martes, 14 de julio de 2009

Libros

Avanzando en el 'Viaje a Rusia' de J.Roth. No atisba el estalinismo. Ingenuo en un doble sentido. Sólo ve las ventajas 'teóricas' de lo soviético; la miseria y la militarización social son transitorias. Muy hegeliano, o de periodista 'progre'. Piensa Roth, y con ello justifica cuanto ve, en terminos de no zarismo, del zarismo derrocado... ¡sic!. En un segundo término es inocente porque confía en la ciencia y cultura 'occidentales' como modo de escapar de la barbarie y primitivismo. El marxismo como ciencia práctica contra la ignoracia y superstición. El marxismo soviético como Ilustración. Occidente cansado, ciego y necesitado de ilusiones.

Al mismo tiempo, de Maximilien Rubel, 'Stalin'. Un marxista crítico: tesis fundamental: Lenín prefirió (consciente y burguésmente) la dictadura de la inteligentzia a la verdadera democracia; Stalin es coherente con esta lógica sanguinaria.

Leer, escribir, divagar, charlar... ¡en un ambiente más sosegado! Demasiadas circunstancias, todas favorables para un espíritu más combativo. La ilusión por algunos libros, por algún encuentro.

Esta tarde he estado en el podólogo. El cura y el neurólogo estaban de vacaciones. Algo del tercer metacarpiano (o tarsiano), que directamente afecta al páncreas y al lóbulo excéntrico (tirando a trascendente) del cerebro. Nada que un buen suicidio (literario) no pueda solucionar. ¡Qué dramático! Seamos honestos: nada que una cervezas no puedan solucionar.

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