Palabras posibles (tan gastadas como cualquiera otras) para una poética mínima: Dios, Universo, Escombrera, Tristeza y Esperanza (desesperanza). Relaciones intuidas y vívidas (un instante antes de morir, de perderse en la Nada, definitivamente, las palabras y el poeta).
Poema primero, esbozo; Dios es la escombrera del Universo. Demostración; el Universo es la escombrera de Dios. El hombre, ¡pobre!, nada pinta ni en el poema, ni en el Universo ni en Dios.
Poema segundo, esbozo; a mayor esperanza más tristeza, y a mayor desesperanza más alegría (menos desesperación). ¿De dónde la fuerza para esta lógica de la pasión y los límites?
Pd: problema serio; las palabras, todas las palabras, están gastadas, y cuanto ellas tocan enferma de melancolía. Sin embargo la vida se renueva a cada instante y requiere una ilusión cada vez más imposible. De este déficit galopante y crónico ha de surgir la existencia cada mañana. 24.000 mañanas. Una carrera imposible de ganar y que no deseamos perder.
jueves, 5 de junio de 2008
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