No es cierto, me dijo una vez Arthur Host, que con la poesía se sienta uno menos solo o que no se sienta la soledad. La soledad, quiso decir, es algo de más allá de los individuos, es un acontecimiento metafísico. La conciencia simplemente es el receptáculo de dicha realidad. La nulidad o vaciamiento absolutos de cuanta haya en este o en cualquier Universo, y la soledad es uno de los modos como la conciencia la experimenta.
siendo irrebasable el sinsentido esencial de las cosas y su pensamiento, se nos abren dos caminos: el de los filósofos y demás animales inteligentísimos, que se dedican, olvidando el aterrador descubrimiento de la nada, a administrar los restos, que por otro lado tratan como si fuesen catedrales. La segunda opción es la de asumir los anémicos límites del sentido, y dedicarse, todo lo más, a la poesía y al aforismo. A cierto tipo de poesía y aforismo. Host o Cioran son dos buenos ejemplares de tan poco ejemplar proceder.
domingo, 30 de septiembre de 2007
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