Busco una razón de la poesía. Una breve y pasajera razón.
Nada encuentro (o casi cualquier motivo me valdría, si quisiera),
y todo lo más me atrevo (ahora, sólo ahora, breve y fugazmente)
a certificar que las razones de la poesía son las de la vida.
Para algunas personas, en algunos momentos, sus poemas
son sus más íntimas experiencias.
La razón de existir, de desear.
La razón de ser, de permanecer conscientes
a la proa de la nave carcomida.
La razón de ser uno mismo ciegamente, libremente.
La razón de ser haciéndonos.
La razón de ser deshaciéndonos a cada paso.
jueves, 5 de marzo de 2009
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