lunes, 7 de enero de 2008

Ideas de Platón en blanco y negro

El mundo de las Ideas platónico -así como todos sus remedos, que son incontables- es un artefacto bastante tosco como para ser modelo, aun en la distancia, de la racionalidad. El platonismo supone no sólo la inteligencia de la razón sino la mágica inteligibilidad de la realidad, siendo la inteligencia la demostración de la inteligibilidad del Ser y ésta la de la inteligencia del alma. Bastante evidente y fácil. Es el espíritu, la voluntad y sentimientos platónicos, lo que sí llama la atención y constituye un invencible motivo para la reflexión y el 'buen' hacer. El deseo del orden, del cosmos, es la imagen filosófica del miedo más primitivo al caos. Esto no es invención de Platón ni de los griegos, sino que posiblemente tal ingenuo creer y pensar se halla en la estructura misma de nuestro cerebro. Del mismo modo que los pulmones no pueden no coger y expulsar aire, la razón humana no puede no suponer e inventar mundos posibles. Ya en las cavernas éramos así.
El color y el tono, lo inapresable de la existencia, no es un atributo de las Ideas; ¿cómo iba a serlo si precisamente es el miedo a la inabarcable e infinitesimal realidad lo que nos ha hecho hablar de las Ideas? Una razón incapaz de los matices, incapaz de ponerse al servicio de los sentidos, los sentimientos y la voluntad humana no es más que una propedéutica de la racionalidad. Es verdad, ¡qué le vamos a hacer!, que los sentimientos y voluntad humanos son confusos y paradójicos, bastante más caóticos de lo que el platónico quisiera, pero no hay otra que admitir tan vertiginosa realidad. La libertad, con esto acabo, sólo es pensable en este escenario, interno y externo, caótico. La individualidad, el arte y la justicia política han de ser posibles, hasta donde sean posibles, desde el reconocimiento de esto que decimos. La lucha contra los malos instintos y contra el dogmatismo no pueden obviar sino que han de partir de tan innegable realidad vaporosa, polifónica y multicolor del hombre y el mundo.

No hay comentarios: