miércoles, 18 de marzo de 2009

Comentario

Pues no estará de moda el concepto de la autenticidad (existencial). Pero eso no es un motivo serio para no seguir pensando en términos de lucidez posible y honestidad posible. Lo del autoengaño y el sonrojo ante el propio espejo. ¿'Estupefaciente'? Qué no lo es, qué no segrega el ser humano con cualquiera de sus órganos que no lo sea. La autenticidad no adormece pero sí hace más llevadera nuestra inevitable ignorancia y falta de voluntad y deseo eternos. Pienso, de todas formas, que hay drogas sentimentales y racionales de peores efectos secundarios: la mitología explícita de las religiones y las ideologías, la candidez interesada del cientificismo, las denigrantes y confortables formas de vida 'occidentales'; medios de masas estúpidos para estupidizar, consumismo festero y las sacrosantas leyes del mercado, que más se antojan del bolsillo de unos pocos. A cambio nos quieren hacer creer que somos Ciudadanos y Consumidores libres y responsables.

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