Autor romántico (sic): amante de la naturaleza y la soledad, nostálgico de paraísos inexistentes en el tiempo, alegre y sombrío, vuelto sobre sí mismo, huidor de los caminos fáciles, que nada dicen ni reflejan. Monótonía temática, dígase como se diga; uno mismo. Terco sí mismo, infinito en su vaciedad. La belleza, Dios, la Naturaleza, etc. son máscaras de uno mismo, de la propia búsqueda.
Ser escritor, o ser leedor, o simplemente ensoñador y pensador. Excusas para la soledad. Amistad es un concepto particular, sólo aplicable a unos pocas personas. Escenarios góticos, medievales, subterráneos. Luz diminuta, la justa para sobrevivir sin necesidad de alumbrar lo extraño e innecesario. Los demás, la Sociedad, la época, la cultura de consumo, la oficial, son los fantasmas más corrosivos.
Pd: La relación entre Hesse y sus padres es extraña. De amor y odio. De cobijo y opresión. Hugo Ball, que era amigo de Hesse, oculta la dura verdad de sus años jóvenes más negros.
Pd segunda: de grandes escritores, Nietzsche, Bernhard, Hesse, he sido incapaz de apreciarles su ruda y hasta malsonante poesía. Traducidas del alemán habrán perdido su posible bella forma. Pero es algo más esencial; son poetas que arrojan como proyectiles sus entrañas, cosa que la poesía debe hacer, pienso yo, más disimuladamente (?). La belleza teológica de un poema. Trakl los supera, pero Trakl no es Nietzsche ni Bernhard ni Hesse.
viernes, 8 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario