sábado, 13 de septiembre de 2008

Scriptorium de Auster

Una flagrante autoconfesión del fracaso e inevitabilidad de la Literatura. Casi viejo, 59 años, Auster desvela lo inútil de su pasado como escritor. Nada, nada ha conseguido. Nada ha descubierto y sólo quedan en pié sus personajes en ruina. Pero no hay otra, si se quiere seguir respirando, que seguir y seguir traduciendo la experiencia a discurso lingüístico. El juego triste de las palabras. ¿Hasta qué punto la pasión fingida es realmente una ficción?

2 comentarios:

Martín López dijo...

¿Puedes precisar lo último? ¿Te refieres a la vida o al lenguaje? (Suponiendo que se distingan.)

Egoficción dijo...

Tú lo has dicho. Puedo distinguir la vida y la Literatura, pero entonces sé que he fracasado, que he muerto. Si no las distingo, simplemente agonizo (qué patética expresión).

Auster se refiere a la literatura, quiero creer. Él tiene un exceso de vitalidad que le permite, a veces, distinguir una y otra, jugar con ellas, sin sucumbir.