lunes, 3 de diciembre de 2007

Hölderlin

Acabando 'Vida de poeta'. Vale la pena el relatillo penúltimo, 'Hölderlin'; la locura, el hundimiento, la escapada sin vuelta e irreproducible con argumentos, es debida a su imposibilidad real, biográfica, de realizar sus deseos absolutos de libertad individual. "Un héroe encadenado". La vida burguesa, de la que procede, le axfisia. "Un héroe yacía encadenado, un león debía comportarse con gracia y buenos modales, un griego se estirpe real se movía en una vivienda burguesa, cuyas pareces estrechas, pequeñas y primorosamente empapeladas fueron triturando su maravilloso cerebro. Allí empezó también su lamentable trastorno mental, aquel lento, suave y atroz hundimiento de toda claridad. De desesperanza en desesperanza, de un pánico desgarrador en otro erraban, tambaleantes sus tristes pensamientos. Era como la silenciosa y lenta disolución de mundos celestialmente luminosos. Turbio, torpe y oscuro llegó a resultarle el mundo..."
Esta imagen de Hölderlin es la otra posibilidad que Jakob von Gunten tenía. El distanciamiento lúcido de toda experiencia posible y al mismo tiempo la decisión de experimentar cuanto la vida le ofreciera que adopta Jakob, resulta, a la sombra de Hölderlin, demasiado frío, demasiado cerebral, demasiado inteligente... ¿No será Jakob una caricatura del héroe poético, y la novela una fina ironía de un mundo sin héroes auténticos? Sí y no. Los tiempos de Hölderlin no son los de Walser; ahora el romanticismo y el idealismo se han convertido en algo residual e imposible, so riesgo de caer no sólo en el descrédito social sino en la locura física. Walser y Jakob, sin embargo, es mi esperanza, sienten nostalgia por la infancia de la modernidad, por la época ya pasada de los hombres 'de otro mundo'.

No hay comentarios: