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"Y puso un querubín, que blandía flamante espada, para guardar el camino del árbol de la vida" (Génesis, 3,24)
"Ni modestia ni paciencia nos harán dueños de lo que perdió nuestro fatal ancestro.Necesitamos un espíritu de fuego, y entonces ese querubín enemigo que afila armas y locuras, se derretirá en la pira de nuestra alma." (Cioran, 'Breviario de los vencidos', p.2)
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¡Era tan joven aún! La larga sombra de Nietzsche que ciega los corazones vírgenes!
miércoles, 7 de octubre de 2009
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4 comentarios:
Los querubines me dan pesadillas...
...lo único interesante que va quedando.
Querubines que blanden espadas. Humm... Espera que me mire el Freud
No hace falta, yo te lo digo que he leído a Capote.
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