Del libro de Beevor sobre París entre 1944 y el 49 queda en claro la mezquindad y falso orgullo de los franceses (igual sólo de sus dirigentes, pero bien arropados siempre por multitudes), de su clase política en general, los comunistas en particular. Thorez, el divo estalinista que llevaba una vida de emperador romano, servil hasta la vergüenza con Molotov, es el personajillo peor pintado. Los comunistas apoyaron a los nazis y dieron el visto bueno a Vichi, durante el pacto ruso-alemán. Y con la misma desvergüenza se consideraron la vanguardia de la resistencia. La izquierda de siempre...
Pd: Picaso es retratado como oportunista y avaro.
Pd (2): Sartre y la Beauvoir como burgueses bien que ni intiman ni se enfrentan con los alemanes, pero que mantienen cordiales e interesadas relaciones con los editores extranjeros de de derechas.
Pd (3): he empezado, de rabia tras este libro, el de Koestler 'El cero y el infinito'.
martes, 12 de mayo de 2009
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