miércoles, 15 de octubre de 2008

Leer (2)

Si dejase de leer... sería otro, en otro iría convirtiéndome. Muchas cosas poco valiosas y hasta molestas las hago sólo porque está la Literatura como referenciao o trasfondo. No las hago para hacer Literatura, no, sino que las soporto porque la Literatura me da la fuerza suficiente para hacerlo. Es el otro, el que no sabe de la Literatura, el que hace y padece esas acciones, pensamientos y gentes vacías y estúpidas, prescindibles. El otro del otro yo, acaso más yo mismo, pero ¡qué más da!, hace Literatura justificando así al mediocre y hasta repulsivo reflejo que se arrastra, como todos, míseramente. Sé que es muy egoísta lo que digo, y que insulto a otros y me engaño hablando de ese otro yo más querido. Es una ficción, si quires, pero absolutamente necesaria.

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