martes, 30 de septiembre de 2008

Trastorno (2)

Érase una vez en que el cerebro humano era ajeno a la existencia, ni feliz ni infelizmnente eficaz. Pasaron los años que todo lo roban, y el cerebro humano (kilo y medio de vísceras autorreflectantes, ciegas en definitiva) y el cerebro humano, como digo, pasados los años, decidió que era capaz de aprehender y duplicar la realidad; una bella e inteligente realidad que podía/debía ser digerida por ese bello e inteligente órgano. Tanta inocencia y promesa de felicidad no podía durar, y un tiempo después, atónito y artístico, el cerebro descubrió que el mundo de afuera era un mundo ruidoso y agrietado. Él, ¡qué injusticia, o qué milagrosa providencia!, era lo único realmente armónico y coherente. La única perfección en un mundo tan imperfecto. Pero claro, el tiempo sigue pasando. Ahora ha descubierto con horror que él es una parte más del Universo, y como tal tan ruidoso y resquebrajado como aquél. El error, la falsedad más allá de cualquier honestidad, el frío vacío que a todo da sustento, no es algo de lo que nos percatemos y podamos inteligentemente evitar, sino que son la forma biológica misma de ese kilo y medio de vísceras inservibles. La enfermedad, el error, el dolor, la injusticia, la fealdad, el asco, no son excepciones a la Bella, Buena y Verdadera Forma, sino la forma de cualquier experiencia. La honestidad nos impide considerar esto como un mero juego de palabras, la honestidad nos arroja al Silencio sin alternativa, a la locura sin medida, o a la vergonzosa línea fronteriza de cierta Literatura y Filosofía, mal acampada entre el Caos y el Orden.

Pd: da lo mismo entender esto en clave metafísica, sociopolítica (quiero decir que tan sonrojante es la masificación proletario consumista como los ejércitos teológicos de la Escolástica, o la ciudadanía libre de Atenas...) o meramente individual.

Mesolvidaba: el Güeston me pone de los nervios.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Trastorno (1)

El miedo atroz a los límites, pues si bien en ellos no se sucumbe tampoco consigue avanzar y purificarse el espíritu. Peor aun: más allá de los límites de la racionalidad, de la normalidad, de la cultura, estallan imparables la locura -magistralmente descrita en 'Trastorno' en términos biológicocerebrales- y cierto distanciado embrutecimiento del hombre sano y cultivado. La soledad devastadora y enajenante. Más acá, adentro de los linderos de la vulgaridad y la estúpida masificación, sólo cabe el embrutecimiento proletario. El tema es si es posible vivir espiritualmente en esa equidistancia entre la masa y la locura sin que la vergüenza y la honestidad te hagan naufragar irremediablemente.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cualquier título

'Una pantera en el sótano' de Amos Oz. Simple y ligera. Fácil y muy bien escrita/traducida. Temas habituales: el fanatismo y la [falsa] traición, los prejuicios ciegos, los judíos (víctimas del nazismo y coverdugos en las tierras bíblicas, la grandeza del judaísmo y la estreches del sionismo, el valor salvífico de la Literatura... Aprobada, pero sólo eso: la trama en sí absolutamente previsible.

Con 'Trastorno' de Bernhard... es otra cosa. Ni ligera ni fácil... es laberínticamenente real. Pero, pero he debido interrumpir momentaneamente, por motivos extraterrestres, su lectura para dedicarme a leer/estudiar 'Las claves de la argumentación' A. Güeston. Libro útil, utilísimo, para los jóvenes; las razones que subyacen a las opiniones. ¿Y qué subyace -y este término es ya un atentado a la honestidad- a las razones?

lunes, 22 de septiembre de 2008

Un libro

La biografía de Miguel Sáenz sobre Thomas Bernhard (Siruela 2003) me ha parecido muy floja. Nada, o muy poquito para ser justos, añade al lector de Bernhard. Algún dato sobre sus relaciones judiciales con el Estado austríaco y algún chismorreo sobre y de sus examigos. Muy suscintos y superficiales los comentarios literarios sobre las distintas obras del autor.

Pd: imprescindible releer 'Sí', 'El sobrino de W.' y 'Tala'. Por supuesto, también 'Trastorno'.

domingo, 21 de septiembre de 2008

'Un niño'

'Un niño', el quinto y último volumen de la autobiografía de Bernhard. Quiso Bernhard situarlo en último lugar, a pesar de ser el que habla de sus primeros años, y pienso que es lo acertado. Conociendo el decurso siguiente de los personajes ha ganado el tomito en calidad literaria, consiguiendo hacer al lector cómplice interesado y no mero espectador de la historia. Es, por este motivo, el más denso y esclarecedor biográficamente. Sin embargo, los dos primeros volúmenes son los más profundos y radicales. Los restantes amplían dentro del ambiente y la filosofía bernhardianos creados en 'El origen' y 'El sótano' datos y acontecimientos.

Pd: leyendo la biografía de Miguel Sáenz.
Pd2: tengo dudas sobre la traducción española, tan alabada y meritoria; leísmos, mala utilización de las preposiciones... incluso alguna falta de ortografía.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Aquino de Chesterton

El Aquino de Chesterton tenía una valiosa aportación; desenmascarar el fanatismo (ultrafanatismo) fideista, o cuanto menos el mecanicismo hueco del platonismo oficial. Otra cosa es el desenvolvimiento posterior del tomismo o su inaceptable raíz optimista; la inaceptable relación entre la fe y la razón que presupone. La confianza chestortiana en la razón iluminada es muy victoriana, y a su modo, y a pesar de alzarse conscientemente contra el positivismo, muy cientificista. Más, aquí.

Bernhard (3)

Las apariencias engañan porque no dicen una ni ninguna Verdad, pero pretender esa o alguna Verdad detrás de ellás, de las fugaces e innatas apariencias, a pesar de ellas incluso, es aun más engañoso y altamente letal. 'El Sótano'. La liberación del Instituto y del mísero ambiente familiar. Trabajo de aprendiz en una barriada marginal. Felicidad, extroversión, fortaleza... que desaparecen al volver a la casa familiar, donde no hay odio sino amor pero donde reinan la tristeza, la impotencia, la desesperanza y donde falta el oxígeno. ¡9 viviendo en unos pocos metros, y sólo uno capaz de aportar un pequeño salario! Es una existencia insoportable, humillante. En el sótano donde trabaja se evade de todo ello y hasta es feliz.

La felicidad es posible cuando no se piensa en ella. Nos han enseñado desde pequeños a interrogarnos falaz y sádicamente por ella. Otro tanto acurre con la libertad. Este proceder no puede llevar más que a la mayor infelicidad, a debilitarnos hasta el extremo de caer rendidos y esclavizados en las redes de lo social, político, religioso y literariamernte 'correctos', esto es, de lo más alejado de la propia individualidad. La soledad como fuente de la inteligencia, la libertad y la felicidad posibles. Existe el peligro mortal del solipsismo literario. Nuestra inteligencia y voluntad sucumbirán siempre en el interminable viaje hacia la propia subjetividad. Ante el abismo del Ser sucumbe exhausto quien no aprende a 'estar-solo-necesariamente-con-los-otros-en-un-mundo-realmente-aparente'. Es imprescindible un cierto y sano escepticismo y distanciamiento del mundo y de sí mismo si se quiere aclarar un poquito lo que uno es sin caer el suicidio o en el vacío espiritual, que en el fondo, eso nunca lo dudaremos, son lo realmente real.

El valor y alcance de la Literatura. No explica la realidad ni la propia existencia (grandes palabras vacías) pero sí sirve de lúcido y personal desahogo. Se escribe para sí mismo, por motivos de salud y supervivencia. No es, pues, una forma de la filosofía, ni tampoco un mero sujetivismo vacío. La literatura es la forma personal de ordenar descreida y continuamente la propia memoria (siempre falaz, pero honesta) y el alrededor vacío pero inapelable.

Pd: 'El frío' y 'El aliento'. Sobre el año primero del via crucis médico de Bernhard. Sanatorios, voluntad y muerte. Alcanza la verdadera y creadora soledad con la muerte de su abuelo. Aprende a vivir gracias a su enfermedad, que está esencialmente unida a su voluntad de sobrevivir y de sobrevivir muy personalmente. En la otra dirección que la sociedad y la medicina oficial enseñan. Un alegato contra la inepta y deshumanizada medicina oficial, y también la oportunidad de encontar el propio camino. La enfermedad y la soledad como un estímulo, un reto para la supervivencia; la soledad y la enfermedad como libertad y felicidad posibles.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Bernhard (2)

El Salzburgo de Berhnhard es uno de los infinitos nombres de Dios y del Universo, como diría Borges. En Salzburgo, como en Ítaca, las lágrimas riegan venas de hiel.
Cuavas y palabras, el Yo es una gran caverna adentro del universo; el alma, pasajes de una vida, el tiempo, palabras, más palabras y silencio. La verdad es una piadosa e imposible intención. Para el alma humana no es posible el sentido y por lo tanto tampoco los referentes.
Amor y odio al hacedor de Caín y de la vana esperanza.
Nuestro miedo no debe encubrir la despiadada verdad.

Circunstancias en 'El origen': el internado nazi-católico-socialista; la Guerra y su humillante y sangrienta realidad; el amor a los cementerios; el violín; los necios parientes; el abuelo liberador.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Bernhard (1)

La juventud, siempre creadora, es muerta por el Estado, por la Cultura, la religión y la educación. Construyen sus sólidas y eficaces entelequias sobre el cadáver del espíritu, previa y necesariamente asesinado, que es implacablemente perseguido y aniquilado. El Estado es siempre sádico. También los amorosos padres sirven de amoroso instrumento, de muy amoroso instrumento, a ese sadismo idiotizante tan necesario.

Bernhard habla de su vida, de su Austria y Salzsburgo de este siglo, y por qué no, de cualquier humanidad posible.

La felicidad, la libertad formal, el bienestar material no son signo de la salud espiritual, incluso muestran los huesos corroídos de nuestra civilización enferma. Nietzsche dixit, atque Bernhard...

martes, 16 de septiembre de 2008

Amos Oz (2)

De Amos Oz, 'Versos de amor y muerte'. Excelente. Muy buena novela, o nivola o meta-metarelato de y sobre la escritura y la vida del escritor y sus personajes.
Estilo más fácil que el de Auster ('Trilogía...' por ejemplo) al que recuerda en lo esencial. Ficcionar es vivir; ficcionando -lo que de continuo hace el personaje autobiográfico de Oz, y podemos pensar que el mismo Oz-, ficcionado reproducimos y volvemos indefinida la existencia. El concepto de lo indefinido es provocadoramente ambiguo. Más allá de la vida y la literatura, más vida y más literatura. El autor, al final, es un personaje más. En el maremagnun del lenguaje y la historia pierde gran parte de su idiosincrasia creadora. Pero el autor, y el lector, claro, lugares sintientes de la experienia, siguen siendo lo más valioso y lo más pesado de sobrellevar.

Pd: es el momento de releer la pentalogía biográfica de Bernhard: el hombre no es testigo de nada porque es vil y olvidadizo.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Amos Oz

'Contra el fanatismo'. fanático es quien antepone la JUSTICIA a la vida. El fanático se siente superior moralmente. Es altruista, bondadoso. Nos mata por amor, para salvarnos. No escucha, ni puede ni debe ni quiere hacerlo. El fanatismo es incurable. Se puede mitigar; la imaginación; la capacidad de pensar consecuencias y escenarios no deseables, la posibilidad de ponerse en lugar del otro. En definitiva, renunciando a la convicción de que la vida, el mundo, los demás y yo mismo somos susceptibles de divinizar mediante alguna bella fórmula.

En 'De repente en lo profundo del bosque', una parábola contra la intransigencia y el miedo humanos que se traducen siempre en fanatismo y tristeza, el final, como la vida misma, está abierto y es imposible de concluir. no hay finales felices sino inicios esperanzadores.

Esfuerzo

Domingo 14 de septiembre de 2008: como desde hace un mes. Todo igual. Vacío. La mente vacía de significados (los pesados significantes reinan). Deseos de salir de este laberinto de verdades últimas y artimañas lingüísticas. Sí, salir del pozo. No a cualquier precio.
Libros, sentimientos, frases, todos inconexos y crudamente inexistentes.

Pd: entre manos 'Leviatan' de Auster y Amos Oz.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Scriptorium de Auster

Una flagrante autoconfesión del fracaso e inevitabilidad de la Literatura. Casi viejo, 59 años, Auster desvela lo inútil de su pasado como escritor. Nada, nada ha conseguido. Nada ha descubierto y sólo quedan en pié sus personajes en ruina. Pero no hay otra, si se quiere seguir respirando, que seguir y seguir traduciendo la experiencia a discurso lingüístico. El juego triste de las palabras. ¿Hasta qué punto la pasión fingida es realmente una ficción?

De Borges

La biografía, 'muy expresiva', de Estela Canto. Un Borges muy humano, muy real. Un eterno enamorado. El amor imposible. La madre 'castradora'... Muy biológico, muy biográfico, muy acertado... pero insuficiente. El valor más allá del propio Borges que sus escritos y forma de vida han supuesto. Esto no puede apreciarlo la Canto de tan cerca que de él estuvo.

La mediocre biografía en imágenes de Alejandro Vaccaro. Ni el texto ni las fotos son extraordinarias. Un pupurri en formato caro.

De Mario Paoletti, 'Borges verbal'; muy buena introducción o breve repaso del maestro argentino.

Releyendo 'El hombre en el espejo' de Woodall. gran libro, pero lo recordaba más inteligente y denso.

martes, 2 de septiembre de 2008

Un libro...

'Diario de un pistolero anarquista' de Miguel Mir, en Destino. El formato es un poco engañoso, pues ocupa sólo 35 de las 250 páginas del libro. El diario en sí es poca cosa y casi nada dice. El resto es un buen resumen de lo ya sabido sobre la FAI y Company al inicio de la guerra. Saqueadores y asesinos las más de las veces, como en el libro se reconoce, aquellos 'revolucionarios' no podían (ni debían) ganar batalla alguna.