Chubascos y tormentas,
pero aquí no
que somos muy católicos.
Un terry,
que las comuniones se acaban,
que el 11 es Corpus
y el calor es criminal.
Hasta aquí hemos llegado,
los antiguos y los silenciosos
azares del tiempo nos trajeron.
Un museo de la memoria.
El guguenjein, feo y respetable.
Un sol no mata a otro sol.
Y todos callaron.
Y todos estallaron en risas
y se habló de la viuda de José,
que es joven
y quiere hombre.
Algo quiere quien a ello se pone,
y pone -cada cual a su arte-
su pericia y empeño.
Cornachuelas, blancas y violás.
A ca Moyano la mejor oliva.
Como la uva molinera, un capricho.
Perdiendo se enseña uno a vivir,
porque a ganar nunca se aprende,
y los demás respiramos esta extraña
justicia del nada y del casi nada.
Una recompensa, guanted, por el
último hombre y por el primer dios.
Cuídate, que no es para tanto.
Cuídate, que no estás tan fuerte
ni vale la pena. Salta la verja.
Fermín dice que Dios existe, que vive
con santa Ana, su madre, la del Cristo,
y no en el arrepentido Moncayo.
Un vaso de agua, un ponche,
un chorrito más de 103 en el anís.
La ambulancia. Pero va llena
y seguimos a la espera.
Un cursillo rápido de mecanografía,
otro de sanscrito, y otro, aceleradísimo,
de maldad para jotaeme
que se lame el zarpazo mientras sueña
con una atractiva silueta de labios carnosos.
Todo muy de toda la vida, que el destino
se juega en un libro sagrado y unas caderas.
A 17 desde 25 han bajado. A 21, un favor.
A 40, a 40, nadie, que ya los conoces.
Después llorarán por un ojo,
y es verdad que llorar es algo serio.
Ya los conoces.
Estás serio. Un beso te despierta.
Un beso te acaricia. Pero no son horas,
que a las 3 de la mañana los poetas duermen
y sueñan con princesas y dragones,
cuando no con las amantes de Rimbaud
y la acidez de Cernuda.
¡Con el aprecio que te da el chiquillo!
¡No digas eso, no lo pienses, hombre
de poca fe! Que la fe mueve montañas
y por algo existen iglesias y campanarios
con música roc y monopatines a su sombra.
Él se encarga de todo, dice mientras
los demás hacemos risas y llenamos
la copa. Queden con Dios, que peor,
de seguro, no se puede.
domingo, 31 de mayo de 2009
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