CARTA AL PADRE
.
La corporeidad total del desastre
de la sima en que vuelan los pájaros
troces de la Nada
como una resina para morir tan sólo
arrojo mi bilis negra en sacrificio
para alimentar a los perros de la Nada
a los lobos atroces que he visto en la calle
comer de mi cerebro, cual gusanos
que nutriera mi cadáver
y mi cuerpo emana fluidos muertos al cielo
con algún objetivo del que ríen los hombres
señalando al cielo con una mano muerta
sobre la que vuelan los pájaros
entonando himnos a la ruina y celebrando el desastre
como si la mano de un muerto me acariciase
así es el poema.
sábado, 21 de febrero de 2009
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