Los del '14', se dice, son grandes prosistas... supongo. La culpa es mía. D'Ors y Marañón, a lo que les he leído son demasiado, demasiado floridos. Cursis, para no andarnos con rodeos. La biografía médica de Enrique IV de Castilla, de don Gregorio, es en sí misma un síntoma. De la época y del mismo escritor. Imposible la comunicación y el afecto. Por su parte, D'Ors, en su biografía 'inventada' de los Reyes Católicos, resulta realmente cargante. Su idea principal sobre la masculina reina Isabel y la necesidad de una nueva sociedad más limpia parece aceptable.
Escritores de esta época mucho más legibles son Azorín, Unamuno y hasta el periodista autocomplacido de Ortega.
Menéndez Pelayo -'Historia de España', extracto de sus obras- es ameno. Y de tonto no tenía un pelo. Se acerca a la idea de Sánchez Albornoz de la 'españolización abierta' de los distintos invasores peninsulares. Ambos, frente a escritores de la moda, niegan que pueda entenderse la historia de España desde una esencia o prejuicio moderno determinado e interesado. La gran diferencia entre ellos está en la importancia, posiblemente excesiva, que don Marcelino da a lo Católico para entender lo español desde los Visigodos.
Pd: Sin querelo, acabo de descubrirlo, llevo el horario de Kafka; siestas de 3 ó 4 horas y madrugar. La diferencia está en las horas que Kafka robaba a la noche para escribir/ser, que yo las paso plácidamente dormido envuelto en verdes sueños.
lunes, 21 de julio de 2008
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