jueves, 19 de marzo de 2009

Mea culpa

No digo que esto sea bueno, pero soy muy egoísta. No ególatra, pero sí egocéntrico. Muy perdido en mis adentros. No menos en los afueras, pero bastante más pragmático e ingrato. Me explico. Mi vocación frustrada (y estuve a punto de alcanzarla) es la de librero, de una librería de viejo. Si me dedico al mundo de la publicidad es por necesidad. Quisiera vivir, ahora mismo y desde hace muchos años, en un otero perdido de Zamora o Palencia -mejor Zamora. En una casa biblioteca de piedra y madera oscura, con chimenea y silencio. No es mi caso actual, y no creo que pueda conseguirlo... La Red y una cafetería no muy alejada me serían suficientes: lo de la cafetería es comprensible, son demasiadas las servilletas escritas en una barra y algunos los libros leídos; 'El mundo como voluntad y representación', por ejemplo. Lo de un ordenador enganchado a la Red es más vil. Para comprar algunos libros, y para charlar con unos pocos (5 ó 6) amigos varias veces por semana. Algún viaje esporádico al Sur o a Roma, pero poca cosa. Y la visita (¿ven ustedes lo egoísta que soy?) apasionada de algún amigo... Soy muy egoísta porque sueño amigos nómadas; fugaces y eternos, volcánicos y discretos.

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