martes, 27 de octubre de 2009

Martes 27 (2)

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"...lamentaba profundamente no ser español. España me fascinaba, porque representaba el ejemplo del más prodigioso de los fracasos." De Cioran. Heroico y bello hundimiento. El Nuevo Mundo y Rocroi. Siempre vi reflejada en la historia moderna de España mi propia historia personal. Quise conocer al detalle los siglos XVI y XVII; yo entendía perfectamente el drama agonizante de la piel de toro. Con el tiempo he descubierto que la muerte y el fracaso no requieren testigos ni admiten pésames. Hoy soy incapaz de leer ninguna obra sobre aquellos siglos; el dolor y el sentimiento de profanación me invaden desde las primeras páginas.
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Un resabio unamuniano me ha quedado de aquello, la convicción de que los muertos y los fantasmas no abandonan jamás la vida, y que siguen prisioneros de sus errores generación tras generación. Empecinarnos hasta el paroxismo en esa frustrada realidad que tan acertadamente refleja al hombre lúcido actual.
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