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Ágiles y bellas gacelas
asoman sonrientes y blancas
en la terrosa sonrisa del viejo.
La vejez comienza a los veinticinco
y es muy difícil de superar.
.
Jóvenes gacelillas azules,
el color del cielo y de la carne,
canturrean y bailan
el ritmo de los músculos
y las fibras extendidas.
.
Sonríe el león tanta dignidad,
es ya mucha la sangre comida
y demasiados los retoños muertos,
y bosteza distraído sin perder el brillo
malicioso en la mirada.
malicioso en la mirada.
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Este majestuso tedio
a la sombra del niño muerto,
como una tela de araña
color oro y destino,
atraparon a la última
e inocente víctima,
¡oh, gacelilla triste y rendida,
que sabroso tu olor dormido
y tu sudor evaparado!
a la sombra del niño muerto,
como una tela de araña
color oro y destino,
atraparon a la última
e inocente víctima,
¡oh, gacelilla triste y rendida,
que sabroso tu olor dormido
y tu sudor evaparado!
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