martes, 21 de octubre de 2008

Espejo

Ver la muerte ante ti cada mañana en el espejo, decía Pavese. Contemplar la calavera que ya eres, y sobre todo mirar y ver sólo un hombre. De mirada fija, de mirada contenida. Ver en tus propios ojos todos los demás ojos de hombre en su infantil y noble afán, en su temerosa alegría. Ver ante ti cada mañana ante el espejo la satisfacción lúcida y herida que la vida te ofrece.

Pd: La trágica hybris de los griegos provenía de querer ser como los dioses inmortales. Nuestra paupérrima hybris es vivir como si fuésemos eternos. No deseando metas eternas e infinitas, sino arrastrando nuestra mediocridad indefinida y ciegamente en este mundo publicitado. La devastadora ceguera de los engreídos ciudadanos occidentales. Además, nos hemos fabricado un 'maravilloso' y rentable mundo a la medida de nuestra vulgar y malgastada soberbia.

No hay comentarios: