miércoles, 11 de marzo de 2009

Sin título

Supe lo que eran… cuando descubrí que no existían.
La vida, la juventud, la inocencia, la felicidad, el tiempo
infinito, la salud sigilosa y absoluta, la esperanza, el sexo,
los guiños esquivos y los besos equivocados y sabrosos.
El tiempo, los hijos y una indeseable intuición
me han enseñado con crueldad la fugaz e inútil verdad.
Para ser sincero he de reconocer que ahora que los perdí
sigo sin saber qué fueron, y creo que ya no me importa.

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