domingo, 24 de mayo de 2009

Domingo 24

El cansancio, mejor que la razón, distancia las circunstancias. Siguen ahí, claro, y tú alrededor de ellas, encarándolas, asumiéndolas, escondiéndote... pero con la ajustada importancia que en ciertos momentos ha de dársele a todo. Los problemas de todo tipo, las ocupaciones, las alegrías, los pequeños proyectos, etcétera, te dicen con rotundidad que, si quieres, te ocupes de ellos (sin preocuparte en exceso) pero que si no lo haces, pues que tampoco pasa nada, que el tiempo lo disuelve todo y también nos presentará nuevas (aunque siempre las mismas) cuestiones. El cansancio nos muestra el lado positivo de la Nada y los Seres. A veces es necesario este agotamiento para no estallar de seriedad y cinismo.

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