Lo insustancial lo es todo. Todo es decible, todo es importante, cualquier acontecimiento da forma al individuo. La Forma es insustancial; no es expresasble more geométrico (ni more ético...), ni permite proyectar de modo seguro su azarosa trayectoria. El Ahora es pleno en sí mismo. Un sólo reto; existir y ser conscientes de ello. Aprender a vivir en estas condiciones, precarias e inmutables, y plasmarlas en un lenguaje.
El lenguaje es reflejo fiel de esa vacuidad del ser y del pensamiento. De él no se puede escapar. El esteticismo y la exigencia metafísica intercambian de continuo los papeles en el alma del Sujeto.
El Sujeto existe, innegablemente; es el forzado experimentador de lo absurdo. Es notario de sí mismo (cabe el Universo).
lunes, 3 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario