Nada mejor que una extravagancia para airearse. Esta tarde estoy de casualidad con 'Los primeros códigos de la humanidad', de los sumerios, edición de Lara Peinado. Muy entretenidos los 'namtar' y las 'di', los mandatos y leyes de aquellos pueblos tan alejados pero parecidos al nuestro. La introducción pseudoerudita tiene el tamaño justo para mí; un par de cuartillas he sacado con nombres y algún esquemilla. Nada, nada, que muy recomendable. Todo, todo, muy actual:
"Cuando un cadáver era llevado para el funeral, el sacerdote cogía sus siete cántaras de cerveza [140 litros], sus 420 panes, dos ul [72 kilos] de grano khazi, un vestido de lana, un apoyacabezas y un lecho. Y el sacristán cogía 36 kilos de grano."
"Si el futuro yerno ha entrado en la casa de su futuro suegro y si el futuro suegro ha dado después su hija a otro hombre, devolverá dos veces el don de las nupcias."
Como la vida misma, pero en cuneiforme.
viernes, 12 de diciembre de 2008
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