Azorín, el superficial y placentero Azorín. Delicioso; el placer de la lectura. También alguna biografía suya; tengo la de Fernández Pombo y la de José Alfonso. Flojas pero legibles. Sin pretensiones. Busco la de Gómez de la Serna y la de Granjel. Releer muchas cosas suyas y descubrir otras.
Epistolario de Cernuda con Cano. Releer y rehacer mi antología de Cernuda.
León Felipe. Retomarlo con una cierta seriedad.
Savater, soporífero, a trancas y barrancas (ya sé cuál es la tarea del héroe).
A hecho con Borges. 'El hacedor', 'Elogio de la sombra', 'El Aleph', 'El libro de arena', 'La moneda de hierro', etc.
Juan Luis Panero. Ya lo leí casi entero, pero encontré de saldo sus poesías completas y es la ocasión de volver a él.
'Ovejas negras' de Azúa; un par de artículos son geniales: 'Mundos abiertos mundos cerrados' y el 'epílogo'.
¿'República' de Platón? Me tienta. Lo recuerdo árido pero con páginas magníficas. Además, me ahorraría muchas lecturas idiotas.
Cioran, siempre Cioran. A la cola de espera, abusando de su fidelidad. 'El ocaso...' y 'De lágrimas y santos' son la mejor introducción. La antología de Savater es muy floja e interesada, cosas de la época. Olvida la dimensión poética y metafísico/religiosa del rumano que son posiblemente lo más clásico que tiene.
Camus. releer 'El mito de Sísifo' y 'El hombre rebelde'. Leer -aún no lo he hecho- la biografía de Lottman.
Pregunta innecesaria. Todo esto, y más, para qué. Ya me micro-microaclararé.
jueves, 3 de enero de 2008
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