio de 2008

Detalle

No termino de entender/admitir la distinción de Camus entre reflexión y acción. Si la acción fuese una cuestión exclusivamente personal, de alcance exclusivamente personal... pero no, Camus se refiere a un hacerse en la lucha que ficciona (y que sabe que ficciona) la autotrascendencia.

Este punto de 'ingenuidad', de legítima y lúcida ingenuidad si se quiere, me hace recordar a Nietzsche y su inocente e imposible (indecible e indeseable) Superhombre. La lucidez y valor terrenos junto al vitalismo más inocente al que Camus nos impele también puede encontrarse, si se desea, en Nietzsche.

Por ahora, entiendo/admito la reflexión camuniana del hombre rebelde y su 'callada victoria' al hacer ennmudecer a los dioses, pero no puedo identificarme con el compromiso 'con la historia y el tiempo' (nuestro único reino) del existencialista francés.

sábado, 7 de junio de 2008

Jardín

Príncipes sin reino. Esclavos sin señor. Exiliados en el Ser, ardiente...
A veces, de la certeza de la muerte extraigo mis energías humanas. Las más de las veces, sin embargo, la certeza inapelable de la muerte me acongoja y hunde y remueve en mis entrañas y cerebro animales. A la muerte, a la Nada, al no-Dios, le somos indiferentes en nuestra lastimosa grandeza y en nuestra lastimosa mediocridad.

"¿Qué es, en efecto, el hombre absurdo? El que, sin negar lo eterno, no hace nada por él. No es que la nostalgia le sea ajena. Pero prefiere a ella su valor y su razonamiento. El primero le enseña a vivir sin apelación y a satisfacerse con lo que tiene, el segundo le enseña sus límites."

"Al final de todo esto, a pesar de todo, está la muerte. Lo sabemos. Sabemos también que con ella termina todo. Por eso son horribles esos cementerios que cubren Europa y que obsesionan a algunos de nosotros. Sólo se embellece lo que se ama y la muerte nos repugna y nos cansa."

"Rostros tensos, fraternidad amenazada, amistad fuerte y púdica de los hombres entre sí, ésas son las verdaderas riquezas, puesto que son perecederas. En medio de ellas el espíritu percibe mejor sus poderes y sus límites."

Esta es la reflexión. ¿Qué acción le sigue? ¿Qué se hace en el Jardín? Nada, nada esencial... jugar indefinidas máscaras. En el Jardín se vive a otro ritmo que afuera. Es una nostalgia, una tonta nostalgia. Es la única historia posible, el único tiempo posible, la única acción que honestamente puedo permitirme sin avergonzarme.

viernes, 6 de junio de 2008

Cosas de Camus

Los atenienses no eran muy de fiar. Qué es fiable. Entre paréntesis; los atenienses fueron la razón de Europa, y los espartanos su corazón... ¿los echamos de menos? Desentendiéndome de la verdad es cuando ella aparece... como una obligación. La metafísica y la moral (¡qué pretenciosas palabras!) se disuelven. A solas con tus propias exigencias, ineludibles.

"...el hombre volverá finalmente a encontrar el vino de lo absurdo y el pan de la indiferencia con los que se nutre su grandeza." "A través del mero juego de la conciencia transformo en regla de vida lo que era invitación a la muerte..." (de Camus, claro)

Evitemos el 'salto' existencial... ¡Hagamos que el absurdo brille con su esplendor y diversidad... mi rebelión absurda y consciente, mi libertad absurda y consciente y mis pasiones absurdas y conscientes...

Ni Hamlet ni Werther (tampoco Fausto) sino un Don Juan de la existencia... y devorador insaciable de la inmensidad intranscendente. Llegar a viejo, a muy viejo, tan insatisfecho de vida como a los 16 años... y dar el postrero ejemplo (de desprecio y orgullo ante el Dios inexistente) de mi humanidad irreductible.

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'De lo espiritual en el arte', del expresionista cobarde Kandinsky. Hay que leerlo.
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'El libro de la perfecta vacuidad' de Lie Zi (?). De quiosco, barato... No sé si lo leeré alguna vez...

jueves, 5 de junio de 2008

Varia

Palabras posibles (tan gastadas como cualquiera otras) para una poética mínima: Dios, Universo, Escombrera, Tristeza y Esperanza (desesperanza). Relaciones intuidas y vívidas (un instante antes de morir, de perderse en la Nada, definitivamente, las palabras y el poeta).

Poema primero, esbozo; Dios es la escombrera del Universo. Demostración; el Universo es la escombrera de Dios. El hombre, ¡pobre!, nada pinta ni en el poema, ni en el Universo ni en Dios.

Poema segundo, esbozo; a mayor esperanza más tristeza, y a mayor desesperanza más alegría (menos desesperación). ¿De dónde la fuerza para esta lógica de la pasión y los límites?

Pd: problema serio; las palabras, todas las palabras, están gastadas, y cuanto ellas tocan enferma de melancolía. Sin embargo la vida se renueva a cada instante y requiere una ilusión cada vez más imposible. De este déficit galopante y crónico ha de surgir la existencia cada mañana. 24.000 mañanas. Una carrera imposible de ganar y que no deseamos perder.

miércoles, 4 de junio de 2008

Tucídides

El Carlyle y el Spengler siguen a paso de tortuga, y además se les ha colado el Tucídides y su 'Guerra del Peloponeso'. Después del Heródoto era inevitable. Acabando el libro I, me da la impresión de que es un poco más farragoso que el de Heródoto. Datos y discursos, pesaditos pero de agradecer. Ahí se andan liados atenienses y corintios, a cual más bendito.

En medio de la Antigüedad los atenienses eran tenidos por los más 'modernos', por su afán incontrolable y su maquiavélico -poco noble- proceder. Por ahora me siento partidario de los peloponesos, y también de los tracios, que sin ser griegos compartieron y sufrieron las fiestas de sus vecinos.


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Me voy un rato con Camus. Breve apunte sobre el hombre rebelde y la libertad absurdas; ingredientes inexcusables de Sísifo.

martes, 3 de junio de 2008

s.XXI

Sí, el espíritu está en venta, casi de saldo, y es feliz. En un mundo acabado, en el doble sentido del término, que olvida su agonía con el frenético ciudadanismo bobalicón, no puede ser de otro modo. Una mente, corazón y estómago agredecidos dirá, muy profundamente, que se trata de otro tipo de conocimiento, incluso de una revolución [democrática] de imprevisibles pero benéficos alcances. El Génesis otra vez, pero me temo que infinitamente más vulgar.

Más sobre Camus

Del 'Mito de Sísifo'.

1. "Lo absurdo nace de esta confrontación entre el llamamiento humano y el silencio irrazonable del mundo. Eso es lo que no hay que olvidar. A eso hay que aferrarse, pues toda la consecuencia de una vida puede nacer de ello. Lo irracional, la nostalgia humana y lo absurdo que surge de su cara a cara, he aquí los tres personajes del drama que debe terminar necesariamente con toda la lógica de que es capaz una existencia."

2. "y con este criterio elemental juzgo que la noción de absurdo es esencial y puede figurar como la primera de mis verdades. (...) Si juzgo que una cosa es cierta debo preservarla. Si me meto a aportar la solución de un problema, por lo menos no he de escamotear con su solución uno de los términos del problema."

3. "Llevando al extremo esta lógica absurda, debo reconocer que esa lucha supone la ausencia total de la esperanza (que nada tiene que ver con la desesperación), el rechazo continuo (que no debe confundirse con la renuncia) y la insatisfacción consciente (que no cabría asimilar con la inquietud juvenil)."

Sobre las filosofía existenciales; Jaspers, Chestov, Kierkegaard...

4. "Ahora bien, para atenerme a las filosofías existenciales, veo que todas, sin excepción, me proponen la evasión. (...) Así lo absurdo se convierte en dios (en el sentido más amplio del término) y la impotencia para comprender, en el ser que lo ilumina todo. (...) Hace de lo absurdo el criterio del otro mundo cuando es sólo un residuo de la experiencia de este mundo."

5. "El peligro está por el contrario en el instante sutil que precede al salto. La honradez está en saber mantenerse en esta arista vertiginosa, y lo demás es subterfugio."

Esta última cita es la más interesante. Si a un corazón lúcido y honesto le está permitida la derrota, si la nostalgia lúcida y honesta puede imponer un 'salto' hacia ninguna trascendencia pero sí hacia alguna forma de paz y descanso. Este es el temor kantiano ante la propia y soberana sujetividad moral. Es la debiliadad humana de Zaratustra cuando la caverna por última vez. Cuando la verdad honesta y lúcida se convierte en una heróica y casi religiosa inmolación, ¿de dónde y cómo las fuerzas para la silenciosa alegría de experimentar la propia existencia sin el amparo de los dioses?

lunes, 2 de junio de 2008

De Beckett

También sobre 'Fin de partida'. Poco que añadir. El engañoso -aunque acertado en otros sentidos- prólogo de José Jiménez; el tema de la soledad es derivado del de un universo devastado; la naturaleza, los dioses y el hombre, muertos. En otro universo (de antes del fin de la partida) eran posibles los bellos engaños. Además, no es una tragedia lo que ha escrito Beckett, sino una comedia... aunque algunos seamos incapaces, todavía, ¿todavía?, de reconocerlo.

"Toda la vida las mismas preguntas, las mismas respuestas."

"Te daré lo justo para impedir que te mueras. Siempre pàdecerás hambre."

"La naturaleza nos ha olvidado. La naturaleza ya no existe. ¡No existe la naturaleza! ¡Qué exageración! En los alrededores. ¡Pero nosotros respiramos, cambiamos! ¡Se nos cae el pelo, los dientes! ¡Nuestra lozanía! ¡Nuestros ideales! Entonces, no nos ha olvidado. Pero dices que no existe. Nunca nadie en el mundo ha pensado de modo tan retorcido como nosotros. Hacemos lo que podemos. Nos equivocamos."

"Si durmiera quizá haría el amor. Caminaría por los bosques. Vería... el cielo, la tierra. Correría. Me perseguirían. Huiría. ¡Naturaleza! Tengo una gota de agua en la cabeza. Un corazón, un corazón en mi cabeza."

"¿Una inteligencia que hubiera regresado a la tierra, no se sentiría tentada de formarse ideas a fuerza de observarnos? (...) E incluso sin ir tan lejos, nosotros mismos... nosotros mismos... por momentos... ¡Y pensar que todo esto quizá hubiera servido de algo!"

"¡Ayer! ¡Qué quiere decir ayer! Quiere decir vete al cuerno. Empleo las palabras que me has enseñado. Si ya no significan nada, enséñame otras. O deja que me calle."

"Me gusta el orden. Es mi sueño. Un mundo donde todo estuviera silencioso e inmóvil y cada cosa en su último lugar, bajo el polvo último."

"¿Para qué sirvo? Para replicarme."

"Uno llora, uno llora, para nada, por no reír, y poco a poco... una verdadera tristeza nos llena."

"Estaré allí, en el viejo refugio, solo, frente al silencio y... la inercia. Si pudiera callarme y quedarme tranquilo, acabaría con el sonido, y con el movimiento."

"Eternamente ausente. Todo se ha hecho sin mí. No sé qué ha sucedido. ¿Tú sabes qué ha sucedido?"

"Instantes nulos, siempre nulos, pero que cuentan, pues la cuenta está hecha, y la historia terminó."

domingo, 1 de junio de 2008

Miedo

¿Por qué vuelven una y otra vez, pero siempre de improviso, los miedos y el encogimiento de las vísceras? Alguna malhadada combinación genética, un errado cruce de caminos ignoto de hace demasiados años, la existencia que se complica... No me reconforta pensar en el siguiente descanso, sino que me aterra la idea de la próxima celada del miedo.

Más me duele la debilidad de mi alma; palabras vacías como Justicia o Bondad se me presentan sin yo poder evitarlo y sin poder agarrarme lo más mínimo a ellas. Mientras estas palabras broten en los momentos de tensión de mi espíritu no será posible ninguna fortaleza ni ninguna transformación saludable.

Heródoto

Ya se acaba el Heródoto. Han sido un placer las casi mil páginas de nombres e historietas. El esquema de la obra es claro: las luchas internas de los griegos, fruto de los personalismos entre tiranos y reyes, hacen intervenir, sin quererlo realmente, al Imperio Persa en los asuntos de Grecia. Salió perdiendo Grecia, que si bien no terminó convirtida en una nueva satrapía si fue devastada por treinta años de guerras. Guerra de todos contra todos, pues muchos griegos lucharon para Jerjes. De todas formas, las carnicerías entre polis eran algo habitual.

Sobre el espíritu griego: mezquinos y envidiosos, más parecidos a bandoleros que a templarios de la libertad.

Los espartanos, por su arrojo militar, salen mejor parados que los pasivos atenienses.

Al final, el personaje más normal y comprensible es el pobre Jerjes. ¡Quién le manda, qué necesidad tendría de quitar ese avispero ruidoso e inofensivo de detrás de su casa!

Leyendo la obra me he acordado de la novela, novelón, histórica de Gore Vidal, 'Creación', donde su contempla el asunto desde el punto de vista persa, que en el fondo no está tan alejado del de Heródoto. Para mí que Heródoto iba con los Persas, o cuanto menos que no soportaba el imbécil guerracivilismo heleno.