viernes, 1 de mayo de 2009
De eso se trata...
...pero con la honestidad por delante. Una explicación cínica del cinismo como síntoma del laberinto interior y del desierto omnipresente, sea dentro o fuera -conceptos convencionales- de tu discurso. Al fondo lo que hay, por debajo de las palabras, es una vis, un conatus afectivo y ciego que, pobrecillo, no sabe cómo apañárselas adentro de tu ineficaz persona.
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