Para evitar una o varias denuncias por plagio de parte de MLL, he optado por plagiar a Hofmannsthal. a Lord Chandos. Cuatro o cinco veces habré leído este pequeño escrito, y es la primera en que lo veo muy simple y válido. Reprocharle, tal vez, su cortedad. El doble o triple de páginas no le hubiesen venido mal.
La ruptura de la relación entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad. Además, la suposición de la misteriosa e inefable riqueza que cualquier experiencia potencialmente esconde. Como efecto, o como causa, la pérdida del sujeto para sí mismo. No es meramente la pérdida de la identidad sino de la propia sujetividad como fuente de conocimiento y autoconocimiento. Esto último es lo más interesante. Qué es el alma en un mundo indecible. Quién soy yo más allá de las fórmulas, sólo fórmulas, aprendidas, incluso las menos racionalístas y más románticas y poéticas.
"...he perdido por completo la capacidad de pensar o hablar coherentemente sobre ninguna cosa."
"...me invadió una sensación de terrible soledad; me sentía como alguien que estuviese encerrado en un jardín lleno de estátuas sin ojos..."
Algo positivo, y realmente es una forma pésima de adjetivar, conlleva esta impotencia expresiva. Es la capacidad de experimentar más plenamente. Plenitud, eso sí, acompañada de vaguedad, oscuridad intelectual, de inutilidad espiritual, indecibilidad y radical incomprensión. Ni la ciencia ni la filosofía ni el arte pueden captar, reproducir o explicar tal forma 'extravagante' de estar conscientemente en el mundo. El humillante y salvífico silencio a que te arrastra tantas veces, pero nunca las suficientes, la honestidad.
miércoles, 21 de mayo de 2008
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