jueves, 31 de enero de 2008

Stalin

Centrado/descentrado con Cioran. Pero a mi férreo plan de lectura de hace dos días (¡sólo Cioran, Camus y León Felipe!) le he hecho una excepción. Por los noches, ya en la cama, alguna otra lectura. ‘Stalin’ de Walter Laqueur (en Vergara del año 2003, el original inglés es de 1990).
Llevo apenas 70 páginas. Algo sobre la personalidad tosca y retorcida de Stalin, algo sobre su casi nula presencia antes de 1917, algo de su infatigable capacidad de intriga y celos. Algo sobre el miedo del gran Lenin (sic) al poder que Stalin había alcanzado y que previó demasiado tarde que sería para lo peor. El Testamento de Lenin donde opta por Troski o Bujarin es escondido por Stalin y el politburó. Algo de Bujarin; al final no sé qué decía, sólo que ayudó cuando no debía a Stalin y que éste lo mando fusilar en el 38. De Bujarin el bueno, además, que su ‘carta de un viejo bolchevique’ me parece casi estalinista. Algo sobre Troski (tres cuartas de lo mismo, pero parece que Troski no era tan buena persona como Bujarin). Mucho sobre el plan de industrialización forzosa y la innecesaria purga de los campesinos propietarios (los Kulaks). Aparecen más nombres de la Vieja Guardia, todos asesinados por el padrecito Stalin. El libro promete, hasta donde él y yo podemos. Me vuelvo a ‘De lágrimas y santos’: “Es posible que pensar en Dios sea la razón de ser del hombre. Si consiguiera ignorarlo o amarlo, estaría salvado” (p.75)

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