Tal vez sea la felicidad uno de los más importantes criterios del poeta para escribir esto o aquello. Tal vez no sea la felicidad, llamémosla así o de cualquier otro modo -¿satisfacción, olvido...?- tal vez no sea la felicidad el único canon para el poema, pero indiscutiblemente ésta es importante.Uno, pero no el único, de los problemas que esta estética provoca es el desgaste, el vaciamiento o aburrimiento del poeta por mor de la monotonía a que se ve abocado en ese frenesí en pos de la felicidad creativa.La felicidad comno meta de estética produce la infelicidad y desazón estéticas, el agotamiento del alma del poeta.De Arhur Host son estos tres poemas que mostramos. De algún modo son bellos y válidos, pero ha surgido ya a la sombra de la esterilidad. ¡Nuevos rumbos tras ellos, ese es el reto inmediato!
Una geográfica del alma de todos los hombres
y que a mí a ti nos incumba.
Una geográfica tardía que penetre brutalmente
en los más íntimas cavernas del deseo y la esperanza
y que nos traiga la ardiente verdad de la médula de la especie.
Una geología y una biología del alma acabada,
y del alma sin hacer a la que nada afecta.
Socavar al modo de los antropófagos nuestras intimidades
más vergonzosas para que sean festín, en noche de luna roja,
de los ciegos y los héroes. Un alma del final de los días,
otoñal, y que se haya medido a todos sus tiempos,
segundo a segundo, hasta llegar al supremo instante
de su vaciamiento, que como última hoja deja morir
bellamente la última promesa y el último verso.
*****
Noche cerrada. Noche ejerciendo de noche, de negra noche.
El olvido. Desterrada la memoria entre la nieve azul
que se derrama muerte y otras formas y otras sombras.
Noche de luz y noche de frío, de más luz y más frío
cuando la atroz nevada cesa y muestra toda la luz
y todo el frío desnudos sobre la noche más negra
adentro de heladas y absortas pupilas.
Sea la sombra o sea su reflejo en las pálidas estrellas
que atrae como imán todo el tiempo habido
desde el primer hombre a tus insuficientes ojos.
Viento. Se derrama la memoria. El éter eterno es testigo,
y la vida a golpe de fuego que se aborta a cada paso
para caer de bruces en la mirada más fría y más oscura.
Destierro, en el denso mundo, opaco sin nombre, breve.
*****
Otra alma con un nombre más pequeño.
Un corazón con una luz y una fuerza de hombres.
Más joven y más antigua que el alma cristiana;
(fémures cruzados, crucificados, entre esputosteológicos
y besos teológicos y semen teológico). Un alma que no nazca
muerta ni condenada desde toda la eternidad
(que es un concepto y un lugar imposible y malsonante).
Un alma que anide en mis huesos y que esté más acá
de todos los dioses de sangre y de todos los pecados
de sangre y de todo el sangriento amor
de que es capaz el amor más iluminado y blasfemo.
Otra alma, otra voluntad, otra inteligencia, otra vida,
más justa que no se avergüence de sus gritos, de su dolor
y de sus dudas; un alma que no sea castigada
por tener miedo y por tener frío y por no creer en ningún dios
de más allá del frío y del dolor.Un alma más a propósito
del hombre, más a propósito de ti y de mí, que somos,
reconozcámoslo, la única realidad.
viernes, 30 de noviembre de 2007
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