martes, 30 de junio de 2009

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Martes 30

Será el calor y son otras cosas, pero llevo unos días de lo más evasivo (conmigo mismo). Me veo y miro para otro lado, y cuando no ha quedado más remedio y nos hemos cruzado hemos hablado de asuntos falsos y sin importancia. Un otro yo, un microcerebro adentro del cerebro que está intranquilo y a la espera de lo extraordinario... pero que, prisionero de la lógica, se sabe perdido de antemano. Todo muy confuso, y muy claro en otro sentido. Ni la lógica ni la moral, las sempiternas ganadoras, han de decidir por mí, me digo... ¿y qué pasa con los fantasmas que te pueblan, me respondo en tono insolente?

domingo, 28 de junio de 2009

Poema

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Él pensó que andaba
sin rumbo fijo, siempre
de acá para allá.
Descubrió que no,
que su mecanismo
era más parecido
al de un tío vivo,
quizá menos luminoso
pero igual de artificial
y monótono.
Su corazón, se confesó,
llevaba demasiado tiempo
por otro lado y sólo
con excesivo trabajo
se mantenía en su sitio
bombeando los miles
de litros de sangre
que la naturaleza prescribe.
Ese día dejó la poesía
y se hizo viento.
Otro día, se dijo,
ceñiré todo el aire
y seré tierra.

JRJ

Reseñables de hoy. El artículo de de Prada sobre León Bloy. El poema buscado de Juan Ramón, sobre ¿Dios?. Los abatares del poema perdido y una introducción a la poética de JRJ, en el ABC de hoy y en www.abc.es/informacion/juanramon/index.asp. De Bioy, en otra entrada. El poema, que me interesa más:
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Partimos de Dios
en busca de Dios,
sin saber qué buscamos.
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El dios con minúscula,
el dios bajo cielo,
el cielo que es mar,
sobre aire que es cielo,
¡entre aire y marcielo,
y que es pleamar, y que es pleacielo!
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El dios deseante,
el dios deseado,
-¡el dios deseado y deseante!-
me trae este Dios,
un Dios tan DIOS,
¡un Dios, Dios, Dios, Dios!
...que al cabo de todos los cabos,
que al borde de todos los bordes
un día encontramos.
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Cada vez más suelto, y más desasido;
cada vez más libre, más ¡y más! ¡y más!
a una libertad de puertas de Dios.
Y entonces la puerta se abre... y ¡más libertad!
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Estoy pasando la cuerda,
cuerda que Tú me has tendido,
Dios mío, mi Dios, ¡Dios mío!
¡Dios mío, no soples, Dios!
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Siento la inminencia del dios Dios,
del Dios con mayúscula,
-el que nos enseñaron cuando niños
y no aprendimos-,
¡Dios se me cierne en apretura de aire!
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¡Se me está viniendo Dios
en inminencia del alma!
¡Se me está acercando Dios
en inminencia de amor!
¡Se me está llegando Dios
en inminencia de Dios!
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No creo, a pesar del artículo de García Calero, en misticismos, ni en metafísicas (siempre bajo cielo y con minúsculas) ni tampoco en una Humanidad (¿con mayúscula?) de después del yo. Quizá es sólo el yo viejito y agotado, que en su cansancio e impotencia certifica el misterio y la necesidad del misterio... Una extraña intuición que se hace análoga a la fe infantil. Una necesidad de no vida, de no mundo, de no experiencia, de no razón ni poesías... ¿Por qué son la libertad y el amor las palabras nexo entre Dios y el alma, y no simplemente la felicidad? El Dios del poema está vacío, al igual que el alma desgastada de vida que lo ha engendrado. No, no es un descubrir a Dios, sino un reconocer la imposibilidad de Dios ni Hombre -ni poesía ni amor ni felicidad ni amor- ningunos.
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sábado, 27 de junio de 2009

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Comentario

La Historia Universal de la Tragedia, en la que aparecen los atroces casos particulares y donde la rabia e impotencia dan paso al absurdo y la compasión. Todos los casos son particulares. En una Guerra Civil, por ejemplo. Creo que no debería confundirse dicha historia con la de las siglas políticas, que son como el escenario. Los personajes permanecen, los decorados cambian. Ni justifican ni causan la tragedia los eslóganes políticos o religiosos, sino que en nuestro corazón anidan desde las cavernas. Pienso que este fue el motivo de que nos expulsaran del reino animal, del Paraíso dicen otros.
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Entre la barbarie y la dolosa mediocridad, sin dudarlo, me quedo con la segunda. Con el liberalismo.. a condición de ejercitarlo en soledad, o en un muy pequeño grupo, y lo conviertas en sana soledad y anarquía... ¿un jardín? La mejor de las opciones, ninguna. Ni lel dogmatismo bárbaro y asesino ni el liberalismo político desecador y conformista, adocenador. Quizá el Silencio, la Nada, los páramos Zamora o Huesca... no lo sé, igual soy un liberal. Pero creo que no, por aquello de la soledad y las pasiones.

Pd: así las cosas, ¿son sinónimas las siguientes expresiones: 'liberal', 'anarquista', 'ultramontano'?
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De Ángel González

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Aquí no pasa nada,
salvo el tiempo:
irrepetible
música que resuena,
ya extinguida,
en un corazón hueco, abandonado,
que alguien toma un momento,
escucha
y tira.
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TODOS USTEDES PARECEN FELICES
......Y sonríen, a veces, cuando hablan.
Y se dicen , incluso,
palabras de amor.
Pero se aman de dos en dos
para odiar de mil en mil. Y guardan
toneladas de asco por cada
milímetro de dicha.
Y parecen -nada
más que parecen- felices,
y hablan
con el fin de ocultar esa amargura
inevitable, y cuántas
veces no lo consiguen, como
no puedo yo ocultarla
por más tiempo; esta
desesperante, estéril, larga
ciega desolación por cualquier cosa
que -hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.
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Comentario

Pues sí y no. ¿La filosofía contra el mito?, ¿contra el dogmatismo?, ¿el socilogismo?... Filosofía debería ser lo discutible (y comunicable, lo más o menos comunicable) frente a la palabra (indiscutible y de designio oculto) del Dios, de la Sociedad o del Estado. ¿Es eso en verdad? Después de los Presocráticos y algún francotirador arrumbado, ¿ha sido ese el sino del filósofo? ¿No ha quedado preso de sus propia enseñanza filosófica con sus sutiles guiños lingüísticos? Y todo esto sin entrar en el tema de lo irracional, en sentido amplio y aterrador, como savia de la vida y la mismidad. Creo que se puede decir en una palabra: la filosofía justifica la imposibilidad de la libertad y de la existencia, y por eso, indirectamente, justifica su contrario. Lo del cerebro no conformado está bien, pues claro que sí, pero quizá una pasada por la poesía y el arte haría más beneficio que el que actualmente hace la filosofía. He estado a punto de escribir, pero no es lo que estamos hablando, la filo-ciudadanía.

De A.González

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Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
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viernes, 26 de junio de 2009

Libro

Enfrascado con la Historia del Arte de Fernández, Barnechea y Haro, en un manual del antiguo COU, algo así como el doble de un Grado del Bolonia en una Universidad imbécil, y el 90 % lo son. Con los prehistóricos y con elementos y procedimientos artísticos. Libreta en mano, tomando notas y requetemirando las láminas. Entretenido. La historia del arte y la de la música, amén la de la literatura, deberían ser de obligado cumplimiento para cualquier licenciado. La de la filosofía dejémosla para caso incurables de soledad o pedantería.

De Ángel González

Este poema encontrado en un maravilloso libro, uno muy especial, de Ángel González -que murió de viejo, amor y poesía:
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Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie lo sepa.
Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita...
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¡Ay, fantasma, no me robes a A.González!

Viernes 26

Quisiera ser más fuerte para cumplir lo prometido. Reír, hacerte reír y sonreír con la dirección en que te lleve el viento. Quisiera arrancarme las entrañas -sin ellas el cerebro es un órgano inocuo- y ser tragado por los días y el olvido. Quisiera, pero no es verdad, ser olvidado, y olvidar yo. Poco a poco, fantasma de mi sombra, poco a poco, quizá permita el azar una dulce agonía. Más vacío y más libre que nunca, siempre tuyo, un hidalgo malcriado, un villano de bodevil.

jueves, 25 de junio de 2009

Libros

'Rinconete y Cortadillo'. Versión escolar, nada mal para empezar. 'Las vidas de Miguel de Cervantes', de Trapiello. Relectura; de la primera no recuerdo absolutamente nada, y son los subrayados y anotaciones las que me dicen que ya lo leí.
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Me espera un día 'filosófico', a la barra con la Estrella y pensamientos por cazar. A ratos, es inevitable, la pancreatitis apretará fuerte. Fuerte con un aullido, fuerte como el silencio de Dios. Quizá, pero esto es mucho esperar, quizá... quién sabe...
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Sólo los sabios, los santos, los héroes y los artistas geniales merecen, ya que le son innecesarios, creer en la Providencia y los milagros. El resto, el pueblo de los liliputienses, no merecemos más que infantiles ilusiones y miedos ancestrales. Convertir la Providencia en Destino, ese es el camino de la vida... pero me encuentro demasiado lejos de tan exótico territorio.
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miércoles, 24 de junio de 2009

Miércoles 24

Al fin he podido dormir, casi 8 horas de continuo. Me hacía falta, supongo, pero me he levantado igual de cansado. Secretos de la fisiología neuronal. A cuestas con la historia del arte. Un peligro estoy descubriendo mientras leo. En algunos de los temas me quedo enredado y empiezo a buscar y recuperar bibliografía. Me ha ocurrido con el arte prehistórico y los Leroi-Gourham que hace años leí y que ahora me apetece retomar. Esta es una estrategia nefasta si el objetivo es leer sólo una historia general del arte. Temo, aunque por ahora hago promesa de intentarlo, que no pase del arte griego.
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En otro orden de cosas. Anoche eché una clara de huevo en medio vaso de agua. En la ventana bajo la luna. Esta mañana la clara tenía forma de calavera, o de tío vivo, no estoy seguro. Mejor no creer ni dar importancia a estas cuestiones mágicas.
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martes, 23 de junio de 2009

Martes 23

Estas son unas líneas que me ha pedido A.K. para una revista que él y otros jóvenes de entre 18 y 30 van a sacar. La invitación vino tropezada y como de compromiso, que yo agradecí. Fue todo demasiado rápido y efusivo, demasiado caótico. Acepté al tiempo que me arrepentía. Dejé pasar las semanas, ya me había olvidado del tema, cuando G. me lo recordó. No queda más remedio.
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Difícilmente puedo yo encajar en tan noble proyecto. ¡Ya participé en los míos! Ustedes y yo no hablamos de lo mismo; cómo no iba a serlo con la ancha distancia en el lenguaje, el tiempo y la voluntad que nos separa. Pero… amica veritas sed amicus amici. Además, y aunque sé que es muy discutible, creo que sí hablamos de lo mismo, porque como en el relato de Borges todos los hombres siempre, desde la primera lágrima, contamos en infinitos lenguajes la misma historia sin pies ni cabeza. Que el alma es todo el universo pero que el alma es de cristal. Que nada se sabe y que nadie se entiende es otra cuestión, no menos cierta pero menor. Perdonen mi cansancio.
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Dijiste mal. Tras la juventud no llega ninguna madurez sino la podredumbre, que a cierta edad es la única forma en que la honestidad y la vida son posibles. Me aterra tan preciada palabra, la madurez, porque temo que sea uno de los nombres del Leviatán. Las verdades más profundas del corazón y la inteligencia, las que nos son más propias –aunque también las más temidas y repelidas- han de ser indecibles, incomprensibles, contradictorias, inacabables. Sólo experimentado tu azarosa nimiedad serás un poquito más libre, menos acorde y conformado con el pensamiento y el sentimiento únicos. Quiero ser feliz, pero no a cualquier precio, no al precio de una felicidad regalada y humillante, no al precio de la sumisión satisfecha. ¡Siempre a la contra! Que ante el espejo yo no me avergüence ni me engañe demasiado.
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Hubo un tiempo en que descubrí que yo podía preguntar lo que realmente me interesaba. Por disparatada e ineficaz que fuese la interrogante, yo era libre de preguntar por cualquier asunto. Por qué hemos de morirnos; por qué el nacimiento, la conciencia, los sentimientos. Por qué disfrutamos los seres humanos engañándonos y golpeándonos con la rabia más espantosa y absurda; por qué los fantasmas del alma y sus laberínticas trampas. Con el tiempo aprendí que eran posibles respuestas personales, absurdas, incompletas, irracionales, sin repetir las de los libros y los amigos más queridos. Hoy ya he comprendido que ni las preguntas ni las respuestas son importantes, ni tampoco necesarias o verdaderas. La conciencia de tal vacuidad intelectual es todo lo que he alcanzado, y me horroriza la idea, que a veces me llega en forma de pesadilla, de verme convertido en un satisfecho artefacto racional capaz de preguntar y responder, y capaz de vivir en paz conmigo mismo y con el universo.
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Todavía demasiadas veces me siento frustrado –el más innecesario e inevitable de los sentimientos, la frustración- triste, decepcionado. La vida aún me asedia y me llama al combate, quizá mejor a la resistencia. La lúcida y honesta resistencia que puede oponer un alma a sí misma, a su pasado y conciencia. Sí, se puede decir de este modo, algunos combaten y otros resistimos en el injusto e innoble acto de la existencia. Son formas de hablar. La existencia es ajena al bien y al mal, y no es justa ni injusta.
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5371 libros, leídos algo menos de la mitad, son un buen refugio. Pero nada más que eso; por fortuna (el azar es el dueño de mi destino y de caótica historia) mi agujereado cerebro (o mi alma enferma, que parece más apropiado) no retiene nada de lo que le llega. El tiempo huye, o somos nosotros los que de él escapamos en ninguna dirección. Exactamente nada es lo que realmente entiendo. Gusto –por temporadas compulsivamente- de Rimbaud, Hesse, Cioran, Nietzsche, Camus, Pessoa, kavafis y Pavese. Pienso que esta última línea es la que justifica tan mísera cuartilla.
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lunes, 22 de junio de 2009

Lunes 22 (3)

Mal día. Peor. Laberintos y universos paralelos. La inteligencia que certifica la inmensidad de la derrota, aunque el alma ya lo sabía. Paz, quiero paz. Una sonrisa, un café, un buen libro para certificarla. Sé que tengo una parte de razón, pero no es suficiente. Comprendo y acepto otras razones, pero me resultan indigeribles.
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Liado y con escasa voluntad para lo de A.K. Me han regalado un manual de Historia del arte. He empezado a leerlo y tomarle notas (en una libreta especial para ello), y me alegro a ratitos con la tarea, pero... me falta paz (y me sobra orgullo, de ser orgulloso y no de tenerlo).
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Lunes 22 (2)

Imposible sacar 40 miserables líneas. Las tengo claras, pero en cuanto escribo me da vergüenza de lo que va saliendo y me paro frustrado. Demasiado relamidas. Hay cosas que no se pueden escribir, o sólo en momentos viscerales, y sólo tal vez hablarlo entre confusas insinuaciones a la barra de un bar con algún amigo (si es sordo, mejor).
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Sólo los pequeños ven grande la miseria y pequeña (y muy peligrosa) la grandeza. Sí, sí, sí. Nietzsche y sus antecesores (los antiguos incluidos). Pero es que a veces se vé tan claro...
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En otro orden de cosas (aunque no hay orden ni hay cosas); espero no haber hablado demeasiado en cierto lugar. Hay que ser frío y calculador. ¡Pero yo no sé serlo! Vocación de malvado y aptitud de imbécil: el filósofo. Eso me ha quedado de la filosofía (como una enfermedad venérea) la ineptitud, la capacidad del estéril.
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Tampoco hay más suerte con los poemas del Host. Tengo que corregirles algunas cosillas. Tienen casi 4 años... y me parecen recargados. Los leo, les saco los defectos, pero no me animo a tocarlos. Son de 'Geográfica del alma', ahora pienso (pero siempre lo pienso, pienso siempre lo mismo; pienso al modo infinitesimal) que son demasiado blandos y optimistas.

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Ejemplo. ¿Cómo arreglo esto tan tierno, tan demasiado tierno de lactante acomodado y satisfecho?:

Que el sol no me abrase ni me regale luz alguna,
que pronto llegue la blanca y fría noche,
y que por mis venas retorcidas sólo fluya roja
sangre cristalina y sin memoria.
Que el alba me atrape dormido y ajeno a los sueños,
que la mañana me confunda y pueda mirarme al espejo
sin verme, y sonreír y gesticular sin alma durante horas
y horas hasta caer prisionero del sexo, las pastillas
o el alcohol.
Que ningún libro me recuerde lo que debe ser olvidado.
Que ningún amigo ni hermano me arrastre al torbellino
de la verdad de dientes amarillos y ojos amarillos
que tanto temo.
Que no olvide nunca todo lo que he de olvidar.

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domingo, 21 de junio de 2009

Domingo 21 (2)

Se trata de cinco poemillas antiguos de Arthur Host, y de unas líneas sobre no sé bien qué. No recuerdo lo que dijeron (¡bulliciosa juventud!). Al final he sacado un borrador con algunas ideillas. Algo así como 1) siempre a la contra; 2) preguntar y responder, donde al final ni una cosa ni la otra son necesarias ni importantes; 3) sobre la tristeza a la edad ¿madura?; y 4) sobre los libros y algunos autores. Supongo que saldrá algo muy tonto, espero que lo suficiente para sólo entregarle los poemas.
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También podría ser una lectura muy subjetiva del Lobo Estepario. La más alejada de la crítica cultural y política. La más atroz, la más 'sin solución'. ¡Qué pueden entender tan jóvenes! Harri es un personaje que va creciendo/pudriéndose y saliéndose del libro cada vez más con los años. No es comunicable. El espejo, Pavese, Harri y yo.

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Quizá algo menos abstracto, aunque en el fondo lo mismo. Un ejemplo concreto con nombre y apellidos de nacer/morir/nacer. Pero sin la tramoya de la iniciación ritual, y con el frío y la muerte cada vez más presentes a pesar de los ciclos.

Domingo 21

El calor dilata los kilómetros; parecieran 10.000 y no 1.000 los del paseillo de hoy. ¡Y hay quien dice que pasear, y la química, ayudan! Calor insoportable, aire acondicionado insoportable... la solución, pues seguir y no pensarlo. Hasta la radio estaba hoy pesada. Me habré acostumbrado a la radio invernal. Esta noche debería echar un buen rato, para continuar, no sé si podré acabar, una cosilla que le he prometido a A.K.
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Cansancio de falta de sueño. Menos de 8 horas en los últimos 3 días. Insomnio artificialmente inducido, por aquello de la conducción. Mezcla imposible. Dolor de cabeza, cansancio, mente acelerada, inquietud, hiper e hiposensibilidad (depende de los objetos). Se piensa mucho en este estado pero se olvida pronto. Además, tampoco eres tú quien decide los pensamientos. Como experiecia está bien, pero no como norma.

sábado, 20 de junio de 2009

Sábado 20 (2)

Creo que nací en esta trinchera, con más aspecto de vertedero que de otra cosa. Una trinchera no es lugar donde se combate sino donde se pasa frío y miedo, porque en las trincheras no se empieza ni acaba ninguna guerra. Las guerras las hacen otros, las fuerzas realmente poderosas del universo. En esta trinchera con aspecto de escombrera sólo se sobrevive a mil kilómetros de la humanidad y clamando a un Dios inexistente y caníbal.

Libros

En el kultural del ABC. Dos cosillas. 'Cioran, sentimental e ingenuo' de Vartic (Mira editores, 2009) y 'Lo seco y lo húmedo' de Littell (sobre el lenguaje fascista y nazi). Interesante el segundo, muy interesado en el primero. Igual, si el libro no defrauda, retomo a Cioran.
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Me voy a la playa, a un chiringuito de playa, con el libro bajo el brazo. 'Lecciones de pragmatismo' de W.James. Algo saldrá... que no se me olvide el lápiz (las servilletas las pone el bareto). Música en la cabeza. 'Claro de luna'. Ansiedad e impotencia; también calor y ruido.
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También me llevo el 'Después de Nietzsche' de Colli. Y el kultural para compensar.

Sábado 20

El día se fue entre el coche, la frustración y la tristeza. No es una cuestión fácilemente decible... ¡ni entendible! Después, sintéticamente despierto y hablando de todo entre risas... pero yo notaba mis ojos y el corazón cargados, espesos, como empañados de vaho o lastrados a un fondo sin aire. El olvido vía misticismo postmoderno. Solución defraudante, lo sé, pero no había otra tal como están las cosas..
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¿The Cure? No lo entiendo. No es para tanto... sólo los salva mi edad. The Cure (2), y hasta (3) y (4) Aunque yo prefiero mejor música.

jueves, 18 de junio de 2009

Comentario

Un buen proceder. Decir lo que se piensa (¡pero no a todo el mundo!, ¡ni pareciendo siempre que lo piensas o sientes realmente! ¡la honestidad del poeta y del cínico) y pensar/sentir lo que se dice (aquí el filósofo, y todos lo somos un poquito, y sus inevitables telarañas) adentro del laberinto lingüístico.
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Esto ya no está tan claro. La individualidad que se sabe prisionera del lenguaje y que le exime de tomarse metafísicamente en serio a sí misma. Sí, pero siempre con la ocupación de ser y sentirse (una nada). Siempre al cuidado de su pequeña ínsula desértica. Una nada que no nadea, que es real, realmente individual. La Nada verdadera, la verdad definitiva y nutritiva, sólo es decible desde el metalenguaje. ¿Olvido? Olvido de la nada, olvido de ser. De ser nada. Y ahora lo del misterio, y bla, bla, bla.
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Creímos ganar algo al desvelar la fraudulenta, incestuosa, relación entre el pensamiento, el lenguaje y la realidad. Hoy sabemos que son sólo palabras para referirse al mismo no referente sin sentido. Que como simples palabras no sirven para fundamentar ni aclarar cosa alguna. El pensamiento, el lenguaje y la realidad son meros atajos útiles de y para la nada. Quizá lo único positivo de tan antifilosófico descubrimiento sea el de obligarnos a una nueva honestidad.
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Jueves 18

Jueves 18. Algo celebrarán en algún sitio, supongo que en muchos. Pero yo sigo, tan sólo han pasado unos minutos, en el miércoles 17 -más tirando a negro que a otro color-. La cabeza rebosante de ideas, palabras y sentimientos... pero imposibles de conformar por ninguna voluntad. Mi noluntad sólo me permite ir tirando a golpe de saliva tragada. ¿Por qué estos abismos para alguien tan minúsculo como yo?
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No quiero morirme ahora, pero sí dormir y despertar dentro de 2 años. ¿Cobardía? ¿culpabilidad? Quiero ser testigo de mí mismo, leer y disfrutar de algunos placeres infinitos... no, no quiero morirme aunque sea la solución más lógica dadas mis defectuosas e inadaptadas premisas. ¿Zamora, Huesca? ¿Y qué hago con los recuerdos? ¿Qué con las lagrimas, con el pecho partido y con el alma vacía de realidad?
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miércoles, 17 de junio de 2009

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Creía que el título significaba algo así como 'soy un jugador',
y no es eso...

Miércoles 17 (3)

A veces, sólo a veces en mi caso, la burocracia es un descanso. Llevo casi dos horas y ya he hecho 12 actas... reunido, con los asistentes, sin más asuntos, etcéteras y etcéteras de lo más divertidos. Pero después de la relajación viene el cansancio y la mala conciencia. No por lo que he hecho sino por todo lo que podía haber estado haciendo de más provecho y decencia. En fin, cosas del oficio. De oficio, calafateador titulado.
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Demasiado cansado para creer que el descanso (¡!) es una solución. Demasiado confuso y prisionero. Demasiado vivo para lo que mi homeostasis requiere y a lo que me ha acostumbrado. Demasiado lobo y demasiado freudiano para salir airoso. Sin espíritu de héroe, es un ajusticiamiento lo que me espera y no una trágica e inmensa derrota. Demasiado cínico para bromear sobre mi incólume cinismo, más autocorrosivo de lo que ahora me gustaría.
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La vida noctámbula -¡ o tiempos jóvenes, en que el día era pecado!- convoca a los fantasmas de otras épocas. A los miedos y las aprensiones que creíamos olvidadas. El día tampoco es un bálsamo; su ruidosa necedad se clava como un cuchillo. Si en ella participas -poco y patosamente- sientes que te traicionas; y si no participas resultas un ente patético y fuera del mundo.

Poema

Cada madrugada
te escucho llegar
amiga paciente
de mirada piadosa
y hueca.
Te espero
y te he llamado
largamente
de todas las formas
que aprendí
con los años.
Y cuando me mires,
como a un niño
perdido, desnudo
de miedo
e incomprensión,
me cogerás dulce
de la mano
para llevarme
al lugar del que no
hube de salir.

Miércoles 17 (2)

Realmente son fabulosos los vídeos y textos que la red ofrece. En un primer momento queda uno paralizado y como a la feliz espera de hacer algo nuevo y valioso con ellos. La ilusión dura unos segundos. Cuando uno recapacita y reconoce quién es y cómo trabaja, cuando a uno le horroriza la infinita palabrería, cuando uno recuerda al público al que su labor está destinada... entonces apagas el ordenador y te pones a releer cualquiera de los tomitos de poesía que a mano izquierda de tu biblioteca reposan y esperan.

Miércoles 17

El tiempo es fugaz. La espera interminable. La razón no consuela ni tampoco lo hace más llevadero. Una condición necesaria pero insuficiente, aquello de la lógica y la genética. Como un gris notario lleva mi cerebro anotados los altos y los bajos del camino. A veces nos llama la memoria... pero rápidamente nos reponemos. Es demasiado simple para tener sentido. Demasiado ciego para ninguna justificación. La sombra y el viajero en un día de lluvia.

Poema

No me gusta hablar de mí
pero en este terreno es difícil
refutarme. No me gusta
pero es lo que mejor hago.
Hablar de mí y de mis virtudes
innumerables. Por ejemplo,
me conformo con poco; no menos
de 5 regalos en mi día ó 5370
libros que jamás terminaré de leer
y que ocupan la mejor habitación
de la casa. Pero se lo merecen.
Sí, además de discreto pido poco
y me desahogo no sé por qué
escribiendo estas cosillas
como otros estudian el sanscrito
o hacen puentin. La verdad,
la pura verdad, es que no termino
de soportarme y necesito refugio.
Un dulce escondite de papel y besos.
Transitoriamente, en unos añitos,
digamos 40, todo esto lo habrá
puesto el viento en su lugar
y no habrá nada por lo que preocuparse.

martes, 16 de junio de 2009

Poema

No soy hombre dulce ni delicado
ni sé escribir de ese tierno modo.
Siempre me ha llevado lo intelectual
sofístico y lo emotivo irracional
(me llegan los sentimientos
como pedradas y así los lanzo
también yo, al albur de un alma
más cansada de su cansancio
que de la vida y sus trampas).
En tierra de nadie, donde ni los poetas
ni los filósofos respiran en paz.
Donde no son bien venidos los sesudos
pensadores -malabaristas de un verbo
ya vacío- ni los poetas de oficio y rima
que rinden infantil idolatría a la música
y la pompa hablada. Tampoco soy hombre
tosco o áspero. Quizá demasiado complejo
-como todos, me dirán- que ha acertado
en ver todo lo inexplicable con resignada
y apaciguadora simplicidad.
Todo esto para decir que no sabría escribir
un poema de amor. Acaso sí sobre las entelequias
metafísicas que brotan del alma y la sumergen
a lo hondo de sí y de los últimos enigmas,
y que como el amor son una irremisible pasión
de más allá de la felicidad y el dolor,
de la libertad y el destino.

Libros

Hasta la 19 de 200 he llegado con relativa honra en el libro de Atkins sobre la termodinámica. Me he hecho un lío tremendo, tanto que ahora dudo de mi frío y mi calor; ¿realmente la aceleración de las partículas implica calor y por ende la aceleración del frío y parálisis cósmica? ¿De dónde el calor? ¿Es convertible en materia?
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Otras dos horitas he echado en el Atkins y como si nada. Y la cosa se complica. Resulta desagradable leer algo tan súmamente impenetrable. ¿Por qué, simplemente, no reflexiona sobre la entropía a partir de los datos de la física sino que se empeña el autor en explicarme la historia y el fundamento científico del asunto?

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Presión temperatura, volumen. adiabática, el 'demonio de Boltzam' (sic), gas, parículas, moléculas, etcétera, etcétera... ¡y voy por la página 25! ¡No es posible que los físicos hablen en serio! ¿No sería más fácil algo así como: un universo ignoto y simple, de curso irreversible y de proteiforme agonía? ¿No es realmente más honesto dejar así las cosas y pasar directamente a qué había antes del big bang, y por qué?
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Realmente muy desanimado con el librito. Me vuelvo al Pidal y su íberoeuscaro.

Martes 16

Hablo de libros y de algún mísero pensamiento que se me escurre, que aparece él sin yo intervenir. Para evitar la ruina y la excesiva riqueza (no menos empobrecedora) es menester llevar no una ni dos sino tres o cuatro contabilidades. Mejor aun, no saber cuál es la menos real. Aprendiz de mucho y maestro de nada; en el sentido de Heráclito (¡!), por supuesto, y no en el moderno internáutico.
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Cualquier chamán prehistórico dice en uno sólo de sus gestos más verdad que todos los periódicos juntos de los últimos 200 años.
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Si es posible alguna sabiduría es la que aterró a los filósofos y de la que huyeron despavoridos arrojando conceptos como piedras contra la nada y el alma. Lo que los pensadores ni siquiera piensan, lo que callan inocentemente. Contra el folio en blanco con el que luchan. Al otro lado del concepto, al otro lado de los dioses y la gratitud humana (al margen del progreso y la historia)... de ahí no debiéramos salirnos en unas cuantas eternidades.
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Acabando el Cervantes. Acabando el Pidal. Ojeando el libro de Atkins sobre la segunda ley de la termodinámica. No sé si seré capaz de entender mucho, pero es importante intentarlo por el bien de la metafísica y la poesía.
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lunes, 15 de junio de 2009

Libros

Puro placer, pura ociosidad. La antigüedad del vasco (de la Edad del Bronce) y la laxitud y ambigüedad de lo íbero, permiten afirmar que el vasco (en su infinitos dialectos) es el idioma de los primero íberos. No queda más remedio que buscar los orígenes del vasco en las primitivas lenguas bereberes (Gabelentz y Shuchardt), pues sólo desde el África llegaron los primeros habitantes de España. No entro, porque me pierdo, aunque suena muy bien, en la distinción tajante (Philippon dixit) entre lo vasco y lo euscaro. Muchos toponímicos españoles prerromanos (en Galicia, Cataluña, Andalucía) son análogos al vasco; 'aratoi', '-uey'). Gómez Moreno afirma muy sabiamente que el lenguaje de los vascones (norte de Navarra y Alto Aragón) no era comprensible por los várdulos y caristios (vizcainos y guipuzcoanos); me lo creo, y diré que es muy dudoso que los mismos vascones se entendieran entre sí. Los romanos, muy dados a dividir sus demarcaciones políticas conforme a la división natural ya existente, distinguieron a los navarros de los guipuzcoanos y vizcainos. Todos los autores antiguos distinguían a los navarros de sus vecinos de la actual Vascongadas por la tez más oscura de aquéllos. Y el alma más negra de éstos, colaboro. Pura erudicción, puro quijotismo. Pura maldad sobrevenida y multiplicada. Esto es España de cabo a rabo. ¿A quién voté yo en las últimas, a un euscaro, a un várdulo o a un mero castellano alavés? ¡Vaya lío esto de la filología! Don Ramón Menéndez Pidal, amén de otras cosillas muy humanas, era un poco inocentón. ¡Pero qué placer, qué ociosidad malvada y dulce leer estas cosas cuando todos duermen!

Libros

Si es cierto, y a mí me lo parece leyendo la voluminosa y bien armada obra de Fernández Álvarez, que es necesaria una lectura autobiográfico-hidalga-hispánica de la obra de Cervantes, y que vuelve realmente atractivos sus libros, queda por dilucidar, más allá de la historia y lo objetivo, el salto cualitativo que se da entre lo español desencantado y el símbolo universal de lo quijotesco. Ésta sí parece labor del literato o del filósofo. Remite al ámbito de la creación de mitos universales, indiscutible e inexplicable. Cuestión abierta, y de relativa importancia.
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Otra cosa. Mi patritismo suicida me hace sufrir leyendo la historia moderna de España. No me ocurre con la medieval ni la antigua. La contemporánea, ni probarla. Quizá soy un ultramontano -a veces me lo creo y me acuerdo del anarquismo reaccionario de Valle- o quizás un regeneracionista desencantado, lastrado por una metafísica negativa. Sólo sé que desde hace casi 40 años me veo personalmente reflejado en la Historia de España. No porque en mí hayan influido los grandes acontecimientos, sino, como paralela y mágicamente, porque es también mi biografía la historia de un fracaso. Heróico y patético si se le conocen los entresijos.

Comentario

La ciudad, laberíntica, como el alma de fin de siglo, quizá de fin de era. En todo caso, del fin de mi juventud e inocencia. Más allá de las causas y efectos, el tramposo lenguaje que elude mirar cara a cara ante el espejo.
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LA CIUDAD
Dijiste: "Iré a otra ciudad, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de hallarse mejor que ésta.
Todo esfuerzo mío es una condena escrita;
y está mi corazón - como un cadáver - sepultado.
Mi espíritu hasta cuándo permanecerá en este marasmo.
Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire
oscuras ruinas de mi vida veo aquí,
donde tantos años pasé y destruí y perdí".
Nuevas tierras no hallarás, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás
por las mismas calles. Y en los mismos barrios te harás viejo
y en estas mismas casas encanecerás.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otro lugar -no esperes-
no hay barco para ti, no hay camino.
Así como tu vida la arruinaste a
quíen este rincón pequeño, en toda tierra la destruiste.
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También: el Dios macrófago. El Dios vomitado. El Yo vomitado, la mismidad autrófaga. Descartes me queda demasiado lejos.

domingo, 14 de junio de 2009

Poema indescifrable

Te pediría perdón
si no creyese que tu Dios
es posible, si no pensara
que hay formas mejores
de morir, si mis ojos no viesen
el dolor absurdo de las generaciones
reflejado en tu sonrisa.
Te pediría perdón, y hasta
puede que me perdonases,
si no confiara en las vueltas
del destino y me agarrara a tu fe
como si fuese tu hermoso cuerpo.
Si tus ojos no me señalaran
mis límites y si los míos no
estuviueran tan vacíos
escribiría este poema.

Libros

Con Cervantes, Pidal y Papini ('El piloto ciego'; muy bueno hace tiempo, hoy demasiado mediocre. Mea culpa). Pero lo acabaré. Don Quijote y sus molinos. Don Quijote y sus malvados encantadores, sus particulares fantasmas invencibles. Don Quijote y Cervantes, de quien se nutre el personaje; idea ésta no tan descabellada si se lee una biografía seria de don Miguel, y creo que la Fernández Álvarez lo es. Una comedia melancólica. Una crítica melancólica a la realidad (española y particular) y a la propia melancolía, también nacional e individual.

Lo de Pidal es más jocoso. 'Berri' 'aranaitz', etkéteras, todos relativos a la ganadería y minería más primaria. Igual es cierto que la mente de un pueblo no es sólo su lenguaje, pero cuando una sociedad es incapaz de modificar su propia habla es que se encuentra autista del mundo y de sí misma, de su savia más íntima y olvidada.
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Domingo 14 (2)

Preparando las cosas del viaje... así llevamos milenios -aunque yo, la verdad, escasamente medio siglo- y todavía no hemos acabado (hay quien duda que hayamos empezado) ni sabemos para qué ni a dónde de la travesía; qué palabra más bonita pàra tan horrenda intuición. Eso sí, nos consolamos pensando que hemos aprovechado bien la jornada; es tan corta la memoria y largo el olvido que estas pequeñas caridades podemos concedérnoslas. Aunque a veces se olvida lo más importante, una fecha por ejemplo, o no mostramos ningún interés por las realmente importantes; la muerte del Cristo o la de uno mismo o la de Kavafis. Por poner ejemplos indiscutibles de humana entropía. Las redes del tiempo, las infernales retículas del cuerpo (porque todo es cuerpo, me concederán) que en el tiempo tejen las celadas más innecesarias. Las que más escuecen, hasta dentro del alma, hasta la médula viscosa.
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Domingo 14

En eso de la verdad, la verdad, somos muy hipócritas. 'No lo sé', 'me importa realmente muy poco o nada', son expresiones del ámbito de la mala educación. Pienso, sin embargo, que expresan la mayor cercanía humana con aquello tan nebuloso de lo verdadero, de la verdad de verdad. Nos empeñamos en una extraña e inalcanzable medida, siempre sagradamente heredada, que además de su función socializadora (entiéndase masificadora o clonante, aunque también indiscutiblemente útil y sana en otros casos, los menos) sólo es entendible desde la psicología más básica; aquello que nos permite una amoldación aproblemática y hasta satisfactoria -de sentirse uno realmente satisfecho- al medio. Del individuo al todo social y sus anexos metafísicos. Encubre y fomenta la manoseada 'verdad' (así como la moral y la estética, lo bueno y bello de siempre) los más simplones instintos y sentimientos del sujeto. Una penosa nivelación a la baja, como si dijéramos. Nadie sabe lo que es, y realmente a nadie interesa, pero ahí está, reinante, la palabra más grandiosa que hallamos fabricado por mor del Dios sin alma y del hombre (la Humanidad) siempre por venir.

sábado, 13 de junio de 2009

Sábado 13 (3)

En las relaciones, en los libros, en soledad, se presentan a quien sabe captarlos momentos, sentimientos, ideas, recuerdos, etcétera, de muy diversos y extraordinarios tipos. Una tipología muy especial es la de lo cóncavo y lo convexo. Ambos deformantes cuando se trata de un espejo -¿y qué no lo es?- pero de muy diferente sustancia si se les considera en sí mismos o como simples hipótesis metafísicas. Lo convexo es lo acogedor, y lo cóncavo es lo que repele, lo incapaz de recibir o guardar. Lo convexo es de naturaleza fértil. La esterilidad es cóncava. Yo soy del tipo cóncavo, subespecie 'interesadamente convexo a veces', y tú convexo, del subgrupo 'inteligente', esto es, cóncavo cuando se tercia e incluso a tu pesar. El Universo es cóncavo, Dios y la verdad no existen -ni cóncavos ni convexos-, y la ilusión, ese anestesiante tan necesario para mentirnos placenteramente, es convexa. No obstante, recuerden, descendemos del Erectus, el primer mono que manipuló cínicamente sus capacidades cóncavo-convexas.
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La moral, los férreos principios (más bien finales) que garantizan no desmerecer el Paraíso, es evidentemente cóncava, aunque por su perversa finalidad se muestre y sea enseñada como convexa, como la Suprema y Amorosa Convexidad; ergo, Dios. ¡Pero no somos Dios!, ergo... debemos confundir lo cóncavo y lo convexo en bien de la Infinita Convexidad, de suyo, piénsenlo, la pura concavidad. El miedo es siempre cóncavo, pero se disfraza de convexo por precaución; o por exceso de miedo. El miedo controlado es convexo. El pánico, cóncavo. Pueden elegir.
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El amor, ya saben, un abuso de la biología, es siempre cóncavo, de ahí su necesidad de buscar lo convexo, que no es más que lo cóncavo amoroso en estado pasivo, aunque en absoluto inerte. El mejor ejemplo; un beso (o más de uno, pero con uno es suficiente para nuestra exposición); un beso, paragigma feliz de la falsa distinción entre lo convexo y lo cóncavo, no es más que la prueba indiscutible de nuestra irrefutable concavidad. La concavidad autocomplaciente, también llamada convexidad.
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En un Universo mudo, cóncavo quise decir, la convexidad no existe, y sus breves apariciones han de explicarse en términos de miedo, pánico y autocomplaciencia cerebrales. El cerebro, evidentemente, es plano.

Sábado 13 (2)

Lo único que no soporto es que me llamen mentiroso. ¿No entendéis, vosotros que me conocéis, nada? La verdad es una sutil invención de ociosos o pragmáticos, y nada más. Es la honestidad (con uno mismo) y la desvergüenza de pensar y experimentar en voz alta lo que ha de contar... al menos para los que te importan, para los que deberían saber ver detrás del cinismo la máxima honradez y el vacío más grande.

Sábado 13

El resumen de toda la sabiduría: sé quién soy, y cómo soy... y no me gusta. Pero como no hay saber absoluto que me colme -ningún agua es eterna- me empeño a mi pesar en buscar un acomodo práxico a tan extraordinario e innecesario conocimiento de mí mismo. Y en esas me ando -demasiado platónico y cristiano- indagando (sin convencimiento, es verdad, pero sin dejar de hacerlo) cómo vivir 'sabiamente' a pesar de la verdad. Metasabiduría para imbéciles, supongo.

viernes, 12 de junio de 2009

Comentario

, en eso tan importante del trato con los demás, va convirtiéndose en rara avis la discreción y la voluntad de medida. La prudencia social y la sagrada intimidad (que en nada ha de reñirse con la fraternal amistad) son valores perdidos, y resulta un excepcional placer el encontrarlos. Para ello, ¡fuera televisión y fuera revistillas!, a pesar de las estúpidas leyes -las del mercado y las sociopedagógicas- que fomentan un safio y rentable (económica y políticamente) compadreo buenista. En el Jardín sólo no caben indiscretos casi pornográficos.

Viernes 12

Contradicciones, en clave lingüística: Ortega y Gasset; vino y alegría; tres y dos, o uno y tres; honestidad y verdad; lo cinético y lo muerto; individuo y sociedad; alma y cerebro; lo potencial y lo vivo; moral y Dios; muerte y memoria; cóncavo y convexo; amor y besos.

Poema

Anoche soñé contigo.
Soñé que despertabas
y me dabas un beso
tan hondo hasta meterte
en mi sueño. Tus pies helados
hacían más real tan dulce ficción.
¡Qué pies más fríos, y que cálidos
los labios y los pequeños pechos!
Podíamos haber cambiado
de escenario, no obstante se
trataba de un sueño, para aparecer
en el más remoto y exótico
de los lugares, pero decidimos
quedarnos donde estábamos,
desnudos, tú besándome
y yo soñando que lo hacías,
entre aquellas blancas sábanas
de película que ya tenían marcada
la forma de tu cuerpo y de mi sueño.
Creiste que cuando yo
despertara te olvidaría,
pero se me olvidó.
Se me olvidó olvidarte,
y cuando el sueño
te venció
fui yo quien te besó
hasta salirme del poema.

DE de Cuenca

La verdad que no sé qué es la verdad,
y no puede ser bueno que no sepa
algo tan importante como eso.
La verdad es que si alguien va y me dice:
‘Es muy sencillo, imbécil: la verdad
es esto o es lo otro o las dos cosas’,
me deja estupefacto. Y si pregunto
qué es la verdad en realidad, si esto,
si lo otro o si al tiempo las dos cosas,
mi informante contesta: ‘eso depende’,
y, la verdad, me quedo como estaba.

jueves, 11 de junio de 2009

Jueves 11

Arranacarme el alma, pero no la vida. Esta es la imposible ley del hombre. La muerte que se anticipa en cada beso y en cada lágrima. El calor y el sabor más intensos que nada valen ante ningún tribunal. Dios que no supo ser hombre y se suicidó. El hombre que no sabe ser hombre y se cree un remedo artificial y mediocre de Dios. Dios que nos odia en su inexistencia infinita. Y nosotros que inmolamos nuestra alma sin ningún motivo. Quizá el del dolor y la infelicidad del limosnero.
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Como una rabia, una congoja y un frío que suben y anidan en el pecho hasta casi hacerlo estallar. Los ojos vidriosos. El lomo partido. Las palabras asesinas e incomprensibles. El tiempo que gotea a golpe de irrisión. Rezar a la nada, encararte y mirarla desafiante... tampoco. Dejarte matar por ella mirándole los ojos. Hoy me dueles demasiado para perdonarte.
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miércoles, 10 de junio de 2009

Miércoles 10

Cuando la ley se persigue como coartada y aun como pretexto para la más fofa e ineficaz moralidad... entonces algo importante se ha olvidado. Habrá que buscar un refugio en el otrora amplio mundo de las conciencias intelectuales... pero, ¡ay!, cuando tampoco ahí se hallen reductos numantinos ante la estupidez amansadora; entonces sí que no hay solución. Que un viento de la historia borre del mapa tan insana nación. Ni en su agonía supo aquella mansedumbre ser heróica, al menos noble o consciente de sus siglos derrochados.
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La única mentira piadosa es el silencio. Los filósofos se han ganado a pulso (dialéctico, ontoteológico, lingüístico fenoménico) el desprecio del espíritu. Ahora, además, sociólogos a la altura de los tiempos; periodistas de segunda. La única piedad, el vacío.
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El débil que no quiere ser cobarde ha de asumir su agonía. No puede esperar un milagro ni Justicia extraordinarios. La culpabilidad es este ardid del corazón.
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La razón, y no menos el corazón, matan la vida. Con ensañamiento y brutalidad (injustas).



Libros

Aun me queda un rato de trabajo (sic). Esto es tan estúpido como interminable. Mejor no pensar qué y para qué de tanto papel y sutileza bondadoso-pedagógica-progre. Mejor sólo rellenar y rellenar papeles, y creer que así me gano el sueldo. De aquí a un ratito con Cervantes... me gusta la idea de leerlo en clave autobiográfica. La autobiografía de un pequeño hidalgo devorado por la maquinaria imperial que no obstante permanece fiel durante decenios de miseria a su patritismo e hidalguía... ¡hasta que llega la vejez y toda la vida, también Lepanto y Argel, aparecen como los sueños (in)necesarios de un loco!

martes, 9 de junio de 2009

Nota biográfica

Nací hace 42 años, aunque aparento más de 60 y es de hasta 88 mi verdadera edad. En Motril, dulce y vacía, una bella nación mediterránea al norte de la Mauritania y al sur de España, sus dos grandes y peligrosos vecinos. De antaño llega con la salitre del mar el temor al rapto y el olvido. Desde pequeño fui educado en la aversión a las letras y el truco con los números. De famila fatigosamente hidalga, sin más raíces que dos generaciones, pero venida a más con el cultivo de la mandioca y la guayaba. Algunos cientos de marjales de rico limo que dan para el desahogo económico y la soberbia. Muchos años peleé junto a mis hermanos contra el tiempo y los jornaleros. La dura pero no inhumana mirada del padre nos guiaba. Cuando ya fueron muchos los beneficios, dieron los hermanos en luchar entre sí. Fui el primero en ser derrotado. Abandoné mi patria con unos pocos maravedíes, ninguna ilusión y la bendición de una madre piadosa y antigua que no sabía rentabilizar su infinito amor. Heme aquí en tierra extraña desde hace casi medio siglo. Mi oficio es el de enseñar las primeras letras y demonizar los números entre los inclementes hijos hidalgos de estos lares. Autodidacta de medianas capacidades, sólo alcanzo alguna certeza sobre aquello que ignoro y sé que jamás aprenderé. No es mucho, pero es lo que hay, y con ello voy de cabeza en cabeza dando tumbos como en un baile de carnaval a punto de finalizar. Ni placer ni dignidad hay en mi pasado, ni tiene por qué haberlos en mi futuro. Alguna amistad, entre los olvidadizos jóvenes y entre otros emigrantes calaveras, y varios miles de libros, son toda mi hacienda. He tenido varios hijos, 6 ó 7 que sepa con seguridad, pero sólo a dos he reconocido. Creo que es suficiente. Desconozco el amor, al menos como tantos lo entienden, y sin embargo no estoy libre de sus devastadores efectos. Mi testamento, que es lo único que me he atrevido a escribir, deja cláramente estipuladas ciertas instrucciones para después de mi muerte. Sin misa. Incinerado junto a mis libros. Esparcidas las cenizas en la vieja Castilla que me trajo tantos males y también mis dos únicas pasiones; la historia de un fracaso y el enjuto carácter otoñal de los antiguos sabios. Fray Martín del Almanzora y don Javier de Altos Lares son mis desinteresados albaceas.

Libros

Junto al Cervantes de Fernández Álvarez llevo el 'En torno a la lengua vasca' de Pidal. Letra grande y pocas páginas... ¡menudo refrito voy a sacar! Cuando la filología es una rama de la poesía es cuando vale la pena leerla. Todo, o cualquier cosa, con tal de despistar a la lógica y al análisis.
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También me han regalado un libro inencontrable sobre la repoblación alemana de Despeñaperros. Parece interesante, de verdad, pero ahora me falta tiempo.
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Vuelvo a Pidal. Magnífico. La indiscutible antigüedad del vascuence no lo hace portador de ninguna sabiduría especial. No lo acerca más a ningún dios sabio. Un 'megalómano disparatar' es confundir la lengua con la verdad eterna. El mundo, la vida, el universo, no es una degeneración físico-moral de lo vasco. Ni en el Paraíso lo fue, ni en el Juicio Final será necesario el vascuence. En el mientras tanto, opino yo, tampoco es que sea muy útil.

lunes, 8 de junio de 2009

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Lunes 8

A veces me ocurre que me planteo que yo lo supiese todo, y que entonces me preguntaba horrorizado y cansado (un agotamiento y miedo sin marcha atrás y por lo tanto soportables) qué es lo que en verdad sabría sabiéndolo todo. Y me contesto que nada. Y aunque conocerlo todo no implicase no conocer realmente nada, aún podría indagar para qué ese saber. Entonces pongo los pies en el suelo, y simplemente me pregunto (horrorizado y agotado) por qué yo, desde mis escasos saberes y haberes, me pregunto por nada o por todo. La respuesta es evidente. Ningún sentido alcanzo a preguntarme por el sentido o el valor de las cosas o de mí mismo.

Azar

Una pequeña catástrofe ha ocurrido en el basto universo. En una esquina olvidada ha estallado una bomba termocinética y hecho añicos unas viejas pero afanadas vísceras. Ningún rastro dejará tan nímio acontecimiento y a buen seguro que su efecto no será muy grande, a pesar de los partidarios del efecto mariposa. No es la impotencia lo que mató a tan anodino viajero, acaso tampoco el cansancio. Fue, que nadie era testigo de su microscópica proeza en un mundo tan habituado a los titulares y reglamentos más macroscópicos; que nadie supo apreciar su irracional y noble gesto; fue, fue, que la vida no precisa de lo extraordinario para amanecer cada mañana como tan de primeras. Fue que la verdad es moneda usada y otras verdades parecen encanalladas mentiras. Fue que ningún dios estaba ahí para enmendar tan alocada cabeza.
Fue que sus lágrimas sólo regaron un desierto de espejos cóncavos.

domingo, 7 de junio de 2009

Poema

Dices que estás desbordada,
que no duermes
y que el trabajo es inhumano,
como el trato que recibes
de las autoridades administrativas
y eclesiales.
Que no te entiendes
ni te entienden en tu casa
ni en la Graells.
Que si la edad,
que si el futuro profesional,
que si yo qué sé qué.
Cuando lo dices,
yo me río
y me acuerdo del poema
de de Cuenca
'la malcasada'
y no tengo más remedio
que repetirlo:
¿qué estás desbordada?
¡Pues bésame,
no pises una Iglesia
en un siglo,
emborráchate de ti,
a ser posible conmigo,
y no llames a tu madre
en una temporadita!
Mi dirección ya la sabes.
Un abrazo.

Domingo 7

Tras una larga noche de trabajo (sic), una mañana cafetera y un dislate burocrático de obligado cumplimiento (no en vano culminé ciertas negociaciones bien entrada la noche), el resto del día se presenta cojo, tartamudo y casi ciego. Tanta farándula me afecta físicamente, y no es mera aprensión, al cuello y la cabeza que, rígidos y doloridos, me imposibilitan para siquiera plantear mínimamente la jornada. Con el Gardenfors a cuestas, me consuela saber que somos simios mayores con la laringe y el frontal un poco más desarrollados; ya no me preocupa de ningún modo el uso horrendamente estúpido y masoquista que de nuestra enfermedad genética hemos hecho. Otra cosa, por supuesto, es la realidad, la no realidad irrebasable del solipsismo fisiológico; la culpa que me persigue como fiel mastín. Hoy, por la madrugada que ahora se ha vuelto papel, la culpabilidad se llamaba entropía. El amor, por señalar un extravagante extremo, es condición necesaria para el odio; el calor para el frío; la vida para la muerte. La vida, estrictamente hablando, es el camino más corto para llegar a la muerte. El bueno de Empédocles lo sabía, pero no sé porqué él creía en una eterna y spinoziana alternancia, imposible de colmar a ningún espíritu mínimamente honesto.
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Me han hecho una de esas encuestas a pie de urna. No me han preguntado por mi voto pero sí por quién creo que va a ganar. Pienso que van a ganar los malos, pero yo les he dicho que los requetemalos... supongo que soy parte de ese más/menos 3% de margen de error.
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Vistos los resultados electorales, el margen de error creo justo situarlo en el más/menos 97%
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viernes, 5 de junio de 2009

Poema interminable (en broma)

Donde hayan nubes
pero no cielo,
estrellas y luna
sin sol.
Que no transcurre
el tiempo
ni ocupa lugar
el espacio.
Donde ni niños
ni viejos
ni hombres, pero sí
lenguas y gargantas
para hablar.
Ni tinta ni lapiz
pero sí papel,
ni blanco ni negro
mas azul o verde.
Donde el mar
y la arena,
donde la esperanza
y la fe
sin caridad
ni convicción;
donde la muerte
y no la vida.
Donde el Ser
y no el Vacío.
Donde se sueñan
no sueños
de los que jamás
nadie despierta.
Un lugar sin sillas
pero con mesas,
con paredes,
ventanas
y puertas
pero no
techo
ni suelo.
Agua,
café
y sed.
Donde ni risas
ni alegría, ni llanto
ni dolor;
sí el pensar presente
sin pasado ni futuro,
sin besos, sin sexo,
sin amor ni odio
ni indiferencia.
Donde habita
la compasión
y el frío no existe.
pero tampoco el fuego.
Raudales de dudas
y certezas
sin lógica
y sin cinismo.
Infinita la ternura,
inexistentes el ruido
y el silencio.
Sin libros
ni lectores,
ni poetas ni filósofos.
Sin dios, pero sí
angeles y fantasmas,
chamanes
y otras criuaturas
sin nombre.
Hay guerra y hay paz,
mas no hay soldados
ni héroes
ni muertos
ni epitafios
ni misas
de ningún color
porque desconocen
las Iglesias
pero alzan inmensas
Catedrales
sin religión.

Viernes 5

Experimento fallido. El de la poesía que se ha transmutado en religión, filosofía y ciencia. La vuelta a la poesía más primitiva, la del hombre, que es escurridizo lenguaje y tormenta visceral, ante el mundo. Ante una inmensa y bella fosa sin necesidad de epitafio (a no ser como una cínica ironía). Somos espectros sin nadie a quien mostrarnos; sólo ante el espejo adquirimos alguna tentadora y malvada consistencia.

jueves, 4 de junio de 2009

Jueves 4 (3)

Es tan estúpido el ser humano -y hay quien considera esto síntoma de su trascendencia o de un merecido honor-, ha construido un tan inhabitable y ficticio mundo en la tierra, que para evadirse sólo precisa sumergirse en la pura realidad. Pues bien, hasta esto tan simple le parece a algunos un imposible cuando no un pecado.

Jueves 4 (2)

Igual es sólo Literatura, pero añoramos un Silencio, una paz e impasibilidad más que mineral. Digo que este anhelo quizá sea tan sólo literario (un mero prejuicio cómodo) porque cuando aparecen otros silencios, como pedruscos contra la frente, no sabemos exáctamente como digerirlos. Lo único cierto es que se presentan absurdos y que escuecen en la epidermis del alma. Recuérdese que el alma sólo es una fina apariencia, un leve velo sin posibilidad ni deseos de contenido.
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Callar, en sentido amplio, que incluye el no escuchar y el cese de las apetencias de cualquier tipo, callar es una forma de estar presente, más contundente y luminosa (beatífica o diabólicamente) que cualquier alarido. El silencio que grita contra sí mismo mirando cara a cara el extraño mundo con sus múltiples avatares. No leer, no escribir, no pensar... permanecer, sin estar, compulsivo ante una servilleta, un café doble, o una estúpida pantalla de ordenador. El más fecundo diálogo cuando dos silencios honestos se enfretan para acabar sonriendo ante el absurdo de la vida y sus azares. Después de cualquier dolor, tomarse en serio el mundo y sus decorados constituye delito de lesa compasión.
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Nunca nada es lo que parece, porque si bien se le mira nada es. A las circunstancias se les da la vuelta porque son sólo coincidencias intercambiables (salvo para las almas acorazadas en guerra fría con el Hombre); en verdad no hay vuelta ni engaño posible porque el humus del que todo surge es el puro azar, siempre apurado de tiempo y corazón, y éste es tan inmutable que lo difícil es tomárselo en serio, como si fuese real quiero decir.

Jueves 4

Sobre la historia de la ciencia, inocente e impasible en su lúcida ignorancia; o la de la absurda y relamida (hay quien dice 'profunda') filosofía... que debió callar hace siglos (unos 25) para no terminar de mostrar sus ridículas intimidades. El tiempo nos volverá a la poesía una vez que agotemos su experimento multiplicador.

miércoles, 3 de junio de 2009

Comentario

, pero me gusta también la imagen del tuberculoso del alma, que escupe de continuo y rastrea en su propio esputo las señales de la eternidad y la muerte. Las palabras arrojadas como el tóxico que se vomita, como un ir deshaciéndote a golpes de tos viscosa y ennegrecida. Terminas viviendo para la enfermedad, girando todo en su torno o incluso gracias a ella.
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La imagen del sanatorio de la montaña mágica es inevitable. E indecorosa. Prefiero que en mi Jardín haya unos lugares discretamente apartados para tan obsceno e irrenunciable solipsismo.

Miércoles 3

Una sola vez que te enfrentes cara a cara con la vida, y la oportunidad no ha de ser especialmente espectacular, es suficiente para descubrir la dañina falsedad de todas las fórmulas, las del bien y las del mal, incluso en sus formas más flexibles y poco mecánicas. Es cuando todos los caminos te llevan a un lúgubre callejón sin salida, en el que por fuerza has de vivir una temporadita. La propia honestidad, asentada en un alma demasiado acostumbradas a verdades hechas, pierde su sentido o al menos deja de valer como punto arquimédico. Compartir esta experiencia nos hace más humanos -y abre la posibilidad de una nueva compasión- pero en absoluto nos reconcilia con la vida.

martes, 2 de junio de 2009

Libros

Tarde de vinilos (Lou Reed y los Smiths) y libros viejitos no aptos para alérgicos. Después, café. Café, café. El experimento de ayer salió regular, pero hoy lo repito. Libros recien adquiridos: 'Los Buddenbrook' (lo mejor, la dedicatoria); 'Don Quijote o el amor' de Maetzu (unas 70 páginas con letra pequeña que han de ser una maravilla); 'En torno a la lengua vasca' de Pidal en Austral; 'Sartre' de Alberes (150 páginas); 'Camus' de Robert de Luppé (de todos éstos, el que más me atrae); y un ensayo sobre la segunda ley de la termodinámica (la de los beatos y el frío) de Atkins (formato grande, con dibujos y todo eso).
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A veces el bien, la acción buena y correcta, conlleva sufrimiento. A veces tan correcto es el blanco como el negro. No todo efecto feliz procede de una noble causa. Asumir el dolor de la decisión no significa identificarte con él, ni menos aún recrearse en el sufrimiento ni buscarlo.

Poema

Los que se mueren
no se acuerdan de nadie.
Cuando jóvenes
no queremos saberlo,
y a la vejez
es el único consuelo.
Que la ilusión y la memoria
son el mayor dislate
y el más grande ungüento
para la vida, que sólo vale,
desnuda y pura,
cuando perdida.

lunes, 1 de junio de 2009

Otro comentario

Así está más claro. Así las cosas, pues que tienes razón. La honestidad frente a la ficticia y peligrosa verdad. El problema, que no lo es, aparece cuando se empeñan los sabios (los expertos en sabiduría) en fundamentar la certeza moral. Incurren en el flagrante delito (moral) de la religión, la metafísica, la ciencia o la sociología. La cuestión es más personal y a su vez moral; una continua y siempre inacabada y fragil autofundamentación. Llamémoslo, para no caer en el lenguaje y el oscurantismo de los sabios, vida no totalmente inconsciente de sí.
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Desvelado, cansado y los ojos como platos, pero sin ganas del papeleo profesional. Con el 'gen egoísta' y sus peligrosos amigos los memes. Mala suerte la mía, que para explicarme lo de la adaptación y evolución cultural, me han sacado como ejemplo aproximativo (sic) a José Ortega (otro sic).

Comentario

Yo, en mi cristianismo y platonismo frustrados, amigo de Schopenhauer, no termino de creerme que sean tan separables la certeza moral de la metafísica. Habría que definir los términos, aunque fuese señalando algún ejemplo, pero me temo que la certeza moral (¿la pura honestidad vacía y llena a un tiempo de sentido y vida?) viene determinada (no desde ninguna lógica, por supuesto) por la radical finitud del Ser y del Dicente. Explíquese, por favor.
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Me he inyectado algunos miligramos de cafeína. Espero poder estar una horas en mis cosas... durante la tarde el calor es insoportable. Ya veré cómo sale el experimento. ¡No madrugar! Y si de todos modos me levanto de madrugada, espero que en la barra del Alameda me espere algún divertido pensamiento.

Libros

'The kite runner', muy recomendado y recomendable, no digo que no, pero mi inglés es sureño e ineficaz para leer el inglés. A cuestas con el Cervantes (ya perdió la mano izquierda en Lepanto) y con la antrpogénesis (aún repasando Hábilis). El Stirner a ratos (cada vez me sirve más de lectura poética; son insuperables sus críticas al papá Estado progresista como vulgar aproximación a la ortodoxia religioso-estatal más fiera); un 'ciudadano' no deja de ser un buen feligrés al que se le han cortado las alas de la propia individualidad.
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Con este imposible calor soy incapaz de hacer nada. Dos horas por delante de insufrible pasividad. Igual me tomo un café de verdad, aprovecho algunas horas de la noche (para el trabajo burocrático y para leer) aunque mañana (que entro tarde) no madrugue. Pero, ¿qué hago yo no madrugando, viendo desde mi primera luz la vida en apogeo y a mis conespecímenes felices y ruidosos?

Poema

Me duele la espalda: las cervicales
o la musculatura que me aprisionan
con maldad algún nervio, lo que provoca
un mareo y desorientación realmente
desagradables. Tengo los tobillos hinchados,
por el corazón o el riñon, posiblemente sólo
por el estrés y la alergia (sí, también alergia;
al olivo, al sol, a los besos, al trigo y al caos).
Insomne, no puedo dormir aunque estoy
que me caigo de sueño. Algo me impide
descansar como Dios manda. Padezco,
y perdonen tan indecentes confesiones,
del páncreas, que segrega amor y deseo
en vez de la bendita insulina. He intentado,
no crean, ponerle remedio: mi madre
me cocina, y también me mima; tomo soja
en vez de café y cerveza, y hago yoga
tres veces por semana. Pero ni con estas,
que los dolores no me abandonan, y hasta
se doblan. Compré un libro sagrado (el más
sagrado de los libros; lo escribió el mismo Dios)
por si hallaba en él remedio a mi ajetreo,
pero pienso que su autor nunca padeció
de los tobillos y la espalda porque de nada
me han servido sus santísimas enseñanzas.
Un mal amigo me ha dicho que lo mío es pura
aprensión, que es ficticio mi mal, y que todo
desaparecería en cuanto rebajase la presión
moral de mi alma. Se me ha ofrecido para ayudarme,
y yo he aceptado. En cuanto vea los resultados
les informo en otro impresentable poema.

Poema

Si tuviese que quedarme
con una sola de mis virtudes,
sólo con una, sería sin dudarlo
con el hambre de ti. Con los ojos,
con las manos, con las papilas
gustativas y hasta con ese sexto
sentido del que hablan los místicos
y el tantra más prohibido.
Tan excelsa virud, tan apodíctica
santidad, la compartiría contigo una
y otra vez hasta que el Dios casto
y asustadizo aboliese de un suspiro
todas las otras morales y religiones,
tan de juguete en tus blancas caderas
y carnosos labios, tan de locura
y blasfemia para mis sentidos
y mi boca llena de tus partículas
y olor a Paraíso.