viernes, 7 de diciembre de 2007

Todo relato es postumo

Todo relato es postumo. Por esencial y vívido que parezca es sólo un simulacro ladinamente elaborado; el sentido sin referente, o más bien un referente diferido, especulado. Esto mismo se puede afirmar del pensamiento. ¿Qué ocurre cuando el relato o el pensamiento, e incluso el sentimiento, son su propia y exclusiva realidad? Extasis, formalismo, irracionalidad... Es el territorio de lo más íntimo, de lo que por pudor hay que guardar para uno mismo.

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