miércoles, 14 de enero de 2009

Un poema de Pessoa

Ah, ante esta única realidad que es el misterio,
ante esta única realidad terrible- la de que haya una realidad-,
ante este horrible ser que es que haya ser,
ante este abismo de que exista un abismo,
ese abismo de que la existencia de todo sea un abismo,
sea un abismo por simplemente ser,
por poder ser,
por haber ser
...ante todo esto, ¡cómo todo cuanto los hombres hacen,
todo cuanto los hombres dicen,
todo cuanto construyen, deshacen, y se construye o deshace a través de ellos,
se empequeñece!
.
No, no se empequeñece..., se transforma en otra cosa
-en una sola cosa tremenda y negra e imposible,
una cosa que está más allá de los dioses, de dios, del destino
-aquello que hace que haya dioses y Dios y destino,
aquello que hace que haya ser para que pueda haber seres,
aquello que subsiste a través de todas las formas,
de todas las vidas, abstractas o concretas,
contingentes o eternas,
verdaderas o falsas.
Aquello que cuando todo se ha abarcado aún queda fuera,
Porque cuando se abarca todo no se abarca el explicar por qué es un todo,
¡porque hay algo, porque hay algo, por hay algo!
.
Mi inteligencia se ha convertido en un corazón lleno de pavor,
Y es con mis ideas que tiemblo, y es con mi consciencia de mí,
Con la substancia esencial de mi ser abstracto,
Que me ahoga lo incompresible,
Que me aplasta lo ultratranscendente,
Y de este miedo, de esta angustia, de esta amenaza de ultraser,
¡ no se puede huir, no se puede huir, no se puede huir!
.
Cárcel del ser, ¿no hay liberación de ti?
Cárcel del pensar, ¿no hay liberación de ti?

No hay comentarios: