viernes, 29 de mayo de 2009

Comentario

Muy acertado, pero discutible en los puntos esenciales. Por partes. ¿X, Y, Z, la prima de Z, etc.? No. La realidad es que las variables, en la realidad real -la que no existe y permite cierta evasión- son absoluta e invenciblemente inavariables. INVARIABLES, palabra a su vez invariable y de potenciada (y cinética) eficacia defensiva. Como una defensa numantina o integral. Integral. Ahí está el asunto; Íntegro e integrista: ¿los principios al servivio de la vida -de la libertad y felicidad posibles, aunque no eternas- o la vida, en santa y dolosa donación, al servicio (inhumano, antropófago, masoquista) de los sacrosantos principios inoculados? Acuérdese el lector de ciertos dogmatismos filosóficos, políticos y religiosos, y de sus devastadores efectos.

Por otro lado. ¿Por qué a mayor deseo, mayor ímpetu integrista, y a la postre menor deseo, o mayor deseo frustrado? ¿Qué ley de la química, algún licenciado en químicas sabe realmente de la verdadera química, qué ley de la física, o de la religión, autorizan o fomentan tan triste proporcionalidad inversa entre tú y tú mismo?. He dicho.

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