A los rusos hay que leerlos a traición. Por lo menos a los de antes, a los mastodónticos. 'Taras Bulba' paras 'Almas muertas', Gogol, Lérmontov y Turgeniev para Dostoievski y Tolstoi. 'Pobres gentes', 'Noches blancas', 'La casa de los muertos', etc para los Karamazov. Pues que ahora he empezado 'Almas muertas' para ir cerrando el cerco, en unos añitos lo habré conseguido, sobre 'Crimen y castigo' y 'Ana karenina'.
Chichikov, el protagonista, da mala espina desde el principio, apenas llevo 100 páginas y me temo lo peor, que él solito la va a liar y se me va a hacer insoportable. La verdad es que todavía no ha logrado Gogol interesarme por Chichikov, pero disfruto la novela por lo del costumbrismo. Creo que la acabaré bien, a buen ritmo, como segunda lectura. Para antes de dormir y eso.
Pd: pues nada, aquí de poeta perdido leyendo a Epicuro. La parte fea e ilegible, la más poética. Que si simulacros y afecciones, que si el alma es fuego y aire, y éstos átomos, que si lo incorpóreo no puede existir, que si el error proviene de las opiniones y juicios apresurados, que si el lenguaje nace por denotación (a lo Kripke), que si el vacío es infinito y el tiempo una ilusión... genial, maravilloso. Material de primera para un 'poema epicúreo'.
¡Estos griegos!: la felicidad suprema consiste en la sabiduría perfecta, en el perfecto conocimiento de la Naturaleza y de nuestro anclaje en ella. Por esto no paso, y ni a Epicuro se lo perdono. La felicidad posible es la ignorancia absoluta, o el sobrehumano esfuerzo por no ser ni pensar. ¡Con la vida, con el Universo, no hay pacto ni reconciliación posibles!
Otra pd: pues sí, los ritos y sueños de renovación son un insensato no querer comprender la cruda realidad de ser hombre, que dijo Vallejo. La noche y el día no se suceden en armónica y regeneradora dialéctica, sino que ambos, simplemente, suceden pesados e inexorables.
jueves, 4 de diciembre de 2008
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