domingo, 22 de marzo de 2009
Domingo 22
Carretera. 1000 km. 10 horas. Incomodidad física. Tristeza de volver solo. Estúpidos e infernales laberintos mentales; desde Dios al último bostezo todo aparece superpuesto y punzante. Algo así debe ser el día del Juicio, aunque creo que es incomprobable. Miedo, como siempre que hay carretera, a estar a solas con mis demonios. Son demasiadas horas para engañarme... Llovizna. Aumenta el peligro de la conducción. Pero eso no me preocupa. Deseo, y es un ansia alegre, de humanidad... de demostrame que la Vida no es lo que sé que es, y que a veces son posibles los milagros. Pero, ¿qué podrá mi cansancio -demasiada carretera y años- y qué permitira mi impericia humana...? Soy demasiado yo mismo para saber ser Hombre. Ayúdame, tú que sabes -eso creo- a descubrir lo más humano.
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