martes, 10 de febrero de 2009

Varia

Bastante acertado el comentario. No entiendo eso del agnosticismo, a no ser como una fina ironía no del pesimismo sino de lúcido optimismo/pesimismo ilustrado, ese maniático sí pero no. Lo de los poetas es así, que como lector no hay forma decente de entenderlos, que te afectan más o menos y eso es todo. Como poeta escribiente, se trata sólo de un desahogo, de un micro orientarse. LLevo mucho tiempo evitando a poetas extranjeros. Por lo de las traducciones. Hago la excepción de Pessoa, Pavese y Kavafis porque no me queda otra.

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Me da vergüenza reconocerlo (la verdad es que no me da ninguna, pero no quiero que mala influencia se entere) pero estoy leyendo 'Palacio de la luna' de Auster y 'Apócrifos' de Capec. Ninguno de los dos, cada uno en su estilo y formato, están nada mal.
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Reconozco que estoy bastante intrigado con eso de que ningún celtíbero ha entendido a Descartes. Necesito alguna pista más aparte de eso de interpretarlo heideggerianamente. ¿Inauguración de la Modernidad como proyecto óntico totalizador, adminiostrable y medible? ¿Acaso lo que se oculta al mostrarse la Modernidad? ¿Lectura existencialista del Genio Maligno? Deme usted más información. Gracias, muy agradecido.
Pd: a ignorante no me ganas tú, que conste.

2 comentarios:

Martín López dijo...

Lo del agnosticismo es, bueno, que yo soy así... No quise escribir desesperación (Kierkegaard), ni angustia (Heidegegger, Sartre). Vaya filósofo que iba a ser uno si por lo menos no estuviera agnóstico.

Lo de no comprender a Descartes va enteramente en serio: algo tan simple como que no he encontrado ningún lector -académico- del Dicsurso comparable a lo que hace Gilson, que es la bomba... Y es verdad que de las versiones que hay en españa no hay ninguna (de las que he mirado) que valgan la pena. Esto es, que me gustaría que alguien me explicara el Discurso, línea por línea, y que dijera yo "cuánto sabe este hombre!", sin que me viera obligado a continuación a pensar que me estaba tomando el pelo. Pero es que de verdad a veces me parece que Descartes no puede decir o pensar en serio lo que está diciendo. verbgracia, o que le sobra la duda o que de la duda no se sale; luego está el lugar de Dios en todo el asunto, la tentación de pensar que si hay círculo vicioso entre verdad y Dios, pues se rompe... prescindiendo de Dios, y ya está. Sé que soy ingenuo, pero no sé si estoy plenamente equivocado, si un Discurso del método sincero y sin dioses (si fuera posible) no sería una obra muy diferente. aparte el hecho de que el texto cartesiano no es más que el prólogo a un conjunto de obras científicas inaccesibles para mí. Ps. El rostro de Risieri Frondizi no tiene par. ¿De dónde era?

Martín López dijo...

Que no lo he encontrado (al lector, editor, traductor, versionador, etc.) en Spain, quiero decir, naturellement.