jueves, 26 de marzo de 2009

Teología de la Liberación

Estrújame de amor y sexo,
escóndeme entero
en tus papilas gustativas
y tritúrame oliendo
cada bocado que has ido
desmenuzando con la disciplina
requerida; todo muy húmedo
y despacito. Después
recomponme con besos de aire
y saliva, acaríciame hasta el umbral
máximo de alegría y sudor
permitidos, y déjame como nuevo
para que yo te exprima de amor y sexo
y te secuestre con mi lengua
y me des la tuya como rescate,
y así miles de veces, y algunas más,
hasta caer rendidos de dudas,
miedo y felicidad.

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