domingo, 1 de junio de 2008

Miedo

¿Por qué vuelven una y otra vez, pero siempre de improviso, los miedos y el encogimiento de las vísceras? Alguna malhadada combinación genética, un errado cruce de caminos ignoto de hace demasiados años, la existencia que se complica... No me reconforta pensar en el siguiente descanso, sino que me aterra la idea de la próxima celada del miedo.

Más me duele la debilidad de mi alma; palabras vacías como Justicia o Bondad se me presentan sin yo poder evitarlo y sin poder agarrarme lo más mínimo a ellas. Mientras estas palabras broten en los momentos de tensión de mi espíritu no será posible ninguna fortaleza ni ninguna transformación saludable.

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